*En el Senado se Juega el Último Obstáculo Para el Absolutismo de López Obrador
Por Miguel A. Rocha Valencia
En la Cámara de Senadores no sólo está en juego la aprobación de una Guardia Nacional o la militarización del país, lo cual ya es grave para el futuro democrático de México. Ahí está el último reducto de la oposición legal y posible frente a un gobierno que se pinta autoritario y fascista.
La situación es muy clara. López Obrador va por todo, ni siquiera hablamos de un grupo, partido o movimiento, sino de un sujeto que desea el poder absoluto para hacer lo que quiera, sin crítica, sin resistencias. Sin oposición.
Actualmente, el gobierno federal impone sus decisiones incluso de manera ilegal y ejerce su mayoría en la Cámara de Diputados, el Congreso de la Ciudad de México y en varios de la República.
El único espacio real de poder donde López Obrador no cuenta con mayoría absoluta es el Senado de la República y constituye el freno a la imposición, al mayoriteo que Morena aplica a toda propuesta con carácter de orden autoritaria que llega del Ejecutivo.
De ahí la importancia de lo que haga la oposición en el Senado. Ahí está su fortaleza y responsabilidad hacia los mexicanos que no comulgan con las decisiones autoritarias del actual presidente de México, quien ya se declaró encarnación del pueblo sabio y bueno
Sólo falta al tabasqueño ungirse rey, como Luis XIV afirmar: “El Estado Soy Yo” y declararse, aunque en los hechos lo hace, por encima de la ley.
Así que los senadores de oposición tienen una gran responsabilidad, máxime cuando en un madruguete ilegal, la Comisión de Puntos Constitucionales aprobó con la mayoría de Morena, el dictamen para presentar al pleno el proyecto de ley que fundamenta la Guardia Nacional, sin incluir las propuestas de quienes participaron en las consultas del parlamento abierto y los argumentos de enmiendas de la oposición.
Es decir, se sube al pleno un dictamen no consensado; se plantea como lo ordena “el señor presidente”, sin enmiendas. Porque, además, López ya adelantó que no aceptará ningún cambio a su iniciativa. La pregunta es ¿qué pasará si no le cumplen?
Lo adelantamos de una vez. Se va a imponer, habrá chantajes, exhibirán corruptelas, reales o falsas, de legisladores opositores. Ahora mismo, según nos dicen, ya están las amenazas para conseguir los votos faltantes para la mayoría calificada y se militarice al país bajo el pretexto de la inseguridad, pero que en el fondo será el respaldo a una transexenalidad por las buenas o las malas por parte del caudillo.
