La Rebelión de los Padres de Familia en México

Por Nidia Marín

Una rebelión de los padres de familia (y abuelos), causada por el temor, por los palos de ciego y manipulación política que se han dado desde el gobierno en cuanto a la vacunación y al Covid, ha traído como consecuencia el anuncio del obligatorio retorno a clases presenciales en todo el país y desde luego en la Ciudad de México.

El desacato de los progenitores, cuyos hijos (niños y adolescentes), estudian tanto en el sector privado como en el público se desarrolla ante las decisiones gubernamentales del retorno a las aulas en el mes de junio y no esperar a que principie el próximo ciclo escolar que comenzaría (si se sigue con el calendario escolar que prevalecía hasta antes del Covid-19), el lunes 30 de agosto, con 190 días efectivos de clases.

En la República Mexicana en el sistema educativo, que abarca tanto lo público como lo privado, se ubican un total de 36,518.712 personas, entre docentes, alumnos y trabajadores del área (en 262,805 escuelas) de los cuales 2,074,171 son maestros, mientras que los alumnos de educación básica suman 25,253,306 y los de educación media superior, 5,144,673.

No hay que olvidar que el 92 % de los decesos por coronavirus ocurrieron en instituciones públicas. Tampoco se debe eludir que, de no actuar a tiempo y evitar hacer locuras por el bien de esos millones de mexicanos, el riesgo es nuevamente un disparo de los contagios. ¡Qué necesidad! ¿Quieren sumar más muertos que los presuntos 600,000 que van extraoficialmente hasta ahora?

El Estado de México es otro cantar. Conforme al señalamiento de Alfredo del Mazo, sería en junio el retorno a las aulas. No dijo cuando y por lo pronto el semáforo sigue estando en amarillo, aunque ya se amenazó de que cambiará a verde el 6 de junio (día de las elecciones), porque ¡claro! hay una interacción entre los gobiernos de la capital del país y de aquella entidad, lo cual no está nada mal, pero sí existe un enorme riesgo para millones de pobladores de iniciarse las clases en los planteles en ambos estados que cuentan con la zona metropolitana más extensa y populosa de la República.

Sensatez, por favor, decimos nosotros, aunque hay que aclarar que, según la Jefa de Gobierno, Claudia Sheinbaum ese retorno “será voluntario”, perooo en la Secretaría de Educación Pública andan haciendo encuestas para tomar una decisión en la capital del país. ¡qué es pongan de acuerdo!, es la exigencia de millones de capitalinos, aunque hay conciencia de que no es ¡enchílame otras!

No lo es, pero no se les cree a las autoridades. No hay certeza en nada. No la hay acerca de que ya se hayan vacunado todos los mentores (¿y qué tal si no es así?), de que se hayan inoculado todos los padres de familia (¿y si llega un niño infectado a clases?). Tampoco la hay de que los miles de trabajadores de los planteles en las otras áreas hayan recibido la vacuna.

La credibilidad, pues, anda por los suelos. Y las cifras, generales sobre el sistema educativo en el país, que son duras, hacen más problemática la credulidad. Señalan, por ejemplo, que la Ciudad de México cuenta en su sistema educativo con un total de 2,687.663 personas, de las cuales la cifra de maestros alcanza los 191,775 y de éstos en el sistema público se ubican 131,586 profesores y en el privado 60,189.

Otro ejemplo es que en el renglón educativo en el Estado de México hay 4,592,258 personas, de los cuales los docentes suman 248,511 en total. Son 190,476 del renglón público y 58,035 del privado. Y a las escuelas asisten: 1,842,353 niños en educación primaria; 891,889, en secundaria y 670,652 en media superior.

¿No es suficiente con los millones de riesgos latentes?

Los padres de familia ya lograron que, en Michoacán, por ejemplo, no den principio las clases en este mes de junio. Otros estados ya dijeron que no acudirán e inclusive algunos que ya estaban acudiendo colocaron reversa.

Por cierto, las cifras aquí señaladas fueron dadas a conocer por el anterior secretario de Educación Pública, Esteban Moctezuma Barragán, quien señaló en su momento en 2020:

“Del mismo modo que la emergencia sanitaria ocasionada por el Covid-19 trastocó a la inmensa mayoría de los sistemas educativos en el mundo, el ciclo escolar que recién culminó se vio afectado debido a la suspensión de actividades presenciales en las escuelas de todo el SEN (Sistema Educativo Nacional), desde la educación inicial hasta la educación superior, en instituciones tanto públicas como privadas.

“Ante esta situación, fue necesario adoptar una serie de medidas excepcionales para concluir el ciclo escolar mediante clases a distancia, con el importante esfuerzo de todas las maestras y maestros, a efecto de mitigar el impacto de la pandemia en el aprendizaje de las y los estudiantes.

“En esta labor extraordinaria estuvieron involucrados 36.5 millones de alumnos y más de dos millones de maestros, así como los propios padres de familia que compartieron el reto de las clases a distancia con sus hijos”.

Pues sí, pero hoy esos padres de familia exigen sensatez al gobierno federal y a los gobiernos locales, ante la locura que pretenden llevar a cabo.

Lo sensato es esperar un poco más. Serían dos meses cuando mucho.

En fin. Ya veremos.

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