El Desafinado Canto de Emilio Lozoya

Galaxia Política

*La FGR Quiere Nombres de Expoderosos

*La Noruega DNV Parece Salvar a Mancera

Por Jesús Michel Narváez

Cantar requiere haber estudiado para saber jugar con la garganta, respetar los tonos, no pretender dar el DO de pecho sin una voz educada y grandes pulmones. Hay quienes suponen que lanzar aullidos es “falsete”. No saben cantar, pero inventan y culpan al músico de no llevar el ritmo.

Cantar y bien, es un don que requiere educación, maestros que enseñen a dominar el diafragma y el fraseo.

Los que llegan a “cantar” ante los fiscales federales no leen música, olvidan la letra, recuerdan vagamente los hechos y no aportan nada. ¡Ah!, si la autoridad pide nombres de los autores musicales, son capaces de entonar O Sole mío con impresionante registro de voz. Sin embargo, la ausencia de profesionalismo aflora. Y es que cantar en el Karaoke nada tiene que ver con las denuncias de los soplones.

El 20 de febrero de 2020, en Málaga, España, fue detenido Emilio Lozoya Austin y traído a México el 17 de julio. Se presumía que iría al reclusorio en donde pasaría, cuando menos, algunos días hasta que el juez de control decidiera si lo sometía o no a proceso. El 29 de julio fue vinculado. Desde su arribo no ha pisado la cárcel ni siquiera para firmar. Primero el hospital de lujo y más tarde en su palaciega residencia de Las Lomas.

Han transcurrido 14 meses desde que se inició el proceso. Acogido al término de “testigo colaborador”, el exdirector de Petróleos Mexicanos ha mencionado, de acuerdo con la información posible de conocer proporcionada por la Fiscalía General de la República o por los abogados de la defensa, en sus declaraciones ha hecho mención de 71 personas que presuntamente estuvieron involucradas en los delitos que se le imputan: realizar operaciones con recursos de procedencia ilícita, asociación delictuosa y cohecho. De todos los mencionados, solamente uno fue imputado y se encuentra en el reclusorio, al que asistió a una audiencia y no volvió a la calle, el exsenador Jorge Luis Lavalle.

Por filtraciones e informaciones “off the record”, no por documentos oficiales, se ha sabido que la FGR pretende encontrar los elementos para llamar a cuentas a los expresidentes Felipe Calderón y Enrique Peña Nieto. Son los nombres que permiten a Lozoya mantenerse nadando cómodamente.

Ha desvelado que Luis Videgaray y Pedro Joaquín Coldwell, entre otros funcionarios de alto nivel, tuvieron conocimiento de los sobornos de la brasileña Odebrecht y en la compra de la empresa Agronitrogenados, que fue adquirida con un sobreprecio de 200 millones de dólares. Hasta ahí llega su historia. Por lo menos la que se conoce públicamente.

A Lavalle lo aprehendieron al estilo americano: los Sheriff no lo dejaron salir. Se le acusa de haber recibido millones de pesos para aprobar la Reforma Energética, cuyo presunto operador intelectual fue Videgaray y el ejecutor Lozoya.

Sin que en su tiempo se realizara la Reforma Energética o la adquisición de Agronitrogenados, también surge a la palestra Carlos Treviño Medina, quien fuera director de la petrolera los dos últimos años del gobierno de Calderón. Ricardo Anaya está en la misma bolsa, porque definió la acción como “la más valiosa en términos de fomento productivo y económico” y apoyo todas las iniciativas del gobierno de Peña Nieto.

El exjefe nacional del PAN fue citado por un juez de control atendiendo la petición de la Fiscalía General de la República y no acudió. Salió del país y desde hace un mes el presidente López lo trae a toallazos y le demanda no ampararse y no huir. “El que nada debe, nada teme”.

Anaya no cree en la justicia mexicana y como ejemplo señala la detención arbitraria de Rosario Robles, por el delito de “de ejercicio indebido del servicio público”.

Acudió a la audiencia ordenada por el juez Felipe de Jesús Delgadillo Padierna de manera voluntaria. No se requirió el uso de la fuerza pública para presentarla. Llegó sin amparo bajo el brazo. Sin embargo, supo cuando entró al reclusorio sur pero no cuando saldrá. Se le decretó la prisión preventiva por 2 meses y ya cumplió 25 meses encarcelada. Se le ofreció el trato similar al de Lozoya y presuntamente, porque tampoco es oficial, se le solicitó involucrar al expresidente Peña a lo que se negó y junto a la decisión de los fiscales no le aceptó la petición de amparo para seguir el proceso en su domicilio.

Querían que hiciera la segunda voz con Lozoya. No cuadraron las voces de tenor y soprano. Ella sigue en Santa Martha Acatitla. Lavalle en el Reclusorio Norte y Lozoya en su residencia de las Lomas.

Es la justicia selectiva.

METEORITOS

En San Lázaro corre una versión que, salvo error u omisión, colocará a la bancada del PRI al servicio de Morena y sus aliados oficiales: PT y PVEM. La falta de diputados para lograr mayoría calificada -algo imposible sin la presencia de los tricolores o los panistas-, ha propiciado que el mismo presidente López exprese su intención de “buscar a los del PRI” para que sus iniciativas de reforma constitucional no se queden en la congeladora. El tema no es simple. El PRI, su dirigente Alejandro Moreno, firmó el acuerdo legislativo con sus pares del PAN, Marko Cortés y del PRD, Jesús Zambrano, para fortalecer el bloque y frenar a Morena que, con lo que tiene, puede avasallar en leyes secundarias. No tendría lógica una ruptura entre los tres a menos que a los tricolores les sepan algo más de lo que se conoce. Y con el desacierto del PAN de haber invitado al extremista de derecha, Santiago Abascal y firmado la Carta Madrid, parecería que la oposición de los tres quedará reducida a la nada. Por ello, no es descabellada la idea de que la bancada del PRI se allane a ser un pedazo del muro de contención a Morena y se pase del otro lado. *** La tardanza para para a conocer la segunda parte del dictamen que realiza la empresa noruega DNV, revela que hubo interés en acomodar las cosas que provocaron la tragedia del 3 de mayo en la Línea 12. De entrada, se muestra que el sobrepeso de los trenes venció la resistencia de las vigas de acero a las que además les colocaron mal los pernos nelson. Y una verdadera sorpresa: el siso de 2017 no causó daños en la estructura. ¿Quién se salva? Miguel Ángel Mancera. Los culpables, a simple vista: los soldadores y, por supuesto, los ingenieros que no calcularon el peso de los convoyes.

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