El presidente de Brasil, Jair Bolsonaro, comparó las medidas de aislamiento social adoptadas por los estados de su país para frenar el avance del coronavirus con la crisis política, económica y social que atraviesa Venezuela.
Bolsonaro, quien se ha mostrado en contra de la cuarentena, se quejó porque oficiales de Policía realizaron rondines para evitar que los brasileños salieran de las regiones donde viven. “El jefe de familia debe quedarse en casa teniendo hambre con su familia. Millones ya sienten cómo es vivir en Venezuela”, señaló.
El Gobierno del ultraderechista es uno de los más escépticos sobre la gravedad de la pandemia de COVID-19 en Brasil, que ya superó la barrera de los 10 mil muertos. Además, medios de ese país publicaron fotos y videos del mandatario paseando en moto acuática por el lago Paranoá, en Brasilia.
Por su parte, el ministro de Salud, Nelson Teich, expresó su solidaridad a las familias de los fallecidos por coronavirus en el país y aseguró que dará “lo mejor para vencer rápido esta terrible guerra”.
El funcionario no se había posicionado públicamente sobre las medidas de confinamiento hasta el pasado miércoles, cuando admitió que, frente a la acelerada propagación de la enfermedad, su despacho entiende la “necesidad de que en algunas ciudades sean necesarias medidas de confinamiento total”, como ya se ha adoptado en algunos municipios de al menos cinco estados brasileños.
Teich sustituyó en el cargo a Luiz Henrique Mandetta, quien seguía las indicaciones científicas y defendía el aislamiento para evitar la propagación del virus, mientras que el presidente brasileño insiste en que las personas deben volver a trabajar y que la economía debe reactivarse porque “Brasil no puede parar por una ‘gripecita’”.