Por Arturo Lino Guzmán
El tema no es menor y tiene importancia en el contexto actual, ya que los prestadores de servicios turísticos afectados por la pandemia del Covid-19, han solicitado reiteradamente apoyos para mantener vigente el desarrollo de las empresas de todos tamaños y de diferentes giros, pero sobre todo para sacar a flote al sector turístico.
Sí, es cierto que se han abierto créditos para los pequeños y medianos establecimientos que, en lugar de ayudar, complican más su situación financiera, pues tendrán dificultad para pagarlos, por la falta de ingresos y porque la recuperación será lenta.
Sin embargo, pareciera que no hay la mínima sensibilidad, pero sí desconocimiento o ineficiencia de la administración de parte de funcionarios de la Jefatura de Gobierno de la Ciudad de México que encabeza Claudia Sheinbaum y principalmente ella al tomar decisiones precipitadas que caen en la ilegalidad.
Lo señalamos porque hace apenas una semana se dio a conocer un comunicado que firman la Cámara Nacional de la Industria Restaurantera y Alimentos Condimentados (Canirac); la Cámara de Comercio de la Ciudad de México, la Asociación Nacional de Agencias de Viaje (AMAV-CDMX) y la Asociación de Hoteles, también de la capital del país, en el que exponen su preocupación por las medidas del gobierno al disponer de 170 millones de pesos que es el presupuesto total del Fideicomiso del Fondo de Promoción Turística de la Ciudad de México con el argumento de que hay que atender la emergencia ocasionada por el Coronavirus.
En este sentido hay varios puntos que es necesario considerar: es cierto que los requerimientos sanitarios en estos momentos son muchos y que todos los mexicanos, sin excepción, debemos apoyar para salvar vidas y atender a los enfermos para lo cual se requieren recursos adicionales en la adquisición de equipos y materiales; otro aspecto es que no es necesario disponer recursos para la promoción turística ya que el movimiento de viajeros, no sólo en el país sino en el mundo, es mínimo, lo que sería infructuoso emplear dinero en la promoción turística de la CDMX.
Hasta ahí todo bien, pero en política, la forma es fondo o lo que es lo mismo el qué, no necesariamente justifica el cómo y es que en su queja, las organizaciones firmantes señalan que el Comité Técnico del Fideicomiso fue convocado fuera del tiempo jurídico para tratar el asunto de disponer del presupuesto de ese organismo a otras necesidades, aun cuando los dineros ya estaban etiquetados y aprobados por el Congreso local con la finalidad de hacer la promoción.
Destacan que el formato de la sesión era a través de un recurso digital no presencial, aún no aceptado por la Suprema Corte de Justicia de la Nación para suplir las exigencias de la propia Ley en materia de celebración de órganos colectivos de mando en entidades morales y más tratándose de un asunto tan trascendente para el patrimonio del FMPT.
Antes de quedar instalada, los Representantes de los Organismos Empresariales que forman parte del FMPT hicieron la observación de que, se había convocado a la sesión con tan solo 24 horas y no 72 como exigen los términos constitutivos del fideicomiso.
Aún y a pesar de esta moción, se llevó a cabo la sesión de Comité Técnico, abordando y discutiendo el principal y único punto de la orden del día, para pedir la autorización de transferir los recursos a la Tesorería del Gobierno de la CDMX sin señalar expresamente el destino desagregado de los mismos.
En la discusión del caso quedó evidente la oposición de los cuatro representantes del sector privado integrantes del Comité Técnico, quienes fueron superados por los otros seis votos de los representantes gubernamentales.
Por lo anterior los representantes de las asociaciones firmantes expresaron su inconformidad en una carta enviada a la funcionaria que rompe con los acuerdos de cooperación con el sector privado, así como la colaboración y entendimiento. “Se fractura la confianza para trabajar en beneficio de los habitantes de la CDMX”, se destaca en el texto de la misiva.
Mencionan que el sector empresarial turístico ha apoyado con alimentos y hospedaje a personal médico y a quién más lo necesita, pero “este acto arbitrario en sus pretensiones y en sus formas, transgrede las excelentes y fructíferas relaciones que ambas partes nos veníamos reconociendo”.
El sector privado dedicado al Turismo en CDMX no puede aceptar de ninguna manera que se expropien los recursos etiquetados para sustentar y promover nuestra dañada y abatida actividad económica. Solicitan reconsidere y apego irrestricto a la legalidad sobre el patrimonio del FMPT. Tomar recursos distintos de su fin fiduciario, fractura la legalidad, al modificarse su destino y aplicación.
Sí, no se puede actuar arbitrariamente por mucho poder que tengas, sobre todo sí el gobierno pregona aplicar la ley y hacer justicia. Se gobierna con el ejemplo, no con palabras.
El otro punto es que efectivamente se requieren apoyos económicos y materiales, trabajo de muchos para salir adelante, pero si se trata de tener recursos, por qué no recurren a lo que se gasta en obras infructuosas en la gran mayoría en todas las alcaldías, pues da la impresión que la asignación se la dan a ciertas empresas. En este caso, sería bueno que Función Pública investigara a quién pertenecen porque se les favorece y poner un alto al dispendio cuando hay muchas necesidades y además para hacer eco del combate a la corrupción.
Por lo menos en las alcaldías de Cuauhtémoc, Benito Juárez, Miguel Hidalgo, Coyoacán, Venustiano Carranza e Iztacalco, se levantan banquetas periódicamente, cuando son trabajos que no se necesitan. Los suspicaces preguntamos si hay nombres de funcionarios o dirigentes que están sacando ventaja en estos momentos cuando se supone que se combate la corrupción.
Por cierto, la CDMX es una de las más visitadas por turistas internacionales y de otros estados de la República y el hecho de que vándalos tolerados y quizás pagados por gente con intereses muy concretos con el propósito de desestabilizar y causar más encono en estos momentos difíciles que vivimos no solamente en el país, destruyen o afectan el patrimonio cultural de la nación y además de negocios, dan una imagen negativa en el exterior.
Ojalá, que las manos que mecen la cuna, sean capaces de controlar, desde ahora, al Frankenstein que han creado, antes de que sea demasiado tarde.