Recesión y lo que viene

Yo Campesino

*No hay obra ni inversión; caen empleo, gasto y crecimiento

Por Miguel A. Rocha Valencia

Coincido con dos de mis recordados jefes en La Prensa y Ovaciones, Jorge Herrera Valenzuela y Abraham Mohamed cuando apuntan que López Obrador tuvo 12 años para saber qué país quería gobernar, sabía de la corrupción, esa que fue su bandera de campaña y luego de ganar la elección, pactada o no, contó con cinco meses para diseñar su estrategia de gobierno.

Pero en vez de construir, hundió a la obra de infraestructura aeroportuaria más importante de los recientes años en México y generó un entorno económico negativo.

Ya pasaron seis meses de gobierno que parecen de campaña, y todavía está pensando lo que sigue; sus simpatizantes piden tiempo para que aterrice sus políticas públicas, y yo le digo a mis maestros periodistas que falta lo peor.

Porque López Obrador, no ha construido nada, se ha dedicado a destruir, material y políticamente lo que dejaron los “80 años de gobiernos” idos y saturados de corrupción, de donde por cierto, él viene.

Su falta de eficacia la justifica –todavía- en la corrupción de los que fueron y si no, simplemente guarda silencio o dice que tiene otros datos, como en el caso del 80 por ciento en la caída del empleo y expectativas de crecimiento del Producto Interno Bruto (PIB).

Pero en realidad, el país no crece; si como moderno Atila, AMLO no dejará piedra sobre piedra del antigua régimen, insisto donde él se fraguó, habrá que preguntarnos ¿quién va a pagar los efectos de esa destrucción?

Porque es obvio, no será la clase en el poder, ni los idos ni los llegados; seremos no sólo los 30 millones que dicen votaron en su favor, sino los 130 millones de mexicanos. Bueno hasta quienes se desgarran las vestiduras por él y exigen darle tiempo. Por eso digo, viene lo peor. La recesión apenas inicia, aunque López Obrador diga lo contrario.

A pesar que el presidente afirma “tener otros datos”, la verdad dicha por el IMSS, de Zoé Robledo, en mayo, el trabajo formal cayó 88 por ciento respecto al mismo periodo del año pasado.

Ahora, si como empleo cataloga ser nini, pues tendrán que sumar muchos millones de “gorrones” que por sólo aspirar a estudiar o trabajar, les dan sus tres mil 600 pesotes al mes. Si esos son los “otros” datos del presidente estamos fritos pues no genera economía quien no hace nada sino gastar dinero que podría dedicarse a actividades productivas, inversión.

El caso es que desde nuestro punto de vista, los signos recesivos son evidentes; el propio Banco de México reconoce que el crecimiento no pasará del 1.2 por ciento en el mejor de los casos, lo cual implica que el número de desempleados crecerá; la inversión privada no aumenta; la extranjera no llega pues no hay obras para ello y la que está, es sustitutiva o de reinversión.

Por todo ello, quienes saben, nos aconsejan que “cuidemos nuestro entorno”, lo que tengamos incluyendo familia y trabajo porque vienen tiempos difíciles (más).

Así de complicado la ven, ¿y saben qué?, yo también.

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