México Avanza Aceleradamente en una Materia… la Corrupción

A la Vuelta de la Esquina

IVÁN RUIZ FLORES

Hoy que se ventila abiertamente la corrupción en la más alta esfera gubernamental, sin que el hecho cause preocupación, sino ira e impotencia, recordamos que el tema estuvo en la palestra del poder legislativo, precisamente en la edición de febrero de 2015 de Mirada Legislativa, del Instituto Belisario Domínguez, durante la LXII Legislatura.

En aquel momento, por ejemplo, se expuso la complejidad y la dificultad de definir la corrupción:

“I- Se trata de un fenómeno oculto cuya valoración cambia de acuerdo a la época, sociedad y cultura. 

“II-Adopta una multiplicidad de formas e involucra a distintos niveles de gobierno. 

“III. Afecta a diversas áreas y no sólo a las encargadas de manejar los recursos económicos. 

Se precisaba: “No obstante, estos señalamientos, en la literatura sobre el tema hay consenso en cuanto a que la corrupción implica todo abuso del poder público con el objeto de obtener gratificaciones de índole privado o beneficios políticos, entendiendo por abuso toda conducta que se desvía de reglas formales o informales.

Resalta que, en consecuencia, la corrupción ocurre cuando: 

“I. Un funcionario acepta, pide soborno, hace apropiación indebida de activos de la institución o mal uso de los fondos públicos. 

“II. Cuando personas o empresas particulares ofrecen sobornos para evitar o acelerar trámites engorrosos, multas, ahorrar en el pago de impuestos o tener ventajas con respecto a otras empresas. 

“III. Cuando existe un sistema que puede ser permeable y la impunidad es una constante. 

“Entre las formas más comunes de corrupción se identifica el soborno, nepotismo, extorsión, fraude, evasión de impuestos, tráfico de influencias, cohecho, favoritismo, lavado de dinero, malversación de fondos públicos, conflicto de interés, traspaso al sector privado, uso indebido de información privilegiada, enriquecimiento ilícito y los moches”, exponen. 

LA DEFINICION

DE CORRUPCION

Sin embargo, agregan que no todas estas prácticas son iguales en extensión, en causas y efectos. “Más aún, no todas son reconocidas como corrupción y sancionadas en los diversos países y regiones del mundo”.

Desde el Senado de la República, en aquel tiempo se precisó la definición de la corrupción: “… todo abuso del poder público con el objeto de obtener gratificaciones de índole privado o beneficios políticos”.

Ni como negarlo, pero además desglosaban entre los factores de carácter jurídico que favorecen las prácticas de corrupción: 

La falta de una regulación específica en la materia. 

-El incumplimiento de las leyes existentes. 

-Leyes poco claras que permiten interpretaciones y discrecionalidad del funcionario público o del juzgador que las aplica en el proceso judicial. 

– Falta de oportunidad de la sanción penal. 

-Legislación penal incompleta y obsoleta. 

Ello, no obstante que es una realidad (que hoy estamos viviendo en carne propia los habitantes de la República Mexicana): 

-La corrupción afecta la credibilidad de los gobiernos en turno y genera el desprestigio de la clase política y la élite dominante. 

-Para las empresas que operan en México la corrupción ha tenido un costo que se puede equiparar a un impuesto adicional de 15%. 

 -Transparencia Internacional señaló que México pierde 100 mil millones de dólares anuales por actos corruptos 

-Sobre la efectividad de las acciones que toma el gobierno mexicano para combatir la corrupción, 72% de los encuestados las consideró inefectivas.

Y entre las grandes formas de corrupción está la famosa “mordida”. En aquellos tiempos del análisis de Mirada Legislativa, se consideró, de acuerdo a estudios al respecto, que “una “mordida” costó a los hogares mexicanos un promedio de $165 pesos”. 

Mirada Legislativa abordó dicho análisis de la corrupción en México, “tema que durante mucho tiempo fue relegado al silencio o a las conversaciones cotidianas de los ciudadanos, sin embargo los escándalos de soborno y fraude que han involucrado a altas autoridades políticas y económicas, así como las situaciones de malversación y apropiación indebida de recursos públicos sirvieron como catalizadores para que el fenómeno de la corrupción rebasara los titulares de los diarios y se ubicara como uno de los temas estratégicos presentes en la agenda de académicos, políticos, la sociedad civil y las instituciones multilaterales”.

