*Cambiar de Régimen es un Asunto de Gran Seriedad
*No Dicen el Tipo de Gobierno Pretendido Para México
*La Carta Magna Señala que Somos una República
*También Democrática, Participativa y Laica
Por Ezequiel Gaytán
La expresión quítate tú para ponerme yo es recurrente en política y obedece a que un partido político sustituye a otro en el gobierno, pues cuando es oposición propone un cambio y nos dice que con ellos el diagnóstico va a variar y va a beneficiar en materia de desarrollo social y economía. Es más, durante las campañas los partidos que no están en el poder nos dicen lo que está mal y que eso va a mudar de aires al momento de que sean gobierno, pero no nos dicen cómo lo van a lograr. De ahí que cuando llegan al poder y se dan cuenta de que no es tan fácil arreglar el problema por la cantidad de intereses enquistados y porque durante la campaña acordaron con las fuerzas vivas, recurren a culpar a las administraciones pasadas.
De hecho, nos ofrecen un cambio de régimen sabiendo que, de entrada, la Constitución Política en su artículo 40 dice a la letra: Es voluntad del pueblo mexicano constituirse en una República representativa, democrática, laica, federal, compuesta de Estados libres y soberanos en todo lo concerniente a su régimen interior; pero unidos en una federación establecida según los principios de esta ley fundamental. De ahí que si un partido lo que nos propone es un cambio de régimen, lo primero que tiene que hacer es modificar dicho artículo, posteriormente tendremos que saber hacia qué régimen es la propuesta de cambio, pues significa que podríamos adoptar un régimen monárquico o uno autocrático, o una dictadura sin división de poderes, o uno centralista y dejar de lado lo concerniente al federalismo; sólo por citar algunos ejemplos, pues las fórmulas son muchas.
Cambiar de régimen es un asunto serio y, en todo caso, la actual administración no nos ha dicho hacia qué tipo de gobierno nos quiere conducir. Sinceramente veo muy difícil que fructifique la propuesta del subsecretario de Educación Superior, Luciano Concheiro, en el sentido de proponernos el comunismo como una sociedad emancipada, aunque debo reconocer que esa sugerencia si es un cambio de régimen y no es un quítate tú para ponerme yo.
De ahí que los gobiernos deben ceñirse a lo que dice nuestra Carta Magna, es decir, somos una República porque gobierna la cosa pública, el pueblo y no nos rige un monarca. Representativa debido a que los mexicanos votamos por legisladores federales, locales y por un cabildo que son el poder Legislativo y su función es fungir como contrapeso al Poder Ejecutivo y aprobar a los ministros del poder Judicial. Democrática porque el voto es libre directo y secreto y elegimos en periodos establecidos a candidatos de partidos políticos e independientes. Además de que ejercemos todos los días la democracia participativa. Laica porque se respetan las libertades religiosas, pero deslindamos el poder del pueblo de las instituciones devotas. Federal debido a que durante el siglo XIX ese debate llegó a la violencia, pero finalmente triunfó la idea de las soberanías de nuestros estados.
Por lo anterior lo que puede y debe transformarse, hasta el momento, no alcanza a argumentar qué estamos cambiando de régimen. Me parece que lo que estamos viviendo es un gobierno cuyos objetivos procuran alcanzar una mejor distribución de la pobreza, que aspira a una justicia social y a ampliar las oportunidades de los jóvenes, pero hasta el momento, después de revisar las cifras que se nos dieron el uno de septiembre, lo que vemos es un quítate tú para ponerme yo con un estilo personal de gobernar. Pues es claro que el desempleo ha crecido, los medicamentos no llegan a los hospitales y sus pacientes, que el modelo educativo didáctico y pedagógico se sigue basando en la memoria y no en el razonamiento y que la inseguridad pública es cada día mayor, pues los índices de criminalidad aumentan.
Seguridad, trabajo, educación y salud son temas estratégicos y prioritarios de la Agenda Nacional. A lo anterior hay que agregar el tema de la alimentación, ya que ese indicador sumado a los cuatro rubros mencionados nos indican objetivamente acerca de evaluar el desempeño de un gobierno. Desafortunadamente esas cifras en algunos rubros no las conocemos aún e ignoramos si las tasas estadísticas de infantes desnutridos han cambiado. En todo caso no sabemos si estamos mejorando con el actual gobierno; lo que sí es un hecho es que el régimen es el mismo.