Silencio… 

Punto de Vista

 

Por Jesús Michel Narváez

 

Tiempos de “reflexión”.

Reflexionar ¿para qué?

Si se trata de otorgar el voto a la candidata del oficialismo, sabemos que seguirá con su pasado oculto: construir segundos pisos.

Si es de la oposición, conocemos sus alcances, sus limitantes y su desparpajo.

Si se reflexiona sobre la composición del Congreso, la respuesta por obvia ni siquiera se tiene que pensar.

Si se trata de los alcaldes y la jefatura de gobierno de la Ciudad de México. 30 años de los mismos gobiernos, han dado suficiente para no tener duda.

Si son quiénes son los mejores para gobernar los 8 estados que estarán en juego, los habitantes de cada uno de ellos, sabe y bien qué es lo que quieren para los próximos 6 años.

Si de presidentes municipales y regidores, presuntamente la “autoridad más cercana a los ciudadanos”, no existen dudas. La gente conoce de qué pie renguean y se hablan de tú, todos.

No hay que reflexionar nada. Cinco años y 7 meses han sido tiempo suficiente para darnos cuenta de qué futuro tiene el país si hay un segundo piso que, como el de la Línea 12, se derrumbará cuando menos se espere.

Las promesas las conocemos. Y hasta el copete. Sabemos, como en cada elección presidencial, de gobernador, de congresistas y alcaldes, se dibuja el mundo ideal que hará realidad el sueño dorado y terminamos recordándole el 10 de mayo a Morfeo por aplicarnos sus perversas pesadillas.

¿Cuántas cumplieron Fox, Calderón, Peña y López?

En los temas torales, ninguno. La inseguridad y violencia crece como la espuma y no hubo ni hay autoridad que logre detenerla; la educación naufragó en la actual administración; la salud de los gobernados se deterioró y no a causa del criminal manejo de la pandemia; el empleo formal se estancó y el país registra un número similar a 2018; desde hacía la década de las ochenta no se vivía una inflación como la de 2023 y lo que va del 24.

La pobreza está presente pese a los programas sociales, sobre todo de Enrique Peña Nieto que hasta contrató a Lula Da Silva para arrancar su programa denominado Cruzada contra el Hambre. Ni qué decir el tratamiento que se le ha dado durante este gobierno. El número de pobres aumentó, según los informes del Coneval.

Cuando se escucha a la candidata oficialista hablar del segundo piso para que continúe la transformación, seguramente se basa en su “experiencia” del saturado segundo piso en el que no se cobra. ¿Ese es el proyecto de gobierno que ofrece? Entonces, en solamente 18 años la crisis estallará y entonces, entonces si habrá que reflexionar sobre las consecuencias por no entender el valor del voto… si es que para existe aún el sufragio efectivo, no reelección.

(Todo indica que serán sepultados los principios maderistas).

Lo que, si es bienvenido y merece ovaciones, es el final de los horrendos spots de radio y televisión. No solo por las frases utilizadas, la falta de entonación y brío para decirlas. Las del oficialismo, no conmueven ni conducen a nada. Las de las oposiciones, quedaron a deber.

Y las ¡llamadas robotizadas!… Uff. Uff… desaparecerán y los demoscopistas habrán de declarar: “misión cumplida”. Sí, la de irritar a los ciudadanos con sus sesgadas preguntas.

Así que, para el silencio, ovación.

Para el resto, hay que estar preparados para sorpresas si, como se estima, votará el 70 por ciento de los ciudadanos que están en la Lista Nominal del Padrón Electoral.

 

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