EN LA CÚPULA

Y… CAMINANDO

Hoy podemos decir que la crisis al respecto alcanzó la cúpula del poder y viene descendiendo entre parientes, amigos y convenencieros.

Y en cuanto a la serie de factores determinantes que han condicionado y condicionan la existencia y propagación de la corrupción tanto en México se agrupan en cuatro categorías para fines de análisis: i) socio-políticos, ii) jurídico-institucionales, iii) económicos y iv) ético-culturales. 

“1) Factores socio-políticos. Dentro de este grupo se identifican a los partidos, su estructura y práctica, así como al sistema de gobierno y régimen político. Entre las causas directas para la expansión de la corrupción destacan: 

“-Prácticas políticas y clientelistas 

“-Tutelaje o monopolio partidista 

“-Alto y creciente costo de la vida política 

“-Débil concepto de legalidad y autoridad 

“-Excesiva extensión del secreto o reserva de la gestión pública 

“-Falta de alternancia política 

“- Debilidad del sistema democrático 

“2) Factores jurídico-institucionales: 

“- La asimetría de los poderes del Estado, entendida como la debilidad técnica y de potestades de los órganos de control fiscal y administrativo, tanto internos (de las dependencias públicas) como externos (instancia independiente del gobierno en turno). 

“-La discrecionalidad del funcionario público en el cumplimiento de su labor, a mayor discrecionalidad menor posibilidad de controlarlo, y por ende, mayores posibilidades de que incurra en hechos ilícitos. Mientras más amplio sea el mandato del funcionario, más difusa será su responsabilidad y más difícil su control.

“-El carácter engorroso y la consecuente lentitud de muchos de los procedimientos públicos han sido considerados causa directa de diversas prácticas de corrupción. Por ejemplo, las largas listas de trámites, las múltiples ventanillas de consulta y atención, los tiempos espera, etc., que además de reflejar las ineficiencias de la burocracia, otorgan poder al funcionario público que puede decidir la rapidez o lentitud con la que el ciudadano obtiene el servicio requerido. 

“-Áreas vulnerables, es decir, aquellas que son susceptibles de ser cooptadas por la corrupción. Los ejemplos más comunes en el caso particular de México son las aduanas, la policía tanto federal, estatal y municipal, las oficinas de recaudación de impuestos y, en general, todas aquellas áreas administrativas que involucran la decisión del funcionario público y donde la población requiere realizar algún tipo de trámite o servicio.

Hay que hacer constar que en el actual sexenio se han anexado otras cuyos fines fueron y son permanecer en el poder.

Pero el estudio de hace siete años decía que entre los factores de carácter jurídico que favorecen las prácticas de corrupción resaltan: 

“-La falta de una regulación específica en la materia, como en el caso de México que no existe una ley anticorrupción. 

“-El incumplimiento de las leyes existentes. 

“-Leyes poco claras que permiten interpretaciones y discrecionalidad del funcionario público o del juzgador que las aplica en el proceso judicial.

“-Falta de oportunidad de la sanción penal lo que se produce por la ineficacia y sobrecarga del poder judicial. En general, las sentencias se emiten con un importante retraso lo que diluye el efecto de demostración en el combate contra la corrupción”.

MÁS EFECTOS

NOCIVOS

Y como si no fuera suficiente está la “Legislación penal incompleta y obsoleta”, “la Impunidad frente a la mayoría de los casos de corrupción” y los “efectos políticos”:

 “-Afectan la credibilidad de los gobiernos en turno. 

“-Genera el desprestigio de la clase política y la política en sí misma, 

“-Fomenta en la ciudadanía una actitud desconfianza y escepticismo frente a la clase política. Ello se agrava aún más cuando dichos casos quedan impunes. 

“- Ante una opinión pública sensible frente a la corrupción, la denuncia sobre actos de este tipo se ha convertido en una poderosa arma política contra los adversarios, muchas veces sin pruebas que respalden tales acusaciones, lo que contribuye al debilitamiento del sistema democrático”.

En fin, lo indignante es que no hay quien, actualmente, trate de modificar el cúmulo de deficiencias existentes en esa materia.

Y de ahí que la corrupción esté en el pináculo…de su fama y, de ahí corre hacia abajo…

Sí, desgraciadamente.

 

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