Por Nidia Marín
Los argumentos científicos de los países en los cuales los niños han regresado a clases presenciales, sobre todo los europeos, se fundamentan en dos cuestiones: la primera, el evidente descenso del Covid-19, ya que las oleadas que han llegado en este año 2021 son menos violentas, mientras que lo fundamental se basa en la aplicación nutrida de vacunas.
Es muy probable que cuando se publique esta entrega, ya esté en marcha en México el regreso a clases presenciales, con todo y la polémica registrada ante la decisión gubernamental, tomada fundamentalmente por cuestiones de esencia económica y no de carácter científico.
Y aunque los padres de familia no se niegan al retorno, si las autoridades cumplen con la obligación de vacunar a los niños previamente (es decir que sólo vayan a la escuela los vacunados) el gobierno mexicano lo que pretende es recuperar algo del prestigio perdido, por ser en América Latina uno de los países en donde aun no se retorna a clases, no obstante que hay naciones que aplican el doble sistema: presenciales y a distancia.
Lo cierto es también que en torno al retorno hay muchas incógnitas, inclusive expuestas por la Organización Mundial de la Salud que ha señalado, por ejemplo:
“Puesto que los niños suelen presentar cuadros clínicos más leves y menos síntomas, los casos pueden pasar a veces inadvertidos. Es importante señalar que, de acuerdo con los datos iniciales de los estudios, las tasas de infección entre los adolescentes pueden ser más altas que en los niños más pequeños.
“Teniendo en cuenta que muchos países apenas acaban de empezar a levantar las restricciones que limitaban las actividades, todavía están por ver los efectos a largo plazo de la apertura de las escuelas en la transmisión comunitaria. En algunos estudios de modelización se ha observado que el efecto de la reapertura de las escuelas sobre la transmisión en el resto de la comunidad podría ser pequeño, pero falta claridad sobre este punto. Se están realizando más estudios sobre el papel de los niños en la transmisión dentro y fuera de los entornos educativos.
“La OMS está colaborando con científicos de todo el mundo para elaborar protocolos que los países puedan utilizar para estudiar la transmisión de la Covid-19 en las instituciones educativas”.
LAS MALDADES EN EL CONFINAMIENTO
En México lo que sabemos, es más bien lo que ha sucedido durante estos meses de encierro. De acuerdo con el documento de la Secretaría de Gobernación “Impacto de la Pandemia en Niñas y Niños 19 de agosto de 2021”.
En el mismo se explica que el confinamiento, las restricciones a la movilidad, la suspensión de clases y otros factores, han generado afectaciones graves en las niñas y niños.
Las desglosan: afectaciones en las etapas de desarrollo y salud mental por falta de convivencia comunitaria y por segregación social; afectación en su proyecto de vida por la deserción escolar y por el incremento de la desigualdad.
El documento elaborado por la Subsecretaría de Derechos Humanos, Población y Migración, habla también de la vulnerabilidad ante la violencia familiar, el incremento en homicidios y embarazos en menores de edad.
Sobre la deserción escolar advierte que 5.2 millones de estudiantes NO se inscribieron en el ciclo escolar 2020-2021por causas relacionadas con el Covid o por falta de recursos. Además, 3 millones de éstos, son niños y niñas.
Y también… “En el ciclo escolar 2020-2021 están matriculados en sistema escolarizado 35.6 millones de niñas, niños y jóvenes en los distintos tipos, niveles y servicios educativos. La matrícula de educación básica se redujo 2.6%; educación media superior 3.1% y educación superior 0.8%”.
Sí, el problema es muy serio, pero como remate está la infaltable violencia familiar, ¡Ufff!
Indudablemente se trata de un incremento significativo. Los datos son: De marzo a junio de 2021, se registraron máximos históricos; durante el primer semestre de 2021, se registraron 129 mil 020 carpetas de investigación por violencia familiar; un aumento del 24% respecto al mismo periodo del año anterior revirtiendo la tendencia descendente en el delito.
Y en cuanto a las lesiones por violencia…
“En 2020, el 75.78% de las lesiones ocurrieron en el hogar. En el 73.29% de los casos, la persona responsable tenía algún parentesco con la víctima. El 81.6% de las víctimas fueron niñas y adolescentes mujeres.
“Durante el primer semestre de 2021, los casos por parentesco alcanzaron el 65.96%. Las niñas y adolescentes son las más violentadas (92.81%).
“Tipos de violencias (enero a julio 2021): 37.85% violencia psicológica, 29.69% violencia sexual, 26.33% violencia física, 4.51% abandono o negligencia y 1.63% violencia económica.
El remate son los embarazos NNA:
Dice la Secretaría de Gobernación que de acuerdo con estimaciones de CONAPO: actualmente nacen más de mil bebés de niñas y adolescentes al día; en 2020 hubo 373 mil 661 nacimientos de madres adolescentes, de los cuales, 8 mil 876 son hijas e hijos de niñas menores de 14 años.
Además… “Niñas entre 10 y 14 años fueron embarazadas por: un amigo, un familiar, un desconocido o el exnovio. La mayoría de éstos por violación sexual o matrimonios arreglados.
También… Datos del Registro Nacional de Población (RENAPO) señalan que 4 de cada 100 nacimientos son de niñas madres menores de 17 años, mientras que las defunciones por embarazo, parto o puerperio en adolescentes mujeres de 15 a 17 años, ocupa el 6º lugar en motivos de muerte.
No es todo, porque también hay homicidios.
“Durante el periodo 2018 a 2021 se registraron 4 mil 401 homicidios de niños, niñas y adolescentes. En 2020 la tercera causa de defunción en niños (146) y sexta en niñas (120) entre los 1-14 años fue el homicidio y la primera causa de defunción en adolescentes hombres (961) de entre 15 y17 años. Y desde 2017, se registran alrededor de 1 mil 500 homicidios anuales.
¿Y los suicidios?
Los hubo, desde luego. En 2020, 1 mil 150 suicidios de niños, niñas y adolescentes (cifra récord); la tasa aumentó 12% (de 4.63 a 5.18) entre 2019 y 2020, llegando a un máximo histórico.
Y sí, una gran tristeza:
“Los suicidios de niñas y niños entre 10-14 años aumentaron 37% y 12% en adolescentes mujeres entre 15 y 19 años. El pensamiento suicida en adolescentes aumentó de 5.1% a 6.9% de 2018 a 2020. La conducta suicida en adolescentes aumentó de 3.9% a 6.0% de 2018 a 2020”.
Respecto a los desaparecidos: “Actualmente se registran 4,325 niñas y niños desaparecidos en México. Son 1 mil 470 niños (33.99%) y 2 mil 853 niñas (65.97%). Se observa un incremento en las desapariciones de adolescentes mujeres (15-17 años), presumiblemente víctimas de trata”.
De ahí que el remate del documento sean las Acciones Prioritarias de Niños y Niñas:
“Abrir los espacios de convivencia y educativos permitirá que las y los niños comiencen a resarcir las afectaciones por el confinamiento.
“Regreso a clases: las escuelas son espacios de formación, pero también de convivencia que permiten prevenir y detectar otros tipos de violencias.
“Abrir los espacios públicos, bibliotecas y museos. Fortalecer las medidas preventivas sanitarias, incentivando el cuidado comunitario y el autocuidado de niñas y niños, para evitar la propagación del virus”.
El problema con todo esto es el pésimo sistema de información del gobierno hacia la población.