El Dinero lo Corrompe Todo
Por Horacio Armando Hernández Orozco
“Antes de que el Diablo Sepa que has Muerto” (“Before the Devil Knows you’re Dead”), película de 2007, dirigida por Sidney Lumet y protagonizada por Philip Seymour Hoffman (Andy Hanson), Ethan Hawke (Hank Hanson), Albert Finney (Charles Hanson), Marisa Tomei (Gina Hanson) y Rosemary Harris (Nanette Hanson).
Andy Hanson, un ambicioso ejecutivo adicto a la heroína que consiente en demasía a su esposa, y su hermano menor Hank, cuyo sueldo se va en pagar la pensión de su ex mujer y su hija; conspiran para llevar a cabo el asalto perfecto: a la joyería de sus padres; nada de pistolas, nada de violencia, pero el cómplice decide no cumplir las reglas del juego, las cosas salen de control.
Es el último filme dirigido por Lumet, un gran retiro cinematográfico; la cinta no presenta una estructura lineal, pues está envuelta en saltos temporales que se encadenan de manera eficaz sin confundir al espectador; el título proviene del dicho irlandés “Que estés en el cielo media hora antes de que el diablo sepa que estás muerto”.
CAÍN CORROMPE A ABEL
Andy es un ejecutivo agobiado por las deudas, dada su adicción a las drogas y por las exigencias de su esposa Gina; así que Andy convence a su hermano menor Hank, cuya situación financiera es todavía más precaria, para robar una joyería y así salir de sus problemas económicos.
Desde el inicio de la cinta, se muestra la identidad de cada personaje, Andy revela paso a paso cada una de las facetas más sórdidas de su verdadera personalidad, es manipulador y mezquino, está plagado de envidia y resentimiento hacia su hermano, siempre preferido por el padre; a su vez, Hank es un manojo de nervios, lleno de inseguridad y miedo, es presa fácil para caer en el juego del hermano mayor.
Los criminólogos que han estudiado las conductas de los delincuentes, advierten que por lo general a aquél que se le atribuye el carácter de autor intelectual de un delito, es un líder y manipulador de los que lo llevan materialmente acabo, aprovechando su precaria preparación y las circunstancias adversas que les rodean.
Y es así como Andy planea el robo, pero no participa directamente en el mismo, aduciendo que le han visto varias veces en la plaza comercial y que lo ubican perfectamente.
DE UN ROBO A UN PARRICIDIO
Hank se siente imposibilitado para llevar a cabo la faena, así que incluye a un conocido que se ha dedicado a esto; el robo se complica; se produce un tiroteo, el atracador acaba muerto y la dependienta, malherida; los hermanos pronto descubren que la persona herida es su madre, que debería estar ausente, pero ha decidido remplazar a una empleada y defiende el local a punta de revolver; este robo fallido se convierte en una broma del destino, pues en el hospital la madre fallece.
El parricidio es el homicidio de los parientes consanguíneos en línea recta; en México, el Código Penal Federal en su artículo 323, lo sanciona como homicidio en razón de parentesco, pues señala que al que prive de la vida a su ascendiente o descendiente consanguíneo en línea recta, hermano, cónyuge, concubina o concubinario, adoptante o adoptado, con conocimiento de esa relación se le impondrá prisión de diez a cuarenta años.
Para sancionar esta especie de homicidio se requiere que el autor del delito tenga pleno conocimiento de esa relación de parentesco, es decir, que conozca que la víctima es su pariente, y si faltare dicho conocimiento, se sancionara como cualquier homicidio.
En la película, es claro que Hank sabe quién es su madre, pero lo que desconoce es que ella estuviera en la tienda, pues los sábados era atendida por la dependiente contratada por los padres, por ello legalmente no se podría hablar de un parricidio.
NO DESEARÁS LA MUJER DE TU PRÓJIMO
Andy controla todo el tiempo a Hank, el hermano menor, supuestamente vulnerable, pero éste arrebata uno de los privilegios del hermano mayor, ya que mantiene relaciones clandestinas con Gina, la esposa de Andy, es así como el manipulador se vuelve vulnerable frente a su mujer.
En una sociedad corrompida por el dinero, es frecuente la impersonalización, así como la carencia de valores morales y familiares; se muestra con crudeza lo putrefacto de las relaciones sociales y familiares, los personajes son viles, amorales e indiferentes a las desgracias ajenas, todo ello bajo el imperio de pleitesía al dinero.
La criminología señala que las dificultades financieras de las personas son un factor para delinquir, acompasada por una miseria moral y ausencia de sentimientos hacia los demás.
La cinta presenta estos dos factores, ambos hermanos tienen una crisis económica y carecen de respeto hacia ellos mismos, pues Andy propone robar a los propios padres, y Hank ha deseado la mujer de su hermano, es claro que habrá recriminaciones mutuas, y se evidencia el fracaso y la imposibilidad de toda reparación.
LA CÓLERA DE UN PADRE Y UN FILICIDIO
En pleno velorio, Andy le recrimina a su padre el hecho de que nunca lo ha querido, que siempre ha preferido a Hank, quien está siendo extorsionado por la familia del delincuente abatido, pues de no darles cierta cantidad de dinero lo denunciaran; Gina termina por confesarle a su esposo, que mantiene relaciones con su hermano, y lo abandona; el mundo se desploma para Andy, quien recibe un dispara de los extorsionadores; Charles descubre que sus hijos están, involucrados en el robo, y en el hospital asfixia con una almohada a Andy.
Nadie en su sano juicio pensaría que los actos negativos van a traer provecho y bondad, al que hace mal, tarde o temprano le ira mal.
Hay desgarro en el alma de los personajes, ello se percibe en sus actos, en sus discursos, el dolor se aprecia en cada uno de sus gestos y de sus miradas.
La cinta es un inmejorable decálogo de todos los vicios que se dan cuando se antepone el dinero a los valores familiares; este thriller mezcla drama familiar con diferentes tramas de engaños, traiciones y remordimientos.
Pero, ¿será cierto como dice la película que “El mundo es un lugar malvado; algunos hacen dinero con ello, otros son destruidos”?
La mejor respuesta la tendrá como siempre nuestro amable lector…