Por Emilio Hill
Denme una expectativa y les regresaré un resultado de taquilla. Tenet (Nolan, 2020), hasta este momento es la prueba de fuego de la industria cinematográfica, en la rama de la exhibición, nacional. El filme, que como era de esperarse, ocupa el primer lugar en el Box Office no ha roto récord, lo cual es preocupante, pero ha acumulado sus buenos 17.4 millones de pesos desde el 16 de septiembre y hasta el corte, que fue el lunes 21 de septiembre. Eso sí, las opiniones fluyen en redes sociales.
Más allá de esta situación, no privativa de México, en la que la duda de regresar al cine y la cautela en cuanto a la distribución de los gastos dentro de las familias ha golpeado a los exhibidores, la película aguanta el análisis. Sin las pasiones con las que se defiende o critica a este blockbuster hecho y derecho, pero también maltrecho por las circunstancias ya mencionadas y conocidas.
Por un lado, el filme tiene una campaña publicitaria que ha tenido oportunidad de calentarse a fuego lento. Salidas en falso contribuyeron a redoblar la expectativa que genera Nolan. Ojalá poco a poco esto beneficie a la taquilla.
Por cierto, no es la primera vez que un filme se coloca en el centro de atención informativo. En el libro “Moviola” (Kanin, 1979) se relata como David O. Selznick, productor de Lo que el viento se llevó (Fleming,1939) organizó un concurso nacional para encontrar a Scarlett O’Hara entre las jóvenes estadounidenses, pero el papel se le dio a una actriz profesional: Vivien Leigh. Estrategia de publicidad pura.
Otro caso más: la enorme campaña de Avatar (Cameron, 2009). Se llegó a decir que el filme era un parteaguas en la industria. Y lo fue, sin lugar a dudas, pero ya la historia ha marcado que en menor grado de lo que se exageró en ese momento.
La perspectiva de los días, las semanas, los años, y el juicio del público ubicará a Tenet en su justa dimensión. El filme, protagonizado por Robert Pattinson, Elizabeth Debicki y John David Washington, juega con la metafísica y el tiempo, con un vestido muy pesado de artificio que se convierte en un todo y disminuye la idea original.
Navega entre el género detectivesco y policiaco pero el peso de la parafernalia narrativa hollywoodense le da cierto aire de frivolidad y artificio. No es la primera vez, por cierto, que esto se da en la creación de ficciones, basta mencionar buena parte de la obra de Jorge Luis Borges. Solo que el autor argentino es reconocido por renunciar a lo cosmético en el lenguaje y ser directo. Todo lo contrario de Tenet.
El filme pasa la prueba e incluso se puede ser condescendiente, dado el contexto actual. Vaya, se puede tomar en cuenta que en los hechos es el primer taquillazo del año. De trama enredada y buenas salidas o vueltas de tuerca, es Hollywood en todo su esplendor y defectos. No más pero tampoco menos.
El tiempo real, no el metafórico, será el que coloque a este filme en su justa dimensión, eso sí, muy humana.