*Electoralmente son: Absoluta, Simple, Relativa y Calificada
*La Miscelánea Fiscal sin Objeciones Cuantitativas
*Las Productivas Clases Medias Deben ser Atendidas
Por Ezequiel Gaytán
Es común que a la democracia se le defina citando a Abraham Lincoln como “el gobierno del pueblo, por el pueblo y para el pueblo”, también hay quien cita a Giovanni Sartori y dice que es “la posibilidad que tiene el pueblo de cambiar de gobernantes sin necesidad de derramamiento de sangre” y argumenta que el ideal democrático no define la realidad democrática y viceversa, pues la democracia es producto de la interacción entre el ideal o deber ser y la realidad o el ser.
Por su parte, la Constitución Mexicana la define en su artículo tres al considerar que la democracia va más allá de ser una estructura jurídica y un régimen político, pues la concibe como un sistema de vida fundado en el constante mejoramiento económico, social y cultural del pueblo.
En esencia la democracia está ligada a las libertades, la igualdad jurídica, el respeto a los derechos humanos, la equidad, la justicia y la participación del pueblo en las decisiones que le atañen. Es, entonces, el gobierno de la mayoría en favor de la mayoría y no de los menos, pero ¿qué debemos entender como la mayoría? pues esa categoría es una abstracción que implica la suma de las minorías que se manifiestan en una elección en favor de un determinado partido político o persona.
Entonces la pregunta es ¿Cuántos tipos de mayoría existen? No existe en México un ordenamiento legal que lo precise, empero para fines electorales existen cuatro los tipos, a saber: la absoluta, la simple, la relativa y la calificada. La absoluta se califica cuando se integra con la mitad más uno de los sufragios de todos quienes tienen derecho a votar y votaron en el proceso electoral; en estos casos lo usual es que el proceso electoral contemple la posibilidad de las llamadas “segunda vuelta”. La simple es la que se integra con la mitad más uno de los sufragios emitidos en favor de un determinado partido político o candidato, aunque no todos los votantes hayan acudido a votar; es el caso mexicano, pues el ganador es quien obtuvo mayor número de votos, aunque no represente la mayoría del padrón electoral. La relativa es la que resulta de obtener el mayor número de votos del total emitidos, no obstante que ese “número mayor” sea inferior al cincuenta por ciento de los sufragios; es común apreciar dicho tipo de mayoría relativa en el poder legislativo debido a la existencia de tres o más partidos políticos. Finalmente la mayoría calificada, es la que exige las dos terceras partes de los votos válidamente elegidos.
En México, la actual administración, a través del partido Morena domina el poder ejecutivo y el legislativo, pues aunque las leyes electorales fueron hechas a fin de evitar, como en el pasado, la aplanadora de un solo partido o partido de Estado, los artilugios del mayoritario junto con los partidos minoritarios como el del Trabajo, Encuentro Social y el Verde, nos recuerdan al pasado.
De ahí que las leyes, el presupuesto, la miscelánea fiscal y todo aquello que se le ocurre al gobierno no tiene objeciones cuantitativas de peso y acaba por imponer su criterio; es decir, la oposición, aunque argumente con inteligencia y critique constructivamente en favor de la nación, no es necesariamente escuchada, ni vista. Lo cual es grave debido a que las opiniones contrarias pueden tener razón.
Indudablemente que Morena ganó legal y legítimamente. Nos gobierna y es de demócratas reconocerlo, pues en la democracia hay que reconocer al ganador de las elecciones, trabajar por el bien del país y esperar a nuevas elecciones y competir por obtener el poder sin necesidad de derramamiento de sangre. Esa es la ventaja de la democracia. Por eso es representativa y participativa, también es directa e indirecta y para que exista la democracia debe haber demócratas convencidos de actuar con actitud democrática y republicana.
Por todo lo anterior las mayorías son, en efecto, los pobres, si el criterio que los tipifica es el de los ingresos, de ahí que entiendo que sean prioritarios en la actual gestión. Pero también, con el mismo criterio de ingresos a los hogares, las clases medias deben ser atendidas, pues en ellas descansa la productividad y la generación de gran parte de la riqueza nacional medida en el Producto Interno Bruto. Luego entonces las mayorías en las democracias son una simbiosis de votos cuantitativos electorales y atenciones cualitativas de servicios públicos gubernamentales a las demandas y necesidades sociales.
