Contra la Amarga Realidad: Chongos Zamoranos, Trompadas y Tarugos

Reportaje

*¿Y por qué no Garapiñados, Muéganos, Charamuscas, Tumbagones y Mazapanes, *O También unas Obleas, Macarrones, Merengues, Buñuelos, Acitrones y Cocadas

*En los Mercados de Dulces, Como el de Morelia, Michoacán, los vas a Encontrar

Por Susana Vega López

Las fiestas patrias son fechas ideales y propicias para disfrutar de las comidas típicas mexicanas, pero también para deleitarse con los tradicionales dulces que nos distinguen como país. Son tantas las variedades de dulces, como imaginación hay en la población. La creatividad es tal, que uno mismo se asombra de las múltiples formas, texturas, tamaños, sabores y olores de esos alimentos suaves y sabrosos.

Cada dulce tiene una historia. Cada región cuenta con productos específicos para elaborar sus tradicionales dulces que datan de la época colonial, la de los conventos en donde las monjas tenían la oportunidad y el tiempo para crear dulces o bebidas como el rompope. Así, los estados que destacan por sus órdenes de religiosas son: Puebla, Tlaxcala, Michoacán, Querétaro, Estado de México, Aguascalientes y Guanajuato, preferentemente.

Y al hablar de los dulces mexicanos hay que señalar que destacan los de textura suave (flanes, gelatinas, bombones, natillas, jericallas (o jericayas) a base de leche, igual que los chongos zamoranos); los de frutas en almíbar, cristalizadas o ates (higo, camote, calabaza, plátano, mango, durazno, limón, naranja, coco, piña, fresa, tejocote, manzana, tamarindo, papaya, y peras) por mencionar algunos.

También hay garapiñados y confitados (cacahuates, nueces, pepitas, café, piñón, almendras y otras semillas); con consistencias varias ya sean duras o crocantes (alegrías, palanquetas de cacahuate, pepitorias, cocadas, muéganos, charamuscas), así como jamoncillos, mazapanes, obleas, macarrones, merengues, buñuelos, acitrones, capirotada, y los elaborados con chocolate, y cajetas entre otros,

Los nombres son además de llamar la atención como los tarugos de tamarindo de Guerrero, Tabasco, y de las costas en general; las trompadas y los pedos de monja de Guanajuato; los borrachitos y carololopiña de Puebla, dulce de mostachón (se presume que es del norte del país), tumbagones de San Miguel de Allende; viejitos de piloncillo en Monterrey; alfajores de Colima.

En todas las ciudades y comunidades se venden dulces de temporada o los clásicos que son motivo para generar turismo, pues en cada lugar se preparan de diferente manera. Tan sólo de merengues hay más de ocho presentaciones.

Los dulces, puede decirse, están asociados a la historia de México porque fueron creados en una época en particular o por las condiciones del clima de algunas comunidades. Ahora su consumo es una tradición y una forma de disfrutar la vida. La influencia española -que a su vez traía la de la cultura árabe- permitió esa mezcla de ingredientes que hicieron de México un país de los más ricos en variedad de dulces.

De hecho, se realizan al año ferias y festivales de dulce en diversas ciudades que dan renombre a esos lugares que reciben turistas ya que los sitios y comercios donde se expenden dulces se vuelven un punto de referencia para el turismo que acude a hacer compras, consumirlos y llevarlos como regalo para tener recuerdos dulces. Tal es el caso del Mercado Valentín Gómez, comúnmente conocido como el Mercado de Dulces y Artesanías de Morelia, que en estas fechas se encuentra de fiesta ya que cumple 52 años.

Ese mercado ofrece a turistas y visitantes una amplia variedad de sabores y colores dignos de Michoacán.  Fue fundado el 14 de septiembre de 1968 en lo que fue el Colegio de los Jesuitas y luego el Palacio Clavijero. Está ubicado en pleno Centro Histórico de Morelia, sobre la calle de Valentín Gómez Farías (de ahí su nombre).

El Mercado de Dulces y Artesanías de Morelia es unos de los atractivos turísticos con más sabor de la capital michoacana; un lugar con una variada oferta de dulces y artesanías típicos de la región que encantan el paladar de cualquiera que los prueba. Por ello, se ha convertido, con el paso de los años, en una obligada y deliciosa visita en Morelia.

Actualmente cuenta con más de 150 locales comerciales en una extensión de 2 mil 170 metros cuadrados en donde se vende chocolate de metate, una gran variedad de cremas y licores de diversos sabores, dulces típicos como las morelianas hechas a base de oblea o los tradicionales chongos zamoranos, y mucho más, así como hermosas artesanías michoacanas (piezas de cobre de Santa Clara), coloridos rebozos, las famosas guitarras de Paracho y catrinas de Capula, por mencionar algunas.

¡¡¡Atrévete a conocerlo!!!

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