Por Arturo Lino Guzmán
A principios del mes de abril del año en curso, en el XVII Foro Nacional de Turismo se abordó el tema del sargazo y, en el panel correspondiente se dijo que este problema es más grave, incluso, que el asunto de inseguridad, ya que el arribo de miles de toneladas de esta plaga a las playas, ahuyentará a los visitantes, que buscan suaves y blancas arenas, las cuales ya están invadidas por esa alga pestilente al secarse.
Fue la presidenta municipal de Puerto Morelos, Quintana Roo, Laura Fernández, quien alertó del grave problema que se avecinaba, pues las corrientes que vienen desde el sur al Caribe mexicano, transportaban una mancha de sargazo de proporciones bíblicas estimada en tamaño al territorio de Brasil.
Ahí la funcionaria mencionó que su municipio realizó acciones preventivas para impedir que esa calamidad llegara a las playas de este centro recreativo que es muy visitado y cuyos habitantes viven del turismo y se refirió a las acciones que realizan en su localidad para combatir o al menos reducir sus efectos nocivos, ya que pone en riesgo la actividad turística en aquella región mexicana, pues es de comentar que Jamaica, República Dominicana y Puerto Rico, podrían capitalizar la situación para llevar visitantes a sus playas.
La funcionaria, en aquella ocasión mencionó que gracias a las oportunas decisiones que tomó su gobierno junto con la iniciativa privada, especialmente los hoteleros del país, se pudieron implementar mecanismos para su control a un alto costo, pero para bien de la economía local.
Destacó que se atacó al sargazo en alta mar, antes de que llegara a las costas, se emplearon barcos y barcazas especiales para recolectarlo y procesarlo de manera inmediata y se contuvo con redes para evitar que llegara a las playas, lo que dio un excelente resultado, pero a un alto costo, pues el problema es muy grande.
Dijo que el sargazo es un asunto de varios países que deben atender el problema antes de que sea demasiado tarde, ya que además de deteriorar las playas y darles un mal aspecto, daña a los arrecifes y puede causarles la muerte y por consecuencia los destinos estarán condenados a un pérdida irremediable de turistas y si se toma en cuenta que Cancún, Rivera Maya, Cozumel y Puerto Morelos, son la principal fuente de ingresos por ser los que más turismo internacional captan en el país, el panorama no es nada halagador.
En este foro se planteó que México requiere más de 50 millones de dólares, algo así como mil millones de pesos para combatir la plaga y esa misma cantidad requieren emplear los otros países involucrados y afectados por el sargazo.
Fue el empresario Francisco Córdova, quien dijo que ese dinero se lo van a pedir al presidente López Obrador para atender este fenómeno causado por el calentamiento global y los desechos químicos que llegan al mar.
Lo cierto es que los hoteleros de Quintana Roo, están desesperados porque el asunto es muy grave e incluso el Presidente de la República dijo la semana pasada en una de sus conferencias mañaneras que los elementos de Marina se harían cargo de atender el problema, porque tienen la experiencia para ello, pero lo que se requiere es evitar que llegue a las costas y playas de México, porque de no tomarse las medidas indispensables, las consecuencias serán de gran consideración para la economía, los ecosistemas, con una pérdida irrecuperable de uno de los lugares más bellos del mundo. El gobierno tiene la palabra, debe actuar pronto, debe invertir a ahora, está a tiempo.
PINTAR LOS PUEBLOS MÁGICOS SIN RECURSOS FEDERALES
Apenas la semana pasada nos referimos a la importancia de apoyar el programa de Pueblos Mágicos y fue el Secretario de Turismo federal, Miguel Torruco Marqués, quien nos dio más material para comentar al respecto, pues aprovechó la ceremonia inaugural de la exposición artesanal en Puebla en Punto México para anunciar que se llevará a cabo una iniciativa de pintar las fachadas de las localidades con esa distinción, embellecerlas y limpiarlas.
En posterior entrevista, a pregunta de Misión Política sobre el costo de estas acciones, dijo que serán de poco más de 300 millones de pesos (2 millones y medio de pesos en cada pueblo), recursos que aportarán en partes iguales- un millón 250 mil (50 y 50 por ciento) los gobiernos estatales y la iniciativa privada local, en tanto no se vislumbran aportaciones federales y a eso se le llama hacer caravana con sombrero ajeno.
Hizo saber que en el resto del año no se harán nombramientos de más Pueblos Mágicos y descartó que haya riesgos para algunos de perder su condición, pero adelantó que se hará la invitación a los 121 que tienen la distinción a cumplir con el reglamento para que evitar que se distorsione el programa que ha sido exitoso desde su creación en 2001.