*Varios Indicadores Señalan que ahí Viene el Lobo del Freno Económico
*Más Vale que Presidencia y Hacienda le Hagan Caso al Banco Central
Por Jaime Contreras Salcedo
En inusitado ejercicio de autocrítica, que no se le había visto en los primeros siete meses de ejercer el poder formal, el presidente Andrés Manuel López Obrador le dijo al pueblo bueno y sabio, el pasado primero de julio, congregado en la Plaza Mayor del país, que ni hablar, dos temas le dolían por no tener los resultados deseados, a saber, el magro crecimiento económico, del orden de apenas uno por ciento anualizado y con expectativas a la baja, añadiríamos. “Aunque poco, la economía está creciendo. No hay recesión y es menos injusta la distribución del ingreso», aseveró el mandatario.
Y también admitió de pura pasada que, además tenemos otro problema severo que nos medra día a día, y que se llama inseguridad pública en todas sus manifestaciones.
Según él, todo lo demás es coser y cantar. Se jactó, como no, que el 78 por ciento de sus promesas de campañas está perfectamente resuelto y que, en algunos casos como el del aeropuerto en Santa Lucía, Estado de México, si hay obstáculos los están presentando los opositores perversos a través de sabotajes legales que, subrayamos acá de este lado, no tendrán éxito porque la historia y Juárez ya dijeron en su oportunidad que la reacción no tendrá éxito ni ganará jamás. #Posestos.
Ahora bien, eso de que ha caído el empleo, la inversión y el consumo doméstico en niveles no vistos desde hace al menos diez años son datos que no le venimos manejando. Son menores las cifras y, claro, en todo caso habrán de reponerse en la misma medida en que la #CuartaTransformación se consolide en beneficio de la gente, especialmente los marginados que nunca fueron atendidos en la triste historia del neoliberalismo de nuestro país. Ahora sí y eso es lo que verdaderamente importa para todos.
Eso de que íbamos a unir a la sociedad como que ya quedó atrás también, pues los adversarios perversos que nunca faltan, se han encargado de atomizar a la ciudadanía, lo que ha redundado en que el mensaje presidencial distinga a los que están con él, millones y millones, mientras que los demás simplemente son hasta débiles mentales en algunos casos, se comportan como niños, son fifís y retrógradas, y no tienen nada que hacer sino estorbar la buena marcha que tiene el país en todos sus ámbitos. Parafraseando a un clásico, ni los ve ni los oye.
No es anormal, es un decir, que el Presidente en turno celebre con fasto y pompa todos sus presuntos éxitos. Esto ocurre en todo el mundo. Pero aquí se convirtió en carrera con todo y doctorado. Andrés Manuel López Obrador es humano y comparte a toda la banda sus presuntos éxitos, los cacarea y quiere que todos participen en esta suerte de verbena popular por él encabezada.
Lo que llama la atención a los analistas, no necesariamente privados, es que en ese festín se trate de dar la vuelta a una serie de factores que tenemos en la actualidad y que amenazan recrudecerse no sólo en lo que resta del año sino en los restantes ejercicios de este sexenio. Lo peor es que soslayarlos, minimizarlos e incluso declararlos nuños o inexistentes, no hace que desaparezcan como parte de los exégetas del sistema quieren simular.
El más grave que encaramos, muy probablemente, es el caso de que puede venir una severa recesión económica que no pocos expertos, incluso en el Banco de México, han venido advirtiendo desde hace unos 90 días. El inquilino ahora de Palacio, su vecino el de Hacienda y la que nos dicen trabaja de titular en Economía no han dicho esta boca es mía. Con decirles que más ruido se hace en latitudes externas y aquí ni siquiera se le da el carácter de catarrito, por mencionar un tema que ya tenemos muy domesticado.
Esos consultores nos decían que ya se ha hablado con los que toman decisiones en este país, incluido el titular del Poder Ejecutivo y ¿qué creen? estos sedicentes expertos piensan que es la venida del lobo y religiosamente están soslayando todo criterio que califican a contracorriente de la #4T. No le hacen caso pues tienen otros datos mucho más nobles y menos beligerantes, dicen con toda propiedad. Así las cosas.
Para no terminar de aguar la fiesta que iniciara el uno de julio, queremos pensar que hay alguien que está razonadamente informado en Presidencia y su oficina, en Hacienda y todo Palacio Nacional, o en Economía. Hay que ponerse pilas y hacerle caso, ya de perdis, a lo que proyectan desde el Banco de México y los analistas al servicio del empresariado, de que urge estabilizar las aguas oceánicas y procelosas del lado gubernamental o nos va a cargar el payaso antes de que cierre el año 2020. Esto debiera saberlo el que también ya es vecino de Benito Juárez, de su estatua hablamos, allá en los pasillos de Palacio Nacional.
Veamos un dato anexo, no por ello menos importante: si en una de esas se nos cae el teatro y esto que se está sosteniendo por tachuelas se le ocurre quitarlas, no le quepa a usted la menor duda que se sobrevendrá el apocalipsis y si –por aquello de cumplir compromisos de campaña- se nos ocurre hacer realidad una “consulta popular” que haga realidad la revocación de mandato, se generará una anarquía del tamaño del mundo en apenas unos cuantos kilómetro cuadrados y que todos conocemos como patria.
Y ahí que nos puede coger el chaparrón.
Por lo pronto, estas Lascas Económicas andan tristes pues por más que concita a otras piedras para que, a la vez, alerten lo que pasa y lo que puede suceder en el corto plazo, resulta que son insuficientes ante la previsible avalancha de noticias malas y no precisamente fake que se sobrevendrán en todo el territorio nacional. Y ya le esperan con calma, pero la semana entrante. Jacs95@hotmail.com.