*Reventa Satisface Demanda en Hospitales Privados
*Tramposa Recolección de Donaciones se Está Realizando
*Cruceros: Mini Negocios con Venta de Milagroso gel
*Seudo Empresarios y la Venta de Escudos Bucales
*Remate: Aumento Injustificado en Precios de Alimentos
Por Rafael Navarro Barrón
Cuando se aplane la espantosa curva de contagios en nuestro país, la noticia, inevitablemente, será la existencia de los oportunistas del Covid-19 que, no necesariamente, será Manuelito Bartlett quIen fue pillado vendiendo ventiladores a diferentes entidades públicas del gobierno federal.
No, en esta vorágine social y sanitaria, observaremos como una gran cantidad de negocios, empresarios y seudo empresarios cayeron en la red de su ambición económica y, sin pudor, encarecieron alimentos, insumos médicos y traficaron con cientos de miles y quizá millones de tapabocas y ropa hospitalaria para evitar el contagio de médicos y enfermeras.
Dicho de otra forma, lucraron con el dolor de la pandemia y muchos de ellos se enriquecieron, impúdicamente, a través de una reventa que solo sirvió para satisfacer la demanda en hospitales privados, grandes centros comerciales, oficinas de gobiernos, industria maquiladora, políticos oportunistas y particulares.
Y qué decir de la tramposa recolección de donaciones realizadas por asociaciones oportunistas, médicos y enfermeras que, ante el pretexto de no contar con insumos médicos, han estado solicitando recursos a organismos locales, empresarios y gente de buena fe.
Las esquinas y principales cruceros de las avenidas de Ciudad Juárez se llenaron de pequeños centros de venta del milagroso gel antibacterial, producido en laboratorios caseros; o los obligatorios tapabocas de todas medidas y diseños. Allí se muestran aún, a un público ávido de combatir la pandemia, los modelos disponibles y las cajas de guantes quirúrgicos de todos tamaños y colores, muchos de ellos saqueados de hospitales públicos.
Mucho del gel y los tapabocas no provienen de negocios autorizados por la Cofepris. Carecen de marcas, no fueron elaboradas en empresas autorizadas por el gobierno. Se elaboraron en los improvisados centros de diseño domésticos.
Los seudo empresarios lanzaron a la venta toneladas de escudos bucales, que nadie garantiza su efectividad. ¿Y el precio?, eso es lo interesante. Antes de la pandemia, costaban 15 pesos y se podían conseguir hasta en 10 pesos; ahora cuestan arriba de 50 y hay modelos que rebasan los 100 pesos por eso de la ley de la oferta y la demanda.
La gran duda que brinca a la hora del análisis. ¿Cuál es la participación del gobierno federal, el único responsable de la regulación de los precios y los productos? Parece que ninguna. La Profeco, en esta administración federal, se ha convertido en una instancia de adorno, rijosa y sin ninguna acción reguladora que haga justicia al consumidor.
En la escasez alimenticia, durante los primeros días de la cuarentena, el pueblo peleaba una cartera de huevo que se cotizaba en el mercado hasta en 100 pesos. La tibia autoridad refirió que veinte compañías, incluyendo la poderosa Bachoco, estaban en la lista negra y les dio plazo para recomponer la situación.
Por aumento injustificado de precios, la Procuraduría Federal del Consumidor (Profeco) emitió 20 apercibimientos y requerimientos de información.
Se trató de 20 empresas clave en la cadena de producción y distribución de productos e insumos básicos como huevo, frijol, harina de nixtamal, abarrotes y maíz.
El Procurador Ricardo Sheffield Padilla dijo que ello en uso de las facultades extraordinarias que le otorga la Ley Federal de Protección al Consumidor.
Dentro del sector avícola fueron apercibidos: Industrias Bachoco, Productos Avícolas El Calvario, Empresas Guadalupe, Gena Agropecuaria, y Proteína Animal.
En el escenario comercial, los empresarios de ciudad Juárez se convirtieron en émulos del Rey Midas. Todos los productos incrementaron el valor comercial y sin ningún rubor se ensañaron con un pueblo dolido y asustado por la escasez y la incertidumbre… y lo siguen haciendo.
Tristemente todos nos quejamos de los incrementos que sufrieron los productos de la canasta básica y hemos aguantado cuanto abuso se produce en la cadena alimenticia y en la adquisición de artículos de limpieza.
Pero quizá, lo agudamente grave, lo doloroso, será escuchar la gran cantidad de testimonios que documentarán la venta de artículos médicos, a gran escala, donde participaron empresarios oportunistas y sin ética…como siempre.
mcimexico.usa@gmail.com y al teléfono (656) 2873400.