El Problema de las Pensiones es Severo Lastre Económico

Lascas Económicas

*Evadirlo no Hará que Desaparezca y Traerá Severo Costo Financiero

*Las Trabajadoras Serán Quienes más Sufran por Este Desdén Oficial

Por Jaime Contreras Salcedo

No fue ningún error de interpretación ni de política económica el planteamiento del secretario de Hacienda, Arturo Herrera, en el sentido de que convendría discutir, de una buena vez, eso de aumentar la edad de retiro de los trabajadores porque, como van las cosas, al rato no le va a alcanzar el dinero al Estado para cubrir lo que la Constitución establece sobre las pensiones, en el sentido de que sean lo más aproximado a dignas y justas.

Arturo Herrera.

Como sabemos, y el propio titular de las finanzas públicas lo ha señalado, el peso específico de estas pensiones sobre el presupuesto anual de Egresos no está a discusión y cada día se vuelve parte del cansado y reumático elefante gubernamental del que tanto se queja usted ya sabe quién. Y esto dista mucho de ser un mero juego de palabras o una crítica superficial al que trabaja cotidianamente, no vive, en Palacio Nacional, en esa puerta llamada Secretaría de Hacienda y Crédito Público.

Retomemos las palabras del personaje emergido de las filas del neoliberalismo puro, es decir, el propio Herrera Gutiérrez, quien dijo hace unos cuantos días que, ni hablar, para que los trabajadores tengan precisamente esas pensiones dignas a las que aludíamos, era más que necesario discutirlo –y ya- entre los propios asalariados, los empresarios del dinero que llamamos en este caso los administradores de fondos para el retiro y el gobierno directamente.

Y esto no ocurrirá en una sentada y ya.

“No vamos a llegar a una solución sobre eso (incrementar la edad de retiro) si no la construimos entre todos, eso quiere decir que vamos a tener que trabajar con los fondos de pensiones, los trabajadores y organismos empresariales, y eso será parte de la agenda que vamos a estar discutiendo en el próximo año, año y medio”, puntualizó el secretario en una reunión de la asociación que aglutina a estos hombres de negocio.

El funcionario hizo ver que en el tema de pensiones una de las cosas que han hecho desde Hacienda es disminuir paulatinamente las comisiones que las afores le cobran a los trabajadores, lo que incrementará en, por lo menos, 100 mil millones de pesos anuales a las multicitadas pensiones. También subrayó que se cambia la regulación para que los fondos de pensiones tengan un sistema de inversión más adecuado. Pero esto es, a las claras, totalmente insuficiente al mediano y largo plazos.

“Pero van a quedar una serie de tareas en el tintero que vamos a tener que construir con todos, una de ellas es que para que los trabajadores tengan pensiones dignas se necesita que se contribuya más a lo largo del periodo de trabajo”, dijo el doctorante y comentó que esto puede resolverse de diversas formas: ahorrando más en forma voluntaria, tema que dudamos por la falta de cultura nacional al respecto; o que en “algún momento” se pudiera considerar, “por alguna razón”, un aumento de la edad de retiro.

De acuerdo con especialistas, y a contracorriente de lo expresado por el propio presidente López Obrador que, de inmediato, salió a corregirle la plana a Herrera, a partir de la situación económica, fiscal y demográfica por la que México atraviesa, será prácticamente inevitable aumentar la edad de retiro en el país, aunque quisiéramos plantear esto en sentido contrario. Dicho de otra manera, pese a la retórica y la demagogia no vemos ningún otro camino en este dilema que rebasa y con mucho el mero apelativo de ser solo un asunto de economistas.

Debido a que el monto de las pensiones está en función del ahorro acumulado a lo largo de la vida laboral, nos dicen los que saben, no aumentar la edad de retiro sólo iría en detrimento del monto de las pensiones que recibirían los trabajadores en el futuro. Estas prestaciones que históricamente y con su ahorro y trabajo se han ganado los asalariados a lo largo de su vida laboral, no aumentar dicha edad sólo iría en detrimento del monto proyectado al futuro. ¿Así o más claro?

Y vamos a verlo más de cerca: la determinación presidencial, que ya le corrigió de nuevo la plana a su colaborador hacendario, afectaría en forma primordial a las mujeres con salario formal debido a que ellas cotizan durante menos semanas, tienen menores ingresos y una mayor esperanza de vida. Por ello, sus ingresos acumulados suelen ser menores y deberán usarse durante periodos más largos.

Los consultores públicos y privados han advertido que si bien no aumentar la edad de retiro (o incluso disminuirla) parecería una alternativa favorable para los trabajadores, esto, a la larga, podría terminar perjudicándolos. Y otro afectado, como ya decíamos, es el propio gobierno y sus arcas toda vez que al hacer más difícil generar recursos suficientes para obtener una pensión mínima, esto también aumentaría la carga fiscal para las autoridades.

Frente a las voces que piensan que este tipo de planteamiento en pro de aumentar la edad de retiro tiene que ver con la coyuntura actual de bajo crecimiento. La respuesta de los consultores especializado es no. “Esto es un problema estructural que se ha venido gestando desde hace años y sobre el cual se ha ido posponiendo una decisión. Tarde o temprano tendremos que enfrentarnos a este asunto”, alertaron. Pero eso no se verá en este sexenio, acostumbrado como está a no encarar los problemas estructurales de frente, bajo la premisa indubitable según la cual que se haga la voluntad de Dios, pero sobre los bueyes de mi compadre. Es decir, el sucesor de la silla presidencial. Lo veremos.

Por lo pronto, estas Lascas Económicas andan luchando por alcanzar a otras piedras plomizas que le llevan la delantera en eso de la edad de retiro, pero con los años que le llevan. Y le esperan con toda calma en este mismo espacio, la semana entrante.

Jacs95@hotmail.com.

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