*El Patrimonio Político, es el Deseo de Trascender más Allá de la Partida
*Hay Otras Lecturas, Como la Obsesión por la Revocación de Mandato
*Abre Prematuramente la Sucesión Presidencial, Enfrentando a los Aspirantes
*Es un Político de la Vieja Escuela, Acostumbrado al Simbolismo y los Mensajes
Por Alejandro Zapata Perogordo
El anuncio sobre el testamento político de López Obrador levantó suspicacias y especulaciones, terreno donde es especialista; le agradan esos aspectos, inclusive da pauta cotidianamente para levantar ámpula a través de noticias e información de esa naturaleza.
Hablar de un testamento, regularmente lleva implícitas dos cuestiones: la primera, que se tienen bienes suficientes para heredar, en este caso, es innegable un patrimonio político de donde deriva su fuerza y, por otro lado, un beneficiario, la persona heredera de ese legado, que bien pueden ser varios, sin embargo, por la cultura y tradición mexicana, nos hace pensar en la sucesión presidencial y, por lo tanto, en un solo destinatario.
La idea de permanecer aún después de ya no estar tiene un estrecho vínculo con la formulación de un testamento, que es materialmente una carta de para instruir el destino de determinados bienes, en este caso como ya dijimos, el patrimonio político, es el deseo de trascender más allá de la partida.
La incógnita se presenta en su doble aspecto, se trata de un heredero de carne y hueso o es un mensaje para sus seguidores, como lo han realizado muchos personajes, depositando en el pueblo la encomienda de continuar determinado proyecto, quizás nunca lo sabremos, sin embargo, ha causado gran revuelo.
No obstante, tal acontecimiento trae consigo otras lecturas, entre ellas la marcada obsesión por continuar con el ejercicio de revocación de mandato, previsto en la Carta Magna como un mecanismo excepcional para evitar crisis de legitimidad en el Ejecutivo Federal, lo que en la actualidad no ocurre, pues sus elementos básicos no se configuran.
Se corrobora lo anterior con el mensaje de solidez en el cargo al mencionar que inclusive ha dejado testamento, aunado al hecho de que fue él mismo junto con su partido quienes se encargaron de reunir los requisitos para que tenga verificativo ese evento, pues únicamente son susceptibles de heredar los bienes.
Por otra parte, abrió prematuramente la sucesión presidencial, enfrentando a los aspirantes en una batalla por la candidatura y, ahora, les envía una señal en el sentido que tiene heredero (a), es decir, persona de sus preferencias, simpatías y de plena confianza a tal grado, que ha designado a alguien para continuar con su obra política.
No podemos dejar de lado, que es un político de la vieja escuela, acostumbrado al simbolismo y los mensajes encriptados, en esa tesitura les dice y también les recuerda que su vida política tiene vida y es el único que puede disponer de su patrimonio político, nadie más.
También ha mencionado que cuando deje el cargo terminará su vida política y se va a recluir en su rancho, lo que podríamos advertir equivale a la muerte política, ¿Cuándo será eso?, solamente él lo decidirá en su momento.
Por lo pronto, deja abierta la especulación en torno a múltiples vertientes, bajo el entendido que un testamento se puede cambiar en cualquier momento.
