*4T Persigue a Detractores, Intelectuales y Científicos, Pero Abraza a Narcos Asesinos
Por Miguel A. Rocha Valencia
Si el gobiernito bananero de la 4T persiguiera con la misma ferocidad a los delincuentes que matan, trafican drogas, armas y personas, secuestran comunidades enteras, imponen presidentes municipales y gobernadores, como lo hace con sus críticos, intelectuales, científicos y clasemedieros, no tendríamos cerca de 100 asesinatos diarios, aumento de la impunidad criminal que alcanza 94.8 por ciento, miles de mexicanos desplazados por la violencia, incremento en la migración hacia EU y desde luego la lupa del vecino norte en la más que sospechosa pasividad del Ganso frente a los cárteles.
El impresentable titular de la Fiscalía General de la República, Alejandro Gertz Manero, convertido en brazo ejecutor de sus venganzas personales y de su amo el mesías tropical, insistió en hacer comparecer en calidad de indiciados a científicos y ex funcionarios de Conacyt para colgarles el cepo de reos que un juez ya le negó. La persecución es a todas luces ilegal, abusiva y compulsiva.
Igual como se hará con los legisladores del PRI que no voten a favor de la contrarreforma eléctrica. La negociación con ellos se efectuará en base a carpetas de investigación, reales o falsas, legales o ilegales, el caso es obligarlos (a algunos no tanto) a votar a favor y quien no lo haga, ya lo dijo el machuchón de Palacio Nacional, será exhibido en la plaza pública como traidor y seguramente perseguido con el garrote de la FGR o tal vez horca de la UIF del otro resentido, Santiago Nieto Castillo.
Está tan enojado el caudillo de Tepetitán que va por todo, sin importar perder aliados, como Ricardo Monreal, agarrarse de una investidura presidencial tan desprestigiada, que apesta luego de los abrazos y no balazos a los parientes del principal narco-criminal sinaloense, incluyendo a su señora madre, la de El Chapo desde luego, para justificar acciones de abandono y cerrazón como lo de las mujeres asesinadas, las masacres y secuestro de comunidades enteras.
De tal suerte que el tal combate a la corrupción y reducción de la violencia sólo está en la interpretación del inquilino de Palacio Nacional; sus familiares y amigos exonerados: “que se investigue” a los otros: “que los castiguen” en juicios sumarios mediáticos o aplicándoles la horca y cuchillo en que se convirtieron instituciones de justicia e investigación.
Porque antes, en el corrupto neoliberalismo, PGR y Ejército con todo y sus complicidades, capturaban criminales, realizaban decomisos de drogas y armas, destruían plantíos e instalaciones para procesar estupefacientes. Hoy, una es para venganzas políticas y el segundo para rendir armas, honor y uniforme ante los delincuentes.
Con la guerra de Felipe Calderón, con todo y su corrupto secretario de seguridad Pública, se capturó a 25 capos de una lista de 33 de primer nivel internacional; con Enrique Peña Nieto, cayeron 93 delincuentazos de todos los tamaños, incluyendo la recaptura del consentido de la 4T, Joaquín Guzmán Loera, con la actual administración, se detuvo a uno ¡Y lo dejaron libre!
Videos, grabaciones, fotografías y documentos son pruebas de corrupción, complicidades e impunidad en la 4T, mientras los números de Inegi, organismos y agencias nacionales e internacionales son claros. La impunidad avanza. En 2019 se manejaba un 92.4 por ciento que en 2020 se convirtió en 94.8 por ciento; 2021 será peor de acuerdo con México Evalúa que analiza los reportes de fiscalías y juzgados donde se advierte que menos de seis de cada 100 crímenes llega a castigarse.
Para el organismo “la impunidad crece con unas fiscalías asfixiadas por el número de carpetas y alimenta la seguridad de que matar, extorsionar, secuestrar o desaparecer en México sale prácticamente gratis.
Y si no, ahí están los datos sobre los 93 mil asesinatos en tres años, los 100 mil desaparecidos que reconoce la secretaría de Gobernación y cuyos restos son encontrados en panteones clandestinos, víctimas de masacres que la 4T se niega a reconocer, pero de los que dan cuenta investigaciones como la del New York Times con todo y fotografías.
Tampoco se pueden ignorar las declaraciones del párroco Gregorio López, fundador de la asociación civil El Buen Samaritano –de esas que no quiere el Ganso por corruptas- que auxilia y protege a pobladores de la tierra caliente michoacana, donde afirma que en los “tres años de López Obrador, hay más de 22 mil desplazados por la violencia” que buscan ser asilados en Estados Unidos o por lo menos, con salvoconductos clericales, llegar a Tijuana, Ciudad Juárez o Morelia.
Respecto a la salud, pues lo “nuevo” es que ya suman 244 mil 500 niñas y niños huérfanos al perder a sus cuidadores primarios o secundarios, con custodia o que vivían con ellos a causa del Covid-19. Eso lo asegura el Instituto Belisario Domínguez del Senado, a la mejor por eso el mesías no entregará la medalla del mismo nombre.
Así pues, la investidura presidencial hay que cuidarla, no la vaya a manchar una senadora con reclamos, pero si se puede revolcar en la inmundicia de la corrupción propia y complicidades cada vez más cínicas con el crimen.