Pensiones, Expectativas Lejanas 

Los Privilegios del Poder

Por Verónica V. González y Arnoldo Piñón

Motivado por un sistema elogiado internacionalmente, en 1997 el entonces presidente Ernesto Zedillo dio un viraje de 180 grados al sistema de pensiones mexicano e implementó un esquema pensionario privado basado en cuentas individuales, mismas que serían administradas por instituciones financieras privadas.

De esta manera los trabajadores pasaron a ser dueños de sus ahorros destinados a su jubilación y de ellos depende la responsabilidad de preocuparse por su pensión, sin perjuicio que el Estado les garantice una pensión mínima.

Su marco de referencia fue Chile, donde en 1981, bajo el gobierno de Augusto Pinochet, se instauró ese mismo sistema; sin embargo, a más de dos décadas de entrar en vigor, en México al igual que en Chile, aún está lejos de dar los resultados esperados.

Hasta ahora las expectativas sobre el sistema pensionario de cuentas individuales están lejos de cumplirse tanto en Chile como en México.

De hecho, desde hace más de un lustro el modelo de pensiones chileno está bajo constantes ataques. La extrema izquierda pide revertir el modelo de capitalización y adoptar un sistema de reparto similar al que está vigente en España y Argentina, no obstante que los analistas y especialistas han declarado el peligro de regresar al sistema de reparto, pues lejos de beneficiar las pensiones, las afectaría.

La inconformidad de los chilenos por el alza en la tarifa del metro, fue la “gota que derramó el vaso” de los problemas económicos y sociales que los aquejan, entre otros las pensiones, desde hace algunos años se discute una reforma que para muchos tiene importantes deficiencias.

El sistema previsional (cuentas individuales) ofrece pensiones que son insuficientes para cubrir las necesidades económicas propia para esta etapa de la vida, la Cuarta encuesta Nacional de Calidad de Vida en la Vejez indica que la tercera parte de los adultos mayores que trabajan, más de la mitad señala que lo hace por necesidad económica pues la pensión no les alcanza.

Un estudio realizado por la Comisión sobre el sistema previsional conformada por la presidenta Michelle Bachelet indica que 50 por ciento de los pensionados chilenos recibió como máximo, equivalente al 34 por ciento de su salario promedio en los últimos diez años de trabajo.

Y México…

Hasta ahora en nuestro país no se ha dado ninguna manifestación en contra de las pensiones o de las Administradoras de Ahorro para el Retiro (Afore), tal parecería que los trabajadores no tienen interés por su futuro o mejor dicho por el dinero que recibirán para enfrentar su futuro.

Desde años atrás la Comisión Nacional del Sistema de Ahorro para el Retiro ha reiterado una y otra vez la importancia de reformar el sistema de pensiones, sin embargo, hasta ahora nada se ha hecho.

Las intensas protestas de los chilenos deben servir como un llamado de atención para el gobierno y legisladores a fin reformar el sistema de pensiones que permita a los jubilados obtener mayores ingresos.

En unos años más saldrá la primera generación de trabajadores que cotizan bajo el sistema de las Afore, los cambios que se realicen actualmente no los beneficiarán, deberá entonces intervenir el gobierno y asegurarles un mejor ingreso.

Sin embargo, dichas modificaciones sentarán las bases para que futuras generaciones puedan obtener un mayor ingreso por concepto de pensión, hacer una reforma que garantice calidad de vida, esto si no queremos seguir los pasos  de Chile.

 

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