Por Arturo Lino Guzmán
Es indudable que la experiencia que dejó a la sociedad mexicana la epidemia de la Influenza en 2009, ha permitido que estemos más alertas ante las enfermedades que amenazan a todo el país y que ocasionan histeria colectiva, pero a la vez generan pérdidas económicas incalculables ya que baja considerablemente la productividad, la planta laboral, así como los comercios se ven afectados al disminuir el ritmo, con el consabido encarecimiento de los productos básicos.
Pero también el turismo presenta complicaciones por esos eventos que ponen en riesgo la salud de millones de personas y la prueba fue que en aquella ocasión cambiamos nuestros hábitos durante casi un año, el comportamiento tuvo alteraciones y dejamos de ser afectuosos y amables, nos vimos huraños, así como desconfiados entre nosotros mismos. Además, no tuvimos visitantes extranjeros, pues la actividad turística se detuvo completamente, hubo muchos despedidos en la hotelería, restaurantes y comercios y el sector turístico estuvo colapsado.
Han pasado cerca de 11 años de aquel suceso que nos cimbró y nos hizo entender que somos vulnerables, que estamos expuestos a las nuevas enfermedades y amenazas en la salud y por lo tanto la enseñanza que nos dejó la Influenza ha puesto a la sociedad (porque al parecer, las autoridades federales de salud no entienden la dimensión de un problema de esta naturaleza que se refleja ahora en el Coronavirus) en actitud preventiva y los integrantes del sector turístico ya tomaron cartas en el asunto para que no se vuelva a repetir algo similar a los ocurrido en 2009.
Y este comentario se realiza ya que los titulares de turismo de todas las entidades del país agrupados en la ASETUR, pusieron en marcha un plan preventivo ante la amenaza que representa el eventual arribo del coronavirus al país.
Luis Humberto Araiza López, presidente de la Asociación y Secretario de Turismo de Baja California Sur, encabezó la primera sesión de este año de la ASETUR, en la que se anunciaron medidas específicas para atender esta situación y ante Miguel Torruco Marqués, secretario de turismo federal, consideraron la necesidad de establecer una estrategia clara para atender la emergencia del coronavirus, en el momento en que llegue a nuestro territorio, en función de las recomendaciones que emite la Organización Mundial de la Salud (OMS).
Acordaron mantener un adecuado canal de comunicación y coordinación interinstitucional y con prestadores de servicios de viajes y turismo, así como evitar el pánico, para no afectar el flujo de turistas.
Adicionalmente, se estableció la necesidad de un plan emergente que permita contener la emergencia en los aeropuertos del país, a través de las recomendaciones en materia sanitaria que deberá seguir la población en general.
El acuerdo de los secretarios de Turismo del país, fue actuar en estrecha coordinación con las autoridades sanitarias, para atender cualquier eventualidad, con el objetivo de salvaguardar la salud de los viajeros.
Esta actitud proactiva es de suma importancia ya que se deben disminuir los riesgos de brotes y por ser los aeropuertos a donde arriban los turistas extranjeros, es donde se debe poner más atención, ya que de no tomarse las medidas adecuadas y de manera oportuna las consecuencias pueden ser catastróficas.
Recientemente se documentó el caso de ocho estudiantes de Guanajuato procedentes de China a donde fueron por motivos académicos pero por temor al contagio, prefirieron regresar a México, vía Corea, en donde fueron minuciosamente revistados a su arribo, sin embargo, a su llegada a la Ciudad de México, ningún filtro, nadie los revisó e incluso opinaron los jóvenes que era irresponsable de parte de las autoridades aeroportuarias y de salud no llevar a cabo los protocolos correspondientes para evitar contagios. A su llegada a Guanajuato, sí los atendieron y los pusieron en cuarentena.
Asimismo, la aerolínea del caballero águila, la primera en poner en práctica medidas preventivas para evitar que ciudadanos procedentes de países en donde se ha desarrollado rápidamente la epidemia del coronavirus, que consisten en dar restricciones de entrada a territorio estadounidense de personas que 14 días antes de su viaje a Estados Unidos, hayan estado en la República Popular China.
Actuar con anticipación, nos permitirá evitar muchos dolores de cabeza y sobre todo y por supuesto, lo más valioso, pérdida de vidas.
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