Por Jesús Michel Narváez
Si alguien tocara a mi puerta y me entregara las escrituras de una propiedad que perteneció a un jefe criminal que se encuentra en la cárcel o cayó abatido en un enfrentamiento con las fuerzas castrenses y cuya familia aún está en el negocio de la droga o del crimen organizado, rechazaría el obsequio, cerraría con cinco chapas y buscaría cambiarme de domicilio a la brevedad posible.
¿Por qué correr el riesgo de que en cualquier momento lleguen los sicarios a tratar de recuperar, y lo hagan, la propiedad?
Si regalada no la quiero menos me atrevería a comprar una propiedad aunque fuera la ganga del siglo.
Por ello, el fracaso de la subasta de bienes enajenados realizada ayer en Los Pinos, lo que hasta el pasado primero de diciembre fue la residencia oficial de Gobierno Mexicano y ahora es un salón de subastas, una sala de cine al aire libre y un enorme bar en medio del bosque.
De acuerdo con la información oficial –para que no salgan con que tienen otros números- los subastadores de lo que todavía se llama Servicio de Administración y Enajenación de Bienes (SAE) pero que esta semana o a más tardar la próxima se convertirá en el Instituto para Devolver al Pueblo lo Robado, en la subasta se obtuvieron 56.6 millones de pesos de un precio de salida estimado en 165 millones de pesos.
Ricardo Rodríguez Vargas, director del SAE, comunicó que de las 27 propiedades ofrecidas solo se vendieron nueve. Las 18 que conformaban el paquete se declararon desiertas, aunque mostró confianza en que en próximas subastas se rematarán todos los bienes inmuebles.
Los osados compradores se hicieron de las propiedades que pertenecieron a Juan Daniel Velázquez Caballero “El Talibancillo o ‘T-52’, líder del Cártel del Golfo ubicada en Cancún y la residencia en Jardines del Pedregal en la Ciudad de México por 14 millones 313 mil pesos. Otra venta realizada fue la casa ligada a “El Muletas” del cártel de los Arellano Félix, ubicada en Rosarito, Baja California.
¡Suerte con sus adquisiciones!
Y no, no se moleste en llamar al 911 cuando comandos armados intenten penetrar en las residencias que fueron de sus jefes. Porque nadie acudirá al llamado. Ahora los nuevos cabecillas son los que están al frente de los cárteles y que andan en busca de venganza.
E-mail: jesusmichel11@hotmail.com, jesusmichelnarvaez266@gmail.com, Facebook: jesusmichel, Twitter: @jesusmichelMx y en Misión, Periodismo sin Regaños lunes, miércoles y viernes de 11 a 12 horas por ABC-Radio en el 760 de AM.