El agua contaminada puede generar enfermedades como diarrea, padecimientos estomacales, tifoidea, infecciones en las vías respiratorias y hasta cólera.
Cada día los seres humanos deben tomar acción en función de erradicar la contaminación de un recurso vital: el agua; pero en una fecha tan señalada como el 22 de marzo, designado como su día mundial, se hