*Seguridad Social, el IPN y la Autonomía de la UNAM
*La red de Aeropuertos y los Desarrollos Turísticos
*También Surgieron las “Comaladas de Nuevos Ricos”
*Febrero fue un mes Terrible Para el Presidente
Por Gerardo Lavalle
A.- Aunque en su larga vida de gobierno el PRI, con sus Presidentes, realizó grandes obras que prevalecen a pesar de la 4t, tardíamente se lo recuerda a los ciudadanos que, en las nuevas generaciones, ignoran a quién se debieron los nacimientos del IMSS, del ISSSTE, del Infonavit, del IPN, del DIF, del Banco de México, de infraestructura carretera que cubre, aunque con sus asegunes, todo el territorio nacional. Hasta la autonomía de la UNAM corresponde a un priista: Emilio Portes Gil, quien la concedió en 1929 siendo presidente sustituto por la ausencia de Pascual Ortiz Rubio.
Por supuesto, los puertos marítimos y la red de aeropuertos; los desarrollos turísticos como Cancún, Bahías de Huatulco, Nuevo Vallarta y las riveras Maya y Nayarita.
En el campo durante 70 años se repartieron las tierras que acapararon por décadas los ricos y poderosos latifundistas que han retornado bajo el disfraz de arrendadores de grandes extensiones; el sistema de riego en miles de hectáreas y la construcción de presas y plantas de energía como Chicoasén o Laguna Verde, se debieron a la visión de aquellos Presidentes que llegaron al terminar la etapa de los militares.
Ello no implica que quienes detentaron el poder público a partir del triunfo de la Revolución Mexicana no hayan emprendido acciones que beneficiaron a la población. Con excepción de la llamada “traición de Calles” por haber aceptado la exigencia de Álvaro Obregón para modificar el artículo 83 y volver a ser Presidente en 1928, se respetaron los principios constitucionales aprobados por el Constituyente de 1917.
Ciertamente con el paso de los años cada presidente impulsó y, por supuesto, logró las reformas que convenían a sus proyectos de Nación, aunque muchos de ellos eran más personales.
También es totalmente cierto que a partir de los gobiernos civiles con Miguel Alemán Valdés, las “comaladas de nuevos ricos” –como llamó Portes Gil a los políticos encumbrados en cada sexenio- se hicieron cada día más notorias. Se afirma que Adolfo Ruiz Cortines ha sido el único que, en realidad, aplicó la austeridad republicada decretada por Benito Juárez. Probablemente Gustavo Díaz Ordaz y Ernesto Zedillo Ponce de León no hayan saqueado al país. De ahí en fuera, podría asegurarse que cada cual hizo lo suyo para que las generaciones que le sucederían en la familia no tuvieran necesidad de trabajar.
Se sabe y con precisión que difícilmente un político, del país que fuere, está vacunado contra la ambición económica y de poder.
Hay algunos, probablemente los más, que hicieron progresar sus Naciones. Y cuando cayeron de la gracia de los ciudadanos nadie se acordó de los buenos oficios prestados durante sus gestiones.
Eso pasa en México. Las nuevas generaciones no saben lo que el PRI, sus Presidentes, hicieron por el país y hoy todo huele a corrupción, porque Andrés Manuel López Obrador decidió destapar la caja de Pandora como parte de su convicción –o por lo menos así lo manifiesta- moral, la que supone está por encima de todas las que tienen y viven 120 millones de mexicanos.
Tardíamente Alejandro Moreno Cárdenas, dirigente que no líder del PRI, lanza una campaña de propaganda política, pagada con los impuestos de todos los que sí pagamos, en la que expone las buenas acciones de sus Presidentes de la República.
No alcanzará a penetrar antes del 2021, porque el desprestigio que carga el PRI y sus militantes no lo tiene “ni Fidel”.
Por algo se empieza y ojalá las nuevas generaciones entiendan el pasado de sus padres y abuelos y reflexionen antes de que el cambio prometido llegue sin las promesas cumplidas sino por imposiciones de convicción personal, no en beneficio del país.
B.- Año bisiesto y febrero de 2020 no fue el mejor para Andrés Manuel López Obrador.
El crecimiento exponencial del movimiento femenino, los rebasó y con creces. Lo debilitó, algo que no se consiguió con la exigencia de que terminara, porque aún no termina, el desabasto de medicamentos. Tampoco permeó el reclamo de que las gasolinas no bajaron como lo prometió al ser declarado presidente electo.
Durante 2019 la lucha contra la violencia basada en el lema “abrazos no balazos” hasta ahora ha sido un fracaso. Los datos oficiales, salvo que haya otros que nadie conoce, revelan que fue el año con el mayor número de víctimas, superando todos los anteriores en los que se lleva registro. El mes que cada cuatro años tiene un día más, no le favoreció en materia económica. El crecimiento es virtualmente 0. Las cuantiosas inversiones para rescatar a Pemex no han dado resultado. El pleito casado con los empresarios no permite el desarrollo. El avión presidencial sigue costando mensualmente 2.5 millones de pesos. El 2019 se pagaron por tenerlo estacionado 30 millones.
Y para colmo de males, “compró” un cachito de lotería para la rifa-no –rifa-del avión, ¡apócrifo!, porque el número 000000 no entra en la tómbola.
Vaya mes para el Presidente.
C.- Aprender que nadie se manda solo cuando el Gobierno es autócrata, es desde ya una premisa.
Dos elementos deben ser tomados en cuenta: consultar todo, hasta pedir permiso para ir al baño o enfermarse, o presentar la renuncia cuando la dignidad existe.
Claro, doña María Luisa Albores, parece haberla perdido en las profundas tierras en donde se siembre vida.
Ser exhibida por su Jefe al derogar el decreto que ella hizo publicar en el Diario Oficial para oficializar la reducción de facultades de quien dirigía, y DIRIGE, el programa, sería suficientemente motivo para decir: ¡hasta aquí llegué!
Como buena chiapaneca, doña Luisa María se le resbala todo… hasta el conocimiento de sus propias facultades… como funcionaria, no de las otras.
Aquí si cabe la definición de Germán Martínez Cázares: me voy (del IMSS) porque no soy florero de nadie. Luisa María Albores luce como uno y con bordados a mano.