*La Detención de Genaro García Luna en Dallas, Texas
*¿Culpable? ¿Inocente? Sabremos al Concluir el Juicio
*Los Procesos Penales en los Estados Unidos
Por Iván Ruiz Flores
Con la espada desenvainada andan en Estados Unidos, respecto a las actividades de los cárteles de la droga mexicanos.
Más vale que todos aquellos que han solapado a los narcotraficantes, sea porque recibieron untadas de dinero o porque les “nació” colaborar con ellos, pongan sus barbas a remojar.
En efecto si no es ahora, será a futuro no muy lejano que deberán pagar ante la justicia. Y como en México ese tipo de personajes gozan de impunidad, las autoridades judiciales del vecino país actúan y…
Y sucede lo que acaba de ocurrir el martes de la semana pasada con Genaro García Luna, quien presuntamente recibió sobornos de “El Chapo” Guzmán o el Cártel de Sinaloa y fue detenido en Dallas, Texas.
La realidad es que, en aquella nación (aseguran los que saben) tanto el gobierno federal como los estados están facultados para procesar delitos penales. El gobierno federal y cada uno de los estados cuentan con sus propios estatutos penales, sistemas de tribunales, fiscales y agencias policiales. Que un delito particular sea procesado por el estado o por el gobierno federal depende de factores demasiado numerosos y complejos.
Como consecuencia, tanto de la legislación como de la práctica, los delitos que con mayor frecuencia son procesados por el gobierno federal, – explican en la Guía Sobre los Procesos Penales en los Estados Unidos- incluyen los relacionados con el narcotráfico, el crimen organizado y los delitos financieros, fraudes a gran escala y aquellos delitos en el que existe un interés federal especial, por ejemplo, los cometidos contra funcionarios federales y los fraudes en contra de los Estados Unidos.
Asimismo, existen ciertos delitos que solamente el gobierno federal puede procesar. Entre ellos se incluyen los relacionados con aduanas, con impuestos federales y los de espionaje y traición.
Los estados procesan la mayoría de los delitos contra las personas, como asesinatos y agresiones, y muchos en contra de la propiedad, como robos y asaltos. De hecho, los estados procesan un número mucho mayor de delitos que el gobierno federal, puntualiza.
Además, dicen que, aunque existen diferencias en los procesos penales entre los distintos estados y entre éstos y el gobierno federal, ciertos principios medulares del derecho penal y la práctica en los Estados Unidos se aplican por igual a todas las investigaciones y procesos estatales y federales. En primer lugar, en todo el país la investigación y el proceso de un delito son responsabilidad del poder ejecutivo. Los fiscales, investigadores y policías son miembros del poder ejecutivo y no del judicial.
La Guía advierte también que, en Estados Unidos no existe el concepto de juez investigador, como los hay en los sistemas civiles.
Por lo tanto, el papel de los jueces en la investigación de los delitos es limitado. Sin embargo, ciertas acciones durante una investigación sólo pueden llevarse a cabo con la autorización de un juez.
Solamente un juez puede dictar una orden de cateo e incautación de pruebas de delitos; solamente un juez puede ordenar la grabación de conversaciones telefónicas; solamente un juez puede tomar medidas para obligar a cumplir una orden de comparecencia (orden de que un testigo rinda testimonio o presente documentos u otras pruebas que obren en su poder, bajo pena de privación de la libertad si se niega a hacerlo); y, excepto en circunstancias limitadas, solamente un juez puede dictar orden de arresto contra una persona acusada.
Asimismo, siempre que un fiscal (o, en algunos casos, un policía) determina que se requiere este tipo de acción judicial en una investigación, presenta una solicitud formal ante el tribunal y plantea hechos o pruebas legalmente suficientes para apoyar la acción solicitada. Un juez dicta la orden solicitada solamente si determina que existen bases de hecho suficientes para hacerlo.
Seguramente eso sucedió en Dallas, Texas donde fue detenido García Luna.
Habrá que esperar para saber si es culpable o no.