En México no hay Hechos que Causen Alegría, Estabilidad o Bienestar al Pueblo

Por Alfredo Mejía Montoya

Tal parece que en este país, cuando las estructuras y prácticas liberales pretenden estar más arraigadas, son más incoherentes e institucionalizadas y cuando se trata de prácticas abiertamente democráticas, es probable que el control sea la vía que predomine desde palacio nacional. Esto es, el totalitarismo.

Esa vía es más efectiva cuando se trata de desmantelar prácticas abiertamente democráticas que han sido identificadas específicamente en el pasado, y observamos que en México no hay nuevos hechos que se sucedan uno tras otro, causando alegría, estabilidad o bienestar al pueblo. Siempre es lo mismo, y el tiempo como si no pasara. Parece que fue ayer, cuando se cruzaba una acera y había hombres trabajando, se pasaba de un barrio a otro y había nuevas construcciones, y la gente trabajando, la gente del pueblo se veía optimista, tenía empleo, se allegaba recursos para llevar a su casa alimentos, comprar bienes que les hiciera más llevadera su vida o salían a divertirse entrada la noche unos y otros hasta pasada la madrugada, y no sucedía nada … la inseguridad parecía invisible.

Ahora, qué difícil para el ciudadano es conseguir empleo, qué difícil es salir a divertirse y pausar la vida laboral a una de entretenimiento y tranquilidad. No decimos que antes no había problemas, claro que los había, una ciudad cosmopolita como el centro de la república, las zonas conurbadas a esta y las grandes y majestuosas ciudades de cada uno de los estados que conforman nuestra república, cada uno con sus atractivos turísticos, vida social, nocturna y costumbres ancestrales… los tenían.

Parte de la población en 2018, creyó mejorar esas condiciones sociales, económicas y políticas eligiendo a quién ahora “The Economist” le llama el falso mesías (AMLO)… y cuál ha sido su sorpresa, que tales condiciones sí cambiaron, pero no en su beneficio, ahora en cientos de ciudades pequeñas, grandes o medianas la inseguridad, la violencia, los crímenes y las masacres se han potenciado y multiplicado como hongos en humedad penetrado hasta lo más recóndito de la sociedad, sin que el gobierno federal tenga a la fecha una estrategia que muestre resultados palpables de su accionar y, en cambio se observa que son más las poblaciones que están a merced, sitiadas y a expensas de la delincuencia organizada (DO), sin soslayar a las mafias que el Estado fallido ha dejado crecer cada vez más.

Aquellas condiciones sociales, económicas y políticas pre cuarta transformación, parece que eran mejores, había más empleos, mucho más; la situación económica se percibía buena; la inflación era menor, mucho menor; la gasolina estaba a menor precio, mucho menor; los hospitales tenían medicinas, muchas más; había menos crímenes ligados a la delincuencia organizada, muchos miles menos. No había Guardia Nacional que no hiciera nada; no había las tertulias mañaneras de amigos del régimen en palacio nacional en eso que le denominan mañaneras, que no conferencias de prensa, distan mucho de serlo, dónde día a día se ataca al sistema productivo del país, a empresarios, se agrede a los medios y periodistas que ejercen su noble trabajo de informar. Qué sería la población sino se le informara de todas las atrocidades que se están sucediendo día a día. Desde las “mañaneras” claro que no se los dirán, ni tampoco serán resueltos los graves problemas del país.

Precisamente, esas seudo conferencias le sirven al presidente Andrés Manuel López Obrador para desviar la atención de los temas importantes que aquejan a México, y que por ningún lado pretende resolver, tal parece que mientras más se destruyan las instituciones, se arruinen las cadenas de valor en la economía, se rompan los parámetros sociales de bienestar, se abandone a la industria turística, se ignore la salud de los habitantes, se desdeñen los feminicidios, se desechen las energías limpias, no se promueva el empleo mediante la demanda agregada, no se den las condiciones necesarias para que los inversores extranjeros consideren viable instalar plantas productivas o polos de desarrollo, sin que les cambien las reglas de operación con tendenciosas expropiaciones virtuales, esto es, que haya certidumbre y seguridad jurídica… más seguros estamos que no habrá solución, ya que desde palacio las notas se orientan a otros escenarios de ocurrencias y barbaridades.

En la práctica, sin embargo, hay distintos impedimentos particulares, a pesar de que la promesa de la participación de las instituciones centrales del gobierno representativo siga existiendo en papel. Es el caso, ya roza el límite del autoritarismo y estos derechos se suprimen directamente, por lo cual la democratización no incluye la restauración de los problemas que aquejan al país, sino afrontarlos. Sin embargo, vemos pasar el tiempo sin que haya algo relevante, que nos haga pensar que realmente el país está cambiando. Pero no, desgraciadamente no es así, y cada día la nota son las mentiras, el engaño, la falacia, el abuso, la mediocridad, el abuso del micrófono para manifestar cualquier ocurrencia que entretenga a sus seguidores, a sus fanáticos, a quienes reciben ayudas y apoyos económicos a cambio de sus votos en elecciones y encuestas, en mítines y acarreos.

Las cosas siguen siendo igual que antes, y López Obrador decía y dice que no eran iguales, y en la realidad efectivamente no son iguales a los anteriores, son peores, considerando que todos los actores del pasado a los que les recrimina su desdén por el pueblo, están incrustados en el partido oficial, en todos los frentes, en todas las carteras. Ahí están los que eran del PRI, del PRD, los del PAN el mismo presidente Andrés Manuel López Obrador quien creció en el PRI, para después ir al PRD y con este partido arribar a Jefe de Gobierno de la ahora Ciudad de México. Cómo podría haber una diferencia, cuando todos devienen de los partidos que tanto repudia. Los actores del pasado, son los mismos en el régimen actual, sobre todo si tomamos en cuenta que un político nunca cambia, se especializa y se eterniza.

Analicemos algunos hechos que están ocurriendo y son de dominio público, ¿darán bienestar?:

1) En su consulta pasada, López Obrador atacó a Salinas de Gortari por el fraude de 1988, y precisamente en la Dirección de la Comisión Federal de Electricidad (CFE) el operador de dicho fraude fue Manuel Bartlett, entonces secretario de gobernación con Salinas de Gortari;

2) que junto con su gabinete de seguridad (?) evaluará si la “estrategia de abrazos y no balazos” está funcionando para la reducción de los homicidios dolosos;

3) la nueva estafa maestra en Seguridad Alimentaria Mexicana (SEGALMEX) organismo descentralizado donde actualmente se está documentado la operación que se supone ilegal de 700 a 800 millones de pesos por desvío de recursos públicos mediante triangulaciones financieras, con beneficiarios no identificados, ¿hay corrupción o no en la 4T?;

4) los resultados de la consulta que no alcanzará los votos necesarios para hacer “vinculante”, la consulta popular que ni juzga a los expresidentes ni representa al pueblo ni nada parecido;

5) culpar al Instituto Nacional Electoral (INE) del fracaso de la consulta;

6) ¿cómo justificará la afluencia de votantes a la consulta en diferentes regiones del país, si no fue otra cosa que un vulgar “acarreo” de miles de personas para garantizar la convocatoria que desde palacio nacional realizó AMLO, quien instó al nuevo Coordinador General de Programas para el Desarrollo, Carlos Torres Rosas, a llevar votantes? ¡cómo lo hará, esperando nos digan el costo  de “motivar”, y trasladar a dichos votantes a las más de 52 mil mesas  de recepción que instaló el INE en todo el territorio nacional, recordemos que se requería que votaran el 40% del padrón electoral, más o menos 37.5 millones de electores?;

7) La franca intromisión en la Secretaria de la Defensa Nacional (SDN), al pretender incluir a la Guardia Nacional a cargo de su titular, cuestión que conlleva temas más delicados como reformar la misma Constitución, la Ley Orgánica de la Administración Pública Federal, el Reglamento Interior de la SDN y otras leyes, trascendental, la presupuestaria, la Ley de Ingresos y Presupuesto de la Federación, esto será cuestión de números, ¿habrá?;

8) La implementación de una nueva actividad civil a las fuerzas armadas, en el caso, a la Secretaría de Marina (SEMAR) como lo es la industria del turismo de cruceros, sobre lo cual en el Pacífico no existe infraestructura para ello, y se pretenden construir tres terminales turísticas de ese rubro en el puerto de Mazatlán, Sinaloa, ¿Habrá la capacidad instalada para recibir a los cruceristas?

En se orden, es posible romper con las tradiciones del pasado si no se atacan todas las formas contra la delincuencia al mismo tiempo, lo cual dudamos que sea posible con abrazos. Sin embargo, una de las ventajas de adoptar una práctica altamente antidemocrática es la que nos da mayores indicios de que arribamos a un estadio totalitario del régimen. Porque, en materia de seguridad, lo que, si es absolutamente seguro, es que no habrá mentira o engaño presidencial ni distractor en la “mañanera” que pueda esconder o cubrir la ola de muerte, de impunidad y el nulo estado de Derecho en regiones enteras donde el surgimiento de autodefensas, grupos paramilitares y comandos armados desafía diariamente sin pudor ni temor alguno a las fuerzas armadas del país, ¿estaremos en ciernes de un estado fallido, o ya lo rebasamos?  nuestra capacidad de asombro nos delata…

a2m8m@yahoo.com.mx                                                                                    freedomm

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