Por Jesús Michel Narváez
Durante sus primeros 12 meses de gobierno, Andrés Manuel López Obrador postuló que nunca más se utilizarían las instituciones de manera facciosa.
Defendió su postura achacando al pasado los errores en la aplicación de la justicia.
Hace apenas dos días, el fiscal general de la República, Alejandro Gertz Manero protestó por la constante aparición en los medios del titular de la Unidad de Investigación Financiera, Santiago Nieto Castillo para anunciar las investigaciones que se realizan. En más de una ocasión personalmente ha desmentido lo que horas o minutos antes declaró. (Están las grabaciones de los reporteros que lo han entrevistado).
Ante la insólita protesta, que surge de la autonomía constitucional que se otorgó a la Fiscalía General, en la mañanera de ayer la periodista Noemí Gutiérrez, de Reporte Índigo. Preguntó:
“Ayer –el miércoles- el fiscal general de la República, Alejandro Gertz Manero, acusó que desde el gobierno federal existen unidades que no respetan la presunción de inocencia y eso está vulnerando el debido proceso, esto en clara referencia a la Unidad de Inteligencia Financiera. ¿Qué opinión le merecen estas declaraciones del fiscal?
La respuesta: Ya estamos buscando entendimiento, que haya una sana relación, que haya comunicación para definir qué se puede informar, qué no se puede informar, qué es lo afecta el llamado debido proceso, cuáles son los límites, qué sí puede hacer la Unidad de Inteligencia Financiera en cuanto a información y qué no puede hacerlo.
Vamos a definir bien los campos y esto se va a arreglar, porque sí hubo esta protesta de parte del fiscal en defensa de su autonomía, en ejercicio de sus facultades y hay que respetar.
Al mismo tiempo es muy importante la Unidad de Inteligencia Financiera, por aquello de si quieres dar con el delincuente, síguele la pista al dinero.
Repreguntó la reportera: ¿Le pediría a Santiago Nieto que fuera más prudente en sus declaraciones?
La respuesta: Vamos a reunirnos. Santiago no hace nada sin consulta con el presidente, o sea, no es echarle la culpa a él, es que también, hablando con franqueza, imagínense, si yo aquí me dedico a estar informando sobre lavado de dinero, no me corresponde, entonces, lo tiene que hacer otro servidor público, pero también siempre y cuando no se afecte el debido proceso, nosotros estamos obligados a actuar con apego a la legalidad. Entonces, es cosa de ponernos de acuerdo.
Luego, entonces, es el propio Presidente el que ordena a Nieto que enlode a la gente, viole el debido proceso y ponga en alerta a los presuntos culpables. Aunque habría que señalar que por la forma en que expone los casos los imputados perdieron la presunción de inocencia y desde ya son culpables por el dedo santo de López Obrador y la ejecución de un personaje que no es fiscal pero se toma las atribuciones.
El Presidente ha sido constante en su crítica hacia los gobiernos del pasado y muy claro en comprometerse a no usar las instituciones para fines políticos.
Sin embargo, como dicen los juristas: admisión de culpa relevo de pruebas.
“Santiago no hace nada sin consulta con el presidente”.
Directa y a la cabeza la aceptación de quién da las órdenes. Y como se dice en la milicia: las órdenes no se discuten, se cumplen.
Y Nieto es obediente al máximo. Va más allá de sus facultades pero como tiene el visto bueno presidencial, nadie ni nada lo detenía. Hasta que saltó la liebre, es decir el Fiscal y entonces no queda más que de una sopa porque la fideos se acabó.
¿Encontrará el Presidente la manera de seguir utilizando la UIF para fines políticos o el fiscal tendrá que renunciar? Es pregunta que amerita respuesta… que nunca llegará.
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