“El Escándalo”

Tres Mujeres, un Acosador

Por Horacio Armando Hernández Orozco

“El Escándalo” (“Bombshell”), película estadounidense dirigida por Jay Roach; con la actuación de Charlize Theron (Megyn Kelly), Nicole Kidman (Gretchen Carlson), Margot Robbie (Kayla Pospisil), John Lithgow (Roger Ailes), Malcolm McDowell (Rupert Murdoch) y Allison Janney (Susan Estrich); se estrenó el 20 de diciembre de 2019.

Gretchen Carlson es presentadora del programa Fox & Friends de la cadena Fox News, y sin motivo aparente se le ha cambiado a un horario de baja audiencia, por lo que consulta a unos abogados, pues quiere demandar en lo personal a Roger Ailes, quien es el CEO de la televisora.

La película se centra en las historias de varias mujeres trabajadores de Fox News y sus alegatos sobre acoso sexual del fundador Roger Ailes, quien dimitió a su cargo, sin que se resolvieran las acusaciones, ya que murió en 2017.

LA VÍCTIMA QUE SE VA

Para subsistir, Gretchen Carlson debe soportar los comentarios machistas de sus compañeros de trabajo, ella está decidida a denunciarlos, pero va a necesitar que la apoyen otras acosadas, a sabiendas del peligro existente; así que presintiendo que pronto será despedida por su actividad rebelde de reivindicar a las mujeres, consulta a un despacho de abogados para entablar una demanda por acoso sexual contra Roger Ailes.

Esta denuncia en contra de Ailes es movimiento audaz e inteligente, pues no demandó en forma directa a la televisora, sino a la cabeza de la misma, lo cual al final repercutiría en estación.

Gretchen representa a esa mujer madura que no está dispuesta a seguir cediendo a las peticiones sexuales de Roger Ailes a fin de seguir en un horario estelar, sabe que ha llegado el momento de afrontarlo y aunque no logre ganar ante la Corte, lo importante es la denuncia pública en sí misma; ella será despedida, pero esto es el inicio del fin para Ailes.

El personaje de Gretchen Carlson imbuye tristeza, agresividad y mantiene su belleza pues, en la vida real, Carlson fue Miss América 1989; esta mujer demuestra lo que ha sufrido una víctima de acoso sexual y el costo humano que representa.

LA VÍCTIMA QUE SE QUEDA

Megyn Kelly se dirige al espectador narrándole cómo funciona la televisora, los diversos pisos, quien manda y quien obedece, cual es la política a seguir y prácticamente quien tiene derecho a ascender.

De entrada, parece un vertiginoso documental que mezcla con rapidez tomas ficticias con algunas reales, con secuencias presentadas con tuits que se mezclan a perfección con el tiempo en que suceden los hechos, el trasfondo es el debate político generado por el candidato republicano a la presidencia de los Estados Unidos: Donald Trump.

Megyn ha sido designada dentro de la tercia de periodistas que formularan las preguntas incomodas a los candidatos, y se lanza con dureza y agresividad contra Donald Trump por todos sus comentarios misóginos, lo cual le trae consecuencias negativas, pero gana rating.

La gente en la calle la identifica con “el sistema”, pues en ese tiempo, ella es la cara visible del sistema, y está perfectamente consciente de su poder; es una presentadora muy exitosa, que ha aprendido a regañadientes cómo funciona el juego para que la cadena transmita todo el día y mantenga su teleaudiencia: mujeres bellas con vestidos reveladores, de piernas bien torneadas, blancas, rubias de ser posible.

Kelly es dura, agradable, valiente, es el divismo y el egocentrismo de una estrella, así como las contradicciones internas de una mujer muy capaz e inteligente que con sus decisiones pone en riesgo buena parte de lo que ha construido hasta el momento.

Ella, como todos en Fox News, sabía que Roger Ailes era un acosador, pero no hizo nada al respecto; sin embargo, al final apoya a Gretchen en la lucha desigual contra el poderoso Ailes.

El personaje de Megyn Kelly imbuye el ego, la ambición, la neurosis y la vulnerabilidad; esta mujer demuestra lo que ha sufrido una víctima de acoso sexual y el costo humano que representa.

LA VÍCTIMA QUE LLEGA

Kayla Pospisil, joven periodista recién ingresada en Fox News, trabaja en el equipo de Megyn Kelly, pero busca la noticia que cuadre con su línea profesional; se da cuenta que encaja perfectamente en la cadena y por eso habla con Roger Ailes, quien le afirma que podría ponerla frente a las cámaras, pero tiene que estar seguro “de su lealtad”. Lo que no dice es que, para él, “lealtad es sinónimo de sexo”.

La ascendente Kayla Pospisil es un personaje ficticio que fue construido a partir de los testimonios de varias mujeres que se sumaron a los testimonios contra el jerarca de Fox News; primero se presenta su entrevista con el propio Ailes, que es una escena verdaderamente desgarradora por su crudeza, ella está frente al acosador, quien le pide que se ponga de pie, de la vuelta, así podrá ver su cuerpo, las piernas de su empleada, su rostro va demostrando temor y cuando le pide que alce su falda, cada vez más, se muestra la pérdida de su inocencia, el dolor emocional que le embarga, está confundida, humillada, inconsolable, mientras Rogers la mira con lascivia; abandona la oficina desconsolada; luego, en una intensa charla telefónica con una compañera, seguidora de Hillary Clinton, le hace saber de su encuentro íntimo con Ailes, ahí muestra todo el sufrimiento y arrepentimiento por la situación de la cual se siente culpable.

El personaje de Kayla Pospisil imbuye la ingenuidad de una joven, la inseguridad de una principiante que se debate íntimamente con su ambición de crecer en un mundo ultra competitivo; esta mujer demuestra lo que ha sufrido una víctima de acoso sexual y el costo humano que representa.

La cinta es un análisis cáustico del poderoso y controversial imperio mediático de Fox News que estuvo detrás de las campañas de Richard Nixon, Ronald Reagan o la familia Bush, y sirve, además, para hablar de las mujeres que derribaron a quien lo creó; sin embargo, el escándalo de Harvey Weinstein y la muerte previa en 2017 de Ailes, fueron dos factores para que en Hollywood se produjera esta película, lo cual es vergonzoso, pues el silencio de los abusos sexuales es sinónimo de complicidad.

Más allá de ser una denuncia abierta a un acosador sexual y a la gente que lo permitió, la película es una educada corrección a la nefasta práctica del acoso sexual; no obstante, fue el detonador del movimiento #MeToo, que ha servido para limpiar Hollywood de aquellas personas que habían abusado sexualmente de otras.

En el avance cinematográfico del filme se afirma: «Lo que empezó como un susurro, acabó como una bomba», pero en México ¿ya estalló la bomba o aun no empieza el susurro?

La mejor respuesta la tendrá como siempre nuestro amable lector…

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