Inocentes Silenciados
Por Horacio Armando Hernández Orozco*
El atentado del siglo: Utøya (Utøya 22 juli), película noruega, dirigida por Erik Poppe, con la actuación de Andrea Berntzen (Kaja), Aleksander Holmen (Magnus), Brede Fristad (Petter), Elli Rhiannon Müller Osbourne (Emilie), Solveig Koløen Birkeland (chica herida) y Jenny Svennevig (Oda); fue estrenada el 9 de marzo de 2018.
Kaja, junto con más de 500 jóvenes, se encuentra en campamento de verano en una isla cercana a Oslo; de repente la alegría veraniega y juvenil cambia al escucharse disparos y sin mayor motivo, son atacados por un extremista fuertemente armado. Kaja tratará de sobrevivir minuto a minuto.
El 22 de julio de 2011 en Noruega hubo un doble atentado: el primero en Oslo, la capital del país, y el segundo en la isla de Utøya, donde había un campamento juvenil del Partido Laborista Noruego; la cinta está basada en los testimonios de los adolescentes que se encontraban ese fatídico día en Utøya.
EL ATENTADO Y LA MASACRE.
Las primeras escenas son imágenes reales que muestran una camioneta blanca estacionarse en el complejo de oficinas gubernamentales en Oslo, de pronto una gran explosión y comienza un caos en la ciudad; ha estallado una bomba y todos piensan que ha sido un acto terrorista; la noticia llega a la isla de Utøya, donde los jóvenes les aseguran a sus padres que no hay peligro porque ellos están lejos del incidente.
La película en su nombre hace referencia al atentado suscitado en la capital noruega, aunque la acción transcurre propiamente en los eventos sucedidos en la isla de Utøya, a tiempo real, esto es, que la masacre de jóvenes, según datos de la policía, duró casi 45 minutos, y el plano secuencial es de 72 minutos.
La protagonista de la cinta es Kaja, una carismática adolescente cuya aspiración, cuando «sea grande», es ser miembro del Parlamento, a quien le acompaña la cámara todo momento.
Lo sucedido en Oslo es catalogado como un atentado mientras que los hechos de Utøya son considerados una masacre.
EL PREJUICIO MUSULMÁN.
Kaja habla con su madre por celular informándole que está bien y que su hermana menor está nadando con unos amigos; al enterarse del estallido, Kaja y un grupo de compañeros analizan lo que posiblemente ocurrió en el edifico gubernamental en Oslo; cada uno tiene una posible teoría, y se nota el rostro preocupado de un joven de origen musulmán, quien no puede evitar sentir miedo por la reacción que tendrá la gente hacia él por lo sucedido.
A partir del 11 de septiembre de 2001, para la gente racista y retrógrada, lo musulmán es sinónimo de peligro; y de acuerdo con los casos de racismo que se oyen a diario, al mundo no le importa saber ni investigar si en realidad alguien de esta religión fue el autor de un atentado o no, simplemente se le estigmatiza y se le reprocha en forma automática.
De hecho la mayoría de los jóvenes consideran que se trata de un acto terrorista de Ansar al-Jihad al-Alami (los Ayudantes de la Yihad Global) o de Al Qaeda por la presencia de las fuerzas armadas noruegas en Afganistán.
DE LA ALEGRÍA AL DESCONCIERTO.
Kaja le reclama a su hermana menor Emilie, que cómo puede estar pensando en divertirse con los demás jóvenes después de lo sucedido en Oslo, y ésta le responde que nada va a pasar ahí, que están a salvo.
Efectivamente, desde un inicio los jóvenes en la isla saben del atentado en Oslo, pero se sienten seguros, hasta que comienzan a sonar los disparos y ellos tienen que reaccionar.
La situación se torna muy confusa, pues aparentemente son policías los que están disparando contra los adolescentes.
Ahora el rostro de Kaja muestra angustia y desesperación, y al igual que el resto de los jóvenes, busca un escondite para sobrevivir, sientiéndose poco a poco acorralada.
¿QUÉ LE DIGO A TU MAMÁ?
Kaja está desesperada porque no encuentra a su hermana Emilie; se topa con una joven que está aterrada a causa de una bala alojada cerca de su corazón; sin saber su nombre, sin conocer nada de su vida, Kaja trata de calmarla, pero simplemente la ve morir, toda desconsolada se percata de que el celular de esta joven está sonando y que la llamada entrante es de su madre.
Es verdaderamente una escena desgarradora, ¿qué palabras se le dicen a quien llama con desesperación a su hija para saber si se encuentra bien? ¿qué sentirá esa persona cuando nadie le contesta?
La angustia y la desesperación no sólo fue para los jóvenes que vivieron en carne propia la tragedia, sino también para sus padres que se enteraron de que en la isla de Utøya había alguien disparando contra sus hijos.
LA EXTREMA DERECHA IRRACIONAL.
Kaja ve morir no sólo a una joven, sino que presencia la muerte de muchos otros adolescentes e incluso de un niño no mayor a 12 años, a quien ella le había pedido que se quitara una chamarra amarilla para que no fuese un blanco fácil; jóvenes que no sabían qué estaba sucediendo.
Las 69 personas que perdieron la vida en Utøya, jamás se enteraron de lo que realmente sucedió ni quién los atacó, así como los motivos que tuvo para hacerlo, la cinta no menciona su nombre; se puede decir, que no se trata de un ser humano en particular, sino más bien del odio, del racismo, de la xenofobia, del clasicismo, de la falta de regulación en la venta de armas, al final se habla de la ultra derecha irracional, esa que aún se mueve con absoluta libertad.
La película se basa en los atentados realizados por un miembro de la extrema derecha en Noruega contra el gobierno del Partido Laborista y un campamento juvenil realizado en la isla de Utøya; los créditos finales cierran con una advertencia sobre el crecimiento de la ultraderecha en Europa que tiene rasgos violentos.
Jens Stoltenberg, entonces primer ministro de Noruega, manifestó: “no van a destruir nuestra democracia… nadie nos silenciará con bombas, nadie nos disparará para callarnos”; pero ¿será suficiente un discurso para acabar con la amenaza real que representa la extrema derecha?
La mejor respuesta la tendrá como siempre nuestro amable lector…