*Podrían Republicanos Sumarse al Impeachment
*Buscan su Relección y Abandonar al Presidente
*Los 2 Anteriores Juicios los Rechazó el Senado
Por Joel Armendáriz
Como los condenados a muerte que tienen que recorren la línea verde que conduce a la cámara de gases para ser ejecutado, Donald Trump comenzó a caminar por ella. Quizá la llamada “del gobernador” -hay que leer los senadores republicanos- lo salven de última hora pero hay un problema: los congresistas quieren ser reelectos en las próximas elecciones y si los demócratas saben jugar sus cartas aprovecharán hasta el mínimo de oportunidad para demostrar que el presidente “le mintió al Congreso y al pueblo”.
El resultado sería catastrófico para los republicanos y ello hace suponer que algunos de ellos, con 25 serían suficiente, el juicio político en contra del habitante de la Casa Blanca prosperaría y Trump pasaría a la historia como el primer presidente destituido.
La historia política de los Estados Unidos registra únicamente dos procesos de impeachments a los presidentes, los dos del Partido Demócrata: en 1868 a Andrew Johnson y en 1998 a Bill Clinton. Ambos procesos fueron aprobados por la Cámara de Representantes pero rechazados por el Senado.
Ahora los tiempos cambiaron como ha cambiado todo lo relativo al ejercicio político. La globalización cuenta y mucho. Diversas opiniones se han registrado al conocerse que la Cámara de los Representantes aprobó llevar a juicio a Donald Trump. Muchos coinciden: no pasará en el Senado, pero otros, los menos, estiman que habrá senadores republicanos que no estén de acuerdo con las acciones del magnate inmobiliario y podrían unirse a los demócratas en la votación programada para el 19 de enero.
LA FUERZA DE LOS ENEMIGOS
En la vasta tierra de Estados Unidos –una tercera parte hurtada a México- se comenta que los adversarios de Trump, que ha propiciado personalmente con sus draconianas decisiones en contra de China, la Unión Europea y hasta en América Latina, podrían cabildear en el Senado para lograr que los republicanos se sumen a la sanción que llevaría al presidente a ser destituido.
En el mundo globalizado se tiene la clara concepción de que con el actual mandatario estadunidense la paz pende de un hilo y el comercio y las finanzas se encuentran amenazadas por quien sin experiencia política arrebató la Presidencia a los demócratas que postularon a Hillary Clinton, quien contaba con el respaldo de Obama y ni así ganó en el colegio electoral.
¿Qué tanto pesará China, poseedora de la mayor cantidad de bonos emitidos por el Tesoro de Estados Unidos?
¿La cumplida amenaza de aplicar aranceles a centenares de artículos y productos chinos contará para mal de Trump o será su tabla de salvación?
¿Mostrar la fuerza militar y manipular a la OTAN es una buena carta o apenas un 7 de espadas?
Para Trump esta navidad y el inicio del 2020 no le dieron tranquilidad. Al contrario. Lo convirtieron en el presidente más irascible que ha tenido la nación de las barras y las estrellas.
En Washington causó estupor que los demócratas ganaran la votación y que Trump haya sido sentado en el banquillo de los acusados con la mitad de los ciudadanos actuando como fiscales.
Si el Senado rechaza la acusación, Trump habrá caminado por la línea verde pero nunca habría llegado a la cámara letal.