Por Alberto F. Mena Mallen
La corrupciòn en nuestro paìs no se evaporará ni se eliminará por arte de magia, o por medio de encuestas y menos acusando, señalando o estigmatizando a quienes desde altos cargos, cometieron robos que han hecho ricos a ellos y hasta por varias generaciones a sus familias, y dejándolos pasar en una gran impunidad que provoca mucho malestar entre los mexicanos. El único camino posible es el de las leyes.
Todos los que no manejamos recursos pùblicos quizá, o muchos ciudadanos reconocemos que sí hemos participado en algunos casos de corrupciòn, particularmente en casos de infracciones de trànsito, cuando nos cachan los “mordelones” policìas ya sean municipales, estatales y también la federal de caminos, ahora Guardia Nacional.
Pero eso se genera porque no hay caminos adecuados para pagar sanciones addministrativas, ya que para liqudar una multa, hay que acudir a una caja de la tesorería o a un sitio en especìfico, tales como bancos, tiendas departamentales, lo que en primera instancia quita demasiado tiempo. Por ello, las propias autoridades deben de implementar sistemas digitales.
Tambien, porque estos servidores pùblicos son muy maltartados por las autoridades correspondientes, no reciben salarios para que puedan vivir holgadamente, no tienen apoyos y si los hay son mìnimos o de mala calidad en caso de uniformes, patrullas donde tienen que ponerle gasolina con las dichosas mordidas, repararlas, en todos los sentidos, incluso cuando se les poncha una llanta. Hay pocos apoyos en viviendas, transportes y su sistema de salud es mínimo. Carecen de un buen sistema legal y jurídico.
Hacen convenios verbales con quienes les pueden apoyar, como el no multarlos en caso de que se los encuentren haciendo chanchullos de cualquier tipo, y con ello pagan los favores de todo tipo, y como quien dice “favor con favor se paga”, cuando son las autoridades, los gobiernos quienes deben sufragar todos los gastos de los policìas para evitar que se sirvan del pueblo.
Mientras las autoridades y gobiernos de los tres niveles de gobierno no cumplan con sus responsabilidades a las que se comprometieron cuando tomaron el cargo, la corrupción continuarà por los siglos de los siglos, lo que hará trizas los deseos del jefe del ejecutivo de limpiar al país de la dichosa corrupción.
López Obrador ha insitido que la corrupción se debe barrer de arriba hacia abajo, pero vemos que si no puede con los de arriba, menos lo hará con el pueblo bueno y sabio que buscará no pagar infracciones, impuestos, tarifas o lo que se pueda o darà algun estimulo a los empleados para aligerar trámites o documentos. Existe la sensación de que hay un show con este problema. El mismo presidente ha provocado este tipo de espectáculo a nivel nacional.
Se deberían instalar con mayor amplitud y énfasis sistemas digitales que permitan que la misma ciudadanía realice sus trámites sin intermediarios y aprovechar la pandemia para ampliar la oferta de los mismos, ahora que se ha hecho más comun y que las propias empresas buscan los caminos para estar en las redes sociales o en internet, ya sea para cobrar, pagar y entregar productos diversos.
Por ejemplo, lo de las citas para la verificaciòn, donde uno como contribuyente escoge el lugar, la hora y la fecha para ir a cumplir con esa obligación; hay màs ejemplos, tal y como sucedió con lo de las trámites vehiculares, cuando permiten actualizar las licencias de manejo o las tarjetas de circulación, entre otros que podrían resolver más facilmente los trámites a los ciudadanos, evitando largas filas y mucha pérdida de tiempo, aparte de las posibles “mordidas”, que se dan en todos los casos.
En algunas ciudades de los Estados Unidos, existen trámites que se simplifican con el uso de los celulares y algunas aplicaciones.
En Miami, -caso que conozco-, para estacionarse en las calles seleccionadas para ello, existen aplicaciones a las que se le cargan efectivo para poder pagarlo, sin necesidad de estar pendiente del reloj para evitar infracciones, de las que se aprovechan las propias autoridades y las empresas concesionarias.
También está el caso del peaje en autopistas, donde no existen los llamados Tag’s que aquí se utilizan, ya que con el número de placas del vehículo que las utiliza, es como se cobra la tarifa, mismo que se hace por correo o un mensaje de texto al usuario correspondiente. En México ya existe el cobro por Tag en algunas plazas comerciales, lo que facilita el ingreso a las mismas y lo que ya representa una ventaja a los usuarios.
En el gobierno de Enrique Peña Nieto, se creó una nueva ley General de Responsabilidades Administrativas, publicada en el Diario Oficial de la Federación el 18 de julio de 2016, texto vigente, La última reforma publicada en el DOF 13-04-2020, así como un Sistema Nacional Anticorrupciòn, mismos que el actual gobierno federal ni ha volteado a verl para corregir este mal mexicano. El uso la llamada Cartilla Moral, de nada a servido, sino para gastar recursos en su publicación. Igualmente, existe una plataforma digital nacional, instrumento que ha sido poco utilizado hasta ahora.
Por ejemplo, en el título segundo del Sistema Nacional Anticorrupción, en su capítulo I, se establece que este sistema tiene como objetivo establecer principios, bases generales, políticas públicas y procedimientos para la coordinación entre las autoridades de todos los órdenes de gobierno en la prevención, detección y sanción de faltas administrativas y hechos de corrupción, así como en la fiscalización y control de recursos públicos. Es una instancia cuya finalidad es establecer, articular y evaluar la política en la materia. Las políticas públicas que establezca el Comité Coordinador del Sistema Nacional deberán ser implementadas por todos los Entes públicos.
Actualmente es una situación olvidada.
De la misma manera existe una propuesta que se encuentra disponible para su consulta en la página:
https://www.gob.mx/sesna/articulos/propuesta-de-politica-nacional-anticorrupcion-185184?idiom=es y que duerme el sueño de los justos.
Ahí se establece que la Política Nacional Anticorrupción se enfoca en dar solución a un problema en concreto: la incapacidad que se ha tenido tanto desde el estado como desde la sociedad para controlar la corrupción, esto es, prevenirla, investigarla y sancionarla y donde se concibe a la corrupción como un problema sistémico presente en todos los órdenes y ámbitos de gobierno, por lo que el alcance de la PNA debe ser nacional con un enfoque de aplicación en todos los entes públicos del país.
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