Alemania afronta una cuarta ola de la Covid-19 con récords diarios de incidencia y bajo la situación contradictoria de un gobierno en funciones, parte del cual actúa ya como fuerza opositora.
La canciller Angela Merkel lanzó otra llamada de alerta en doble dirección, al estamento político y a sus conciudadanos, ante el repunte de contagios y tras registrarse el sexto máximo consecutivo de incidencia acumulada.
Merkel declaró que era necesario un «esfuerzo nacional» para acabar con la cuarta ola en el país y pidió a los que aún no lo han hecho que se vacunen.
«Estoy muy preocupada por la situación. Nos enfrentamos a unas semanas difíciles. Necesitamos un esfuerzo nacional para acabar con la fuerte ola otoñal e invernal de la pandemia», dijo.
Por su parte, tres ministros de Salud estatales instaron a las partes que negocian para formar un nuevo gobierno a prolongar el poder de los estados para implementar medidas pandémicas más estrictas y extender el estado de emergencia.
El número de personas por cada 100 mil infectadas la semana pasada aumentó a 277.4, mostraron datos del Instituto Robert Koch. La cifra ha aumentado a más de 500 en algunas regiones del país.
Alemania movilizará hasta 12 mil soldados en clínicas y otros puntos sensibles, en tareas de apoyo logístico. Un primer contingente de unos seis mil soldados entrará en acción en este mes.
