Por Nidia Marín
Y como sucede cada año los muertos regresaron… hoy con tapabocas y en una cifra que triplica la de otros tiempos. Y mientras, el Covid-19 es el único que se resiste a morir.
Este 2020 no es similar en nada a los años anteriores, porque en estas fechas lo que abundan son los difuntos y lo que faltan son los celebrantes de las fiestas.
En 2018, por ejemplo, en todo el año se registraron 722,611 defunciones, el 56.4% fueron hombres, el 43.5% mujeres y en 376 casos el sexo no fue especificado. Conforme al INEGI, del total de defunciones, el 88.4% se debieron a enfermedades y problemas relacionados con la salud, mientras que 11.6% fueron por causas externas, principalmente accidentes, homicidios y suicidios.
Las tres principales causas de muerte, tanto para hombres como para mujeres, fueron las enfermedades del corazón, la diabetes mellitus y los tumores malignos.
Los estados con las mayores tasas de defunción por entidad de residencia habitual fueron la Ciudad de México con 70, Chihuahua con 65 y Veracruz con 64. En contraparte, las entidades que reportaron las tasas más bajas fueron Quintana Roo, con 44; Aguascalientes,con 45 y Baja California Sur, con 46. Hoy todo ha cambiado.
¿Y qué pasó en 2019? Se desconoce. O no hay cifras o las tienen guardadas a piedra y lodo.
Como fuere, pues, este 2020 rebasaremos todo lo que se haya previsto. Hasta hoy suman casi 90.000 los muertos y para el primero de noviembre Dia de los Fieles Difuntos sumarán 97,923 (sólo a 2,077 de alcanzar los cien mil), de acuerdo a los pronósticos del Instituto de Métricas y Evolución de Salud, de la Universidad de Washington.
Por lo tanto, cerraremos el 2020 quizás con 150,000 muertos o más, por lo que entonces la cifra de fallecidos este año será muy elevada, tanto como el dolor existente entre miles de familias afectadas.
De ahí que, ante el peligroso relajamiento de las medidas para evitar los contagios que ya alcanzan en México más de 895,000 por lo que probablemente en cinco días más estén rozando el millón, la súplica para todos, pero sobre todo para los jóvenes es una de las frases que se usan en la República respecto al Dia de los Muertos: “huyen de la mortaja y se abrazan al difunto”.
Sí, porque eso de que “la muerte es flaca y no va a poder conmigo”, ya está demostrando lo contrario, sobre todo en un país en el cual los enfermos tácitamente están abandonados a la buena de Dios, sólo atendidos por nuestros enormes médicos, aunque sin medicamentos y demás requerimientos.
Y desde luego, es verdad que “en este mundo matraca nadie de morir se escapa”, pero también lo es actualmente que, “el muerto a la sepultura y el vivo a la travesura”, lo que no se vale.
Otra realidad es que en estos días ingresamos a la etapa más delicada de la pandemia, debido al posible doble contagio, de Influenza y de Covid-19, por lo que en toda la República debemos cuidarnos, pero aun más en aquellas entidades consideradas por México Social como de mayor problema ya que, además. en 2018, el estado con mayor tasa de infecciones respiratorias fue Zacatecas, con 38,050 casos por cada 100 mil habitantes; le siguieron: Baja California Sur con 30,400; Tamaulipas, con 28,994; Tlaxcala, con 28,921; Aguascalientes, con 27,972; Yucatán, con 27,609; y Sinaloa con 27,427 casos por cada 100 mil habitantes.
Asimismo, señala que de acuerdo con las estadísticas de mortalidad del Instituto Nacional de Estadística y Geografía, entre los años 2010 y 2018 fallecieron en el país 175,103 personas a causa de la influenza y las neumonías.
Por favor, más sensatez personal y menos caso a las truqueadas cifras que se presentan oficialmente, porque de acuerdo al que se siente dueño de México, país considerado ya el conejillo de indias mundial, no pasa nada.
Por lo tanto, para un futuro lejano deseamos a todos: “buen amor y buena muerte”.
