Punto de Vista
Por Jesús Michel Narváez
En mayo pasado, en Polonia, se descubrió que había baterías con el sello de Segalmex. Jamás se aclaró el asunto y todo quedó en un deslinde sin que se hiciera una investigación a fondo por parte de la Fiscalía General de la República.
Un asunto que traspasó las fronteras y evidenció que los turbios manejos en la empresa dedicada a proveer de alimentos, productos y artículos al mejor precio para que los compren quienes menos tienen, no solo negociaba o comerciaba en la red de tiendas de las empresas Conasupo y Liconsa.
Hasta ahora, el desvío hallado por la Auditoría Superior de la Federación en la cuenta pública de 2019 ha tenido como resultado la aprehensión de charales y los peces gordos siguen nadando en aguas cristalinas y mares de espejo.
Hoy se sabe que fueron encontradas metanfetaminas en Hong Kong en costales con el logotipo de Segalmex.
Como es costumbre, se anuncia, que se “harán las denuncias penales correspondientes”.
Una empresa fusionada de dos y cuya creación en el gobierno de Andrés Manuel López tuvo como finalidad llevar alimentos y lecha a todas las tiendas de la antigua Conasupo y con ello “apoyar la economía de aquellos que tienen menos”.
Al conocerse la noticia, porque la es, la entidad Seguridad Alimentaria Mexicana (Segalmex) afirmó que no realiza exportación de productos a ningún país y se deslinda de cualquier mal uso que se haga de sus siglas en otros países.
En una “nota informativa”, el director de la entidad, el sudcaliforniano, exgobernador, expresidente del PRD y otros ex, Leonel Cota Montaño, ratifica que la empresa no exporta nada a otros países.
Al mismo tiempo, la Secretaría de Agricultura y Desarrollo Rural (Sader), a cargo de Víctor Manuel Villalobos emitió otra nota en la que se informa que se realizarán las denuncias penales ante las autoridades correspondientes, por los hechos constitutivos de uno a varios delitos, contra quién o quienes resulten responsables por el mal uso del nombre y logotipos de Segalmex.
Eso despierta sospechas.
1.- Quien utiliza el logotipo de Segalmex podría ser empleado de Segalmex, que conoce los caminos para exporta los no exportados Productos de la empresa;
2.- De no ser un empleado en funciones y que probablemente haya sido despedido o renunciado por decisión personal, tiene nexos con Aduanas, ahora bajo el (des) control de la Secretaría de Marina y contactos de mediano nivel en La Secretaría de Economía que revisa y otorga o niega los permisos de exportación.
No es coincidencia que la primera ocasión que se descubriera una cantidad no precisada de baterías en Polonia, allá por marzo de este año, nada pasara y las pilas se siguieran vendiendo en el mercado europeo: ahora ni debe sorprender que en el envío de metanfetaminas a Hong Kong –un país dos gobiernos- que por vencimiento del acuerdo con Gran Bretaña fue devuelto a China, porque nadie sospecharía nada. Las versiones internacionales coinciden que el gigante asiático, además de avanzar en tecnología y producción de artículos que han inundado al mundo, también tiene sus queveres con el narcotráfico.
¿Qué dirán ahora el huésped temporal de Palacio Nacional?
Negará los hechos y confirmará que se “investigará a fondo”.
Los resultados ya los conocemos:
¡Quieren afectar a mi gobierno!
Son los adversarios de la transformación quienes hacen estas ilegales acciones.
El hecho medio limpia el rostro de Ignacio Ovalle Fernández y tizna el de Leonel Cota Montaño, los dos directores que ha tenido Segalmex desde que López ordenó la fusión de dos empresas para “mejorar el abastecimiento de alimentos” para los pobres.
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