Por Jesús Michel Narváez
Antes de la elección-designación de los 4 nuevos consejeros del Instituto Nacional Electoral y conocidos los nombres de los finalistas: dos mujeres y dos hombres, las suspicacias afloraron con un solo personaje: Carla Astrid Humphrey Jordan.
Para algunos observadores, políticos y al final del camino los periodistas –los que saben del tema, por supuesto- infirieron que la nueva consejera respondía a los intereses del PAN e incluso diputados de Morena la consideraron como el caballo de Troya del albiceleste; otros más acuciosos (entre ellos yo) dejaron volar la imaginación y ataron cabos: es recomendada de Santiago Nieto Castillo, titular de la Unidad de Inteligencia Financiera de la Secretaría de Hacienda. “Va a exigir la Comisión de Fiscalización para darle a su antiguo jefe informes privados y de primera mano”, apuntaron algunos en sus columnas de análisis político.
Sin embargo, el pasado viernes se conformaron las nuevas comisiones y doña Carla Astrid fue elegida para presidir la Comisión de Igualdad de Género y No Discriminación.
¿Se acabaron las especulaciones? No.
Porque doña Carla Astrid es integrante de la Comisión de Fiscalización que preside Adriana Favela Herrera (veterana) y también la completan Uuc-kib Espadas Ancona (nuevo) Jaime Rivera Vázquez (segunda designación) y el súper veterano Ciro Murayama Rendón.
Entonces doña Carla Astrid sí tendrá información de primera mano por cuanto a la fiscalización de recursos comprendidos en las prerrogativas que por Ley entrega el INE a los partidos y de las cuales deben rendir cuentas sin ocultar nada.
Sabrá a quienes se podría sancionar y qué causa orilla al INE a tomar la decisión. Para nadie es un secreto que los partidos políticos como entes pero los responsables son sus dirigentes, se allegan recursos de diversas maneras y no los reportan al presentar sus respectivos informes. La información, que en principio está reservada hasta la toma de decisiones, podría estar en el escritorio de Santiago Nieto desde antes de hacerse pública y podría, con razón justificada, iniciar investigaciones que servirían para demostrar que los partidos políticos de oposición violentan la ley.
Podría decirse que la llegada de Carla Astrid Humphrey Jordan fue consenso entre los diversos grupos políticos de la Cámara de Diputados pero se estaría mintiendo. Más de dos docenas de legisladores de Morena dudaron en darle su apoyo; también los del PT pero finalmente fueron convencidos y se allanaron de sus posiciones en contra.
Poco vivirá, por supuesto si supera el Covid-19, el que no vea el accionar de la nueva consejera federal durante el proceso electoral que inicia en 29 días.
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