*Cancelación de NAIM no fue por corrupción y causa graves daños financieros
Por Miguel A. Rocha Valencia
Continúa la discusión en torno al Aeropuerto Internacional de México en Texcoco. Por tercera vez, el actual secretario de Comunicaciones y Transportes, Jiménez Espriú reconoció que la obra no se suspendió por corrupción sino por cuestiones financieras y técnicas; el director general del Grupo Aeroportuario, Fernando Ferrando Bravo, afirma que falta por cerrar o liquidar 72 contratos (14 no especificados), por un monto de 163 mil millones de pesos.
Esto implicaría, como dice Jorge Gaviño, presidente de la Comisión de Desarrollo Aeroportuario del Congreso de la Ciudad de México, que se tirarán a la basura o enterrarán 120 mil los millones. Yo creo que son muchos miles de millones más pues tan sólo de la fibra E podrían ser 200 mil millones, tanto por los ocho mil millones de dólares en bonos, más sus intereses.
Pero lo oficial es que según Ferrando Bravo, se trata de 178 mil millones de pesos, eso a valores actuales, tomando en cuenta que de la fibra verde son 150 mil millones de pesos a pagar al vencimiento de dichos bonos, más los intereses. Claro quedan pendientes los 20 mil millones de pesos que financió Banobras y su costo financiero.
En ocho contratos se tiene 75 por ciento del monto de la obra, como el edificio terminal, pistas, el centro intermodal de transporte terrestre, así como la torre de control.
Sube el costo del capricho
Pero como comentamos días atrás, uno de los mayores costos de cancelar el NAIM, fue la confianza como se alerta en el Departamento de Estado de EU, donde se presentó el informe sobre “Declaraciones climáticas de Inversión”, y se alerta sobre la preocupación por parte de inversionistas de que se está socavando la confianza “en las reglas del juego” en México.
Tal vez a ello se deba la anunciada entrevista de Marcelo Ebrard con Mike Pompeo, secretario de Estado estadunidense, ya que en dicho informa, los analistas destacan la dificultad y el costo de hacer negocios en México debido a la “incertidumbre por el incumplimiento de contratos, la inseguridad y la corrupción” que persiste, así como los despidos en las dependencias.
De hecho el informe es una crítica a la actual administración donde se afirma, “socava la confianza de las reglas, especialmente en el sector energético al debilitar la autonomía de la Comisión Federal de Competencia Económica (Cofece), Comisión Nacional de Hidrocarburos (CNH) y Comisión Reguladora de Energía (CRE).
El informe señala que pese a las objeciones de la oposición del Senado, el gobierno de López Obrador nombró a cuatro de los siete comisionados de la CRE. Agrega que los recortes al presupuesto han generado despidos importantes.
Informes confidenciales hechos llegar a Yo Campesino e Impar, señalan que en Banobras ”hay muchos miles de millones de pesos guardados y que nadie quiere para invertir por ejemplo, en energía”.
No hablamos “de cantidades menores; son más de diez mil millones de pesos que ya estaban programados y que a la mera hora, están atorados”. Esto significa que no hay inversión.
