La Infancia Convertida en Víctima y en Verdugo

Por Nidia Marin

Los reclutan como sicarios, como chivatos o para cargar las armas, para sembrar la droga y para cosecharla o se quedan huérfanos debido a los asesinatos de sus padres. Son los niños víctimas de la delincuencia organizada en México. Son los pequeños reclutas de los ejércitos delincuenciales, que suman miles.

Entre la espada y la pared está la infancia desde hace décadas y prueba de ello es que, de acuerdo a la Red por los Derechos de la Infancia en México (Redim), el sexenio pasado fue uno de los más nefastos por los baños de sangre, los miles de desaparecidos y el miedo en la piel de todas las personas; en particular niñas, niños y adolescentes… nunca habían vivido en un país tan peligroso, con tanto riesgo y con tanto dolor”, por lo que el balance fue negativo.

Y sólo hay que revisar las cifras para saber que a esta institución no le falta razón en sus apreciaciones, ya que en el primer trimestre de 2019 ocurrieron 285 homicidios dolosos contra la población de cero a 17 años, es decir, 3.2 homicidios diarios. Los Estados más violentos fueron Guanajuato, Veracruz y Nuevo León.

Sí, a seis meses de la nueva administración el problema continúa, porque el nivel de violencia vinculada al crimen organizado no se ha reducido, sino recrudecido. De ahí que el Redim haya señalado como prueba los datos del Secretariado Ejecutivo del Sistema Nacional de Seguridad Pública (SESNSP) que señalan que en el primer trimestre de 2019 fueron asesinadas 8,493 personas en México, por lo cual se constituye en “el más violento del que haya registro (9 % más que el primer trimestre de 2018 que en su momento tenía el cetro).

Ello, han insistido en la institución señalada, dejó a varios niños sin padre o madre o sin ambos, además de los mencionados 285 homicidios dolosos contra niñas, niños y adolescentes.

Ante la gravedad de la problemática han reiterado la obligación del Estado Mexicano de atender las recomendaciones del Comité de Derechos del Niño de la ONU que desde hace 10 años ha manifestado la urgencia de a cambiar la estrategia de lucha contra el crimen organizado por el alto impacto negativo en la niñez mexicana.

También han solicitado al Presidente de la República, Andrés Manuel López Obrador, construir de forma colectiva una Política de Estado para prevenir y frenar la violencia armada, basada en la construcción de paz, la lucha contra la impunidad y el acompañamiento de organismos internacionales de derechos humanos.

Para el Redim es urgente atender el llamado de la Comisión Interamericana de Derechos Humanos CIDH en su informe sobre “Infancia, Violencia y Crimen Organizado” para afrontar la actual crisis de derechos humanos, así como ordenar las medidas de protección necesarias para ofrecer garantías de seguridad a las familias afectadas por estos hechos.

Al mismo tiempo exigen una investigación profunda e imparcial sobre tales asuntos y se otorguen todos los servicios médicos disponibles y rehabilitación de calidad y de forma gratuita para los sobrevivientes.

Este tema hoy reviste particular importancia porque mañana es el Día Internacional de los Niños Víctimas Inocentes de Agresión.

Y como señala la Unesco: La triste realidad es que en las guerras y los conflictos armados son los niños, los miembros más vulnerables de la sociedad, los que más sufren las consecuencias. Los niños son víctimas del reclutamiento como soldados, el homicidio, la violencia sexual, el secuestro, los ataques contra escuelas y hospitales, así como la ausencia de ayuda humanitaria.

Y ni cómo decirles que mienten. Todo México es un ejemplo.

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