¨*Cuitláhuac García de Alfombra
Por Jesús Michel Narváez
Contradicciones cotidianas: así como digo una cosa digo otra. Es la palabra presidencial la que pierde el rumbo. Un día llama conservadores, casi golpistas y separatistas a los firmantes –sin comprobar que sean sus letras- del Bloque Opositor Ampliado (BOA) y otro afirma que en la democracia se vale no estar de acuerdo con su gobierno.
Ah, sin embargo, establece: “Yo llegué con el apoyo de los mexicanos, de la mayoría de los mexicanos, de millones de mexicanos que me apoyaron y el poder emana del pueblo y en la democracia es la mayoría la que decide, respetando a las minorías, respetando las libertades. Agradezco mucho a la mayoría de los mexicanos que me sigue apoyando, respaldando”.
Le irrita que su BOA no haya tenido el éxito deseado y que otra vez hayan salido miles de personas a bordo de sus automóviles para pedir su renuncia.
Por supuesto, esa acción es de cacerolismo puro.
Allá, en Xalapa, el gobernador –cobra como tal aunque nadie lo respete y quiera- Cuitláhuac García la enderezó contra los gobernadores del PAN y los llamó golpistas. Tendiendo la alfombra roja para que los pies de su divinidad no se mojen y lastimen, mostró que ser lacayo y abyecto paga y bien.
Porque a pesar de las denuncias en su contra, su jefe y guía salió en su defensa y expresó “… Cuitláhuac García que se ha destacado por su trabajo, por su actuación eficiente, honesta; es un buen gobernador de este gran estado de Veracruz”.
A pesar de todo, es su protegido. Los veracruzanos no creen en la palabra del residente de Palacio Nacional y simplemente esperan al primer domingo de julio del próximo año para demostrarlo.
García, quien después de calificar a sus homólogos de “golpistas y separatistas” pidió la unidad para salir adelante por la tragedia del Covid-19.
Seguramente sus pares le dirán que se vaya a la finca del Presidente López allá en Palenque, Chiapas.
El veracruzano dice que su “gobierno concuerda con los planteamientos de la Federación para impulsar una transformación de fondo con las políticas y principios de la Cuarta Transformación”.
Ni modo que diga otra cosa cuando lo que le falta es la personalidad de un gobernador que defiende la soberanía y libertad de su Estado.
Es parte de la obligación de quienes le deben todo al Presidente de la República por el que votaron 30 millones de 89 con posibilidad de hacerlo. Sí, ganó abrumadoramente pero por la inasistencia de 50 millones de ciudadanos. A las cosas hay que llamarlas por su nombre y no dejarse influenciar por una mayoría relativa.
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