*Ni Siquiera se Sabe Cuáles han Sido Afectados
*El Covid-19 y la Degradación del Medio Ambiente
*Sus Territorios Albergan 80% de la Biodiversidad
*Sus Estilos de Vida Amenaza Para la Propagación
Por Nidia Marín
En el mundo los pueblos indígenas no la han pasado bien. Lo más grave es que se desconoce que tan mal les ha ido con el coronavirus.
Asegura el Departamento de Asuntos Económicos y Sociales Pueblos Indígenas de la ONU que “…a medida que aumenta el número de infecciones por el Covid-19 en todo el mundo, así como las altas tasas de mortalidad entre ciertos grupos vulnerables con problemas de salud subyacentes, todavía no se cuenta con datos sobre la tasa de infección en los pueblos indígenas (incluso donde hay informes y pruebas disponibles), o no se registran por origen étnico. Tampoco se dispone de información pertinente en lenguas indígenas sobre las enfermedades infecciosas y las medidas preventivas”.
Ciertamente a todos los gobiernos esta pandemia los tomó con los dedos contra la puerta. A unos más que a otros. En varias naciones, donde los gobiernos tuvieron más de dos dedos de frente para darse cuenta de la gravedad del virus, hoy avanzan, lentamente, pero así van, con inteligencia y sensatez.
En otros países no es igual: les va mal. Y si tienen pueblos indígenas, ellos quedan al último de la atención en las ciudades y las pequeñas poblaciones.
Sí, porque señala Naciones Unidas, que los pueblos indígenas experimentan un alto grado de marginación socioeconómica y corren un riesgo desproporcionado en las emergencias de salud pública, “haciéndose aún más vulnerables durante esta pandemia mundial, debido a factores como su falta de acceso a sistemas eficaces de vigilancia y alerta temprana y a servicios sanitarios y sociales adecuados”.
Triste, pero verdadero, tanto como el hecho de que si bien los orígenes exactos de Covid-19 aún no se han confirmado, como advierte la ONU, “los investigadores conocen bien el vínculo entre el daño ambiental y la pandemia”, pero además gracias a los conocimientos tradicionales y su relación con el mundo natural, los pueblos indígenas “saben desde hace tiempo que la degradación del medio ambiente tiene el potencial de desencadenar enfermedades”.
En México, por desgracia, la voluntad de un solo hombre, se impone ante la sensatez y la advertencia de la destrucción que causará en el sureste el Tren Maya.
No piensa, como dice la ONU: “A medida que luchamos contra la propagación de la pandemia, es más importante que nunca salvaguardar a estos pueblos y sus conocimientos. Sus territorios albergan el 80% de la biodiversidad del mundo y pueden enseñarnos mucho sobre cómo reequilibrar nuestra relación con la naturaleza y reducir el riesgo de futuras pandemias”.
Advierten que estos pueblos experimentan un acceso deficiente a la atención sanitaria, tasas significativamente más altas de enfermedades transmisibles y no transmisibles, falta de acceso a servicios esenciales, saneamiento y otras medidas preventivas clave, como agua limpia, jabón, desinfectante, etc.
Hacen notar que la mayoría de las instalaciones médicas locales cercanas, si es que las hay, suelen estar mal equipadas y carecen de personal. Incluso cuando los pueblos indígenas pueden acceder a los servicios de salud, pueden enfrentarse al estigma y la discriminación. Un factor clave es asegurar que en esas instalaciones se presten servicios en lenguas indígenas y, según proceda, en función de la situación específica de los pueblos indígenas.
Y algo preocupante es que sus estilos de vida tradicionales son una fuente de resiliencia, “pero este momento pueden representar una amenaza para evitar la propagación del virus. Ejemplifican al recordar que la mayoría “organizan periódicamente grandes reuniones tradicionales en sus comunidades para conmemorar acontecimientos especiales como, cosechas, ceremonias de llegada a la mayoría de edad, etc. Algunas familias indígenas también viven en viviendas multigeneracionales, lo que les pone en peligro, especialmente a los ancianos”.
Ellos tendrán su festejo del Día Internacional que se celebra este mes de agosto. Se denominará: “Covid-19 y la resiliencia de los pueblos indígenas”, ocasión para la cual preparan un evento especial “que incluirá un panel de discusión sobre las formas innovadoras en que los pueblos indígenas continúan demostrando resistencia y fortaleza frente a la pandemia mientras se enfrentan a graves amenazas contra su supervivencia”.
Dicho evento se llevará a cabo en línea. Será un seminario web interactivo que reunirá a organizaciones de pueblos indígenas, agencias de la ONU, Estados Miembros, sociedad civil y partes interesadas relevantes.
Afirman que los panelistas compartirán buenas prácticas con la audiencia con el objetivo de resaltar cómo la preservación y promoción de los conocimientos y prácticas tradicionales de los pueblos indígenas se pueden aprovechar más plenamente durante esta pandemia para reconstruir con más fuerza.