*¿Y si la Decisión Sobre el NAIM no Fuera de AMLO?
Por Miguel A. Rocha Valencia
En el fondo de su ser, los funcionarios de la Cuarta Transformación, saben que lo de la cancelación unipersonal del Aeropuerto Internacional de Texcoco, es uno de los peores errores económicos, sociales y políticos cometidos por el caudillo.
Tanto que el secretario de Comunicaciones Javier Jiménez Espriú, con todo y su resentimiento, dijo no estar de acuerdo con el presidente en el sentido de que son los corruptos quienes se amparan contra la decisión de cerrar el NAIM y evitar las obras en Santa Lucía. Hasta en el Grupo Aeroportuario de la Ciudad de México, se comenta que ojalá se reactivara el proyecto que además de positivo, les justifica la chamba.
Están de acuerdo todos, incluso los generales que estarían a cargo de la construcción del nuevo aeropuerto de Santa Lucía advierten que el tema aeronáutico no es su responsabilidad, sólo la obra civil la cual, obviamente, garantizan al 100 por ciento así como su seguridad incluyendo las obras complementarias.
Pero en el tema técnico de operación hay dudas, sobre todo en la simultaneidad con el actual Aeropuerto, así como en el incremento de la capacidad al paso de los años.
De acuerdo con Mitre, la operación no podría ser simultánea y la capacidad de crecimiento sería limitada, en tanto que el NAIM en el corto plazo y de acuerdo con un planteamiento donde se elimina todo lo que el jefe del Ejecutivo llama “corrupción”, podría alcanzar hasta los 70 millones de pasajeros en el mediano plazo y hasta puesto en marcha en su primera y segunda etapas por la actual administración.
Lo que se ganaría sería la reactivación de la industria de la construcción y con ella el empleo y como la propuesta deriva de empresarios judíos, se sumaría la comunidad hebrea que en días pasados negó su apoyo a López Obrador por la ausencia de certeza. No van a arriesgarse, le dijeron.
Además eliminaría los resquemores que aún quedan por parte de inversionistas extranjeros, en especial a quienes manejan portafolios de fondos de pensión y podrían acotarse los capitales especulativos que pondrían en riesgosa volatilidad nuestra economía.
Pero claro, todo esto son simples especulaciones y a veces sospecho que, como se están dando las cosas, la cancelación del NAIM no deriva sólo de un capricho de AMLO, sino de alguna instrucción de más allá la frontera norte, cuyos operadores aeronáuticos ganan pues mantienen la preponderancia en la conectividad. De ser así, aunque quisiera no podría dar marcha atrás. Ahí está lo de los migrantes.
Claro, es simple especulación, pero si se analizan con calma, sin apasionamientos las cosas, las cifras, las inversiones, los destinos, lo que implican, podríamos tener algunas sorpresas.
Un dato. Los 10 mil millones de dólares que de acuerdo con Jared Kushner, yerno de Donald Trump, invertirán empresarios estadunidenses en el Sureste y Centroamérica ¿no les darán ganancias?