Por David Marklimo
Un nuevo año ha llegado. Y con él, la posibilidad de reflexionar, de aportar nuevas ideas e imaginar otras tantas. Así que, aquí vamos, con un listado que consideramos interesante para este nuevo año, reconociendo que todos los listados son subjetivos: ya sabemos eso de que en gustos se rompen géneros. Aunque sabrán disculpar, pues el objetivo es noble y no es otro que impulsar la lectura.
Capital e Ideología, Thomas Piketty. (Paidós, Francia). El economista francés Thomas Picketty (Clichy, 1971) puso la desigualdad en el centro del debate social con su anterior libro, El capital en el siglo XXI. Su siguiente libro, abunda en esta tesis: la desigualdad no es económica o tecnológica, es ideológica y política. Dicho de otro modo, las ideas y las ideologías cuentan en la Historia. Para el diario El País, este libro representa otro aldabonazo en la conciencia occidental, pues da pistas sobre si es posible superar el capitalismo y construir una sociedad justa.
Los Errantes, Olga Tokarczuk (Anagrama, Polonia). Esto es un cuaderno de viaje que tiene como tema central el viaje mismo, pero también narraciones magníficas como el traslado del corazón de Chopin a Varsovia o la historia de un vendedor de nombres. Viajar tiene siempre una connotación positiva, que obliga al viajero a forzar la mirada e intentar comprender. Por aquí se entrecruzan fragmentos dedicados a la psicología del viaje o a las reliquias que conforman Europa. Tokarczuk viaja y escribe desde la misma barricada: la búsqueda de lo auténtico. Un libro para leer viajando, un libro para revisitar los lugares más hermosos y terribles del pensamiento occidental.
Maten a Darwin, Franco Félix (Caballo de Troya, México). Podríamos decir que asistimos a una lucha entre las familias de Charles Darwin y Patrick Matthew por el control del mundo. También podríamos decir que estamos ante uno de los libros de divulgación más importantes. Quizá decir, por último, que aquí lo que se busca es poner en estado de sitio cualquier concepto y cualquier evento a partir de su descripción profunda y exhaustiva. Pero nada de eso serviría para definir esta novela. Sí, es compleja pero es extremadamente divertida. Quizá por ello valga tanto la pena.
Serotonina, Michel Houellebecq (Anagrama, Francia). Houellebecq es un genio. Un provocador nato. Y aquí describe uno de los conflictos más profundos e irreconciliables en este siglo: el campo y la ciudad. El deseo y la búsqueda de la felicidad. En esta novela profética, se nombra a las causas económicas y culturales que provocaron el hundimiento del campo, las cuales, más tarde, desatarían el levantamiento de los chalecos amarillos o, antes, el movimiento antiglobalización y ruralista de Bobe. Serotonina es protagonizada por una persona que ha perdido toda la esperanza, que rememora su pasado. Tenemos, entonces el cuadro del fracaso de Occidente y la crisis sexual que nos ha vuelto adictos a las píldoras como el Viagra.
Lectura Fácil, Cristina Morales (Anagrama, España). Un libro feminista que levanta ámpulas en la izquierda. Así podríamos definir esta novela de Cristina Morales (novela a cuatro voces con cruce de géneros y estilos de temática anarquista). Vivimos en una sociedad hipócrita -por decir lo menos- que vive pendiente de lo correcto, tanto política, social y culturalmente. La novela lo define como el macho-facha-neoliberal, entendido esto como verdadero el poder opresor. Denuncia su sutil presencia en el elogio al espíritu de superación, y reivindica el odio al dominador y la emancipación sexual. Se nos exponen, como una bofetada, las condiciones de por qué nunca es posible cuestionar el capitalismo, el machismo y el patriarcado. No es una lectura fácil, pero sí es una indispensable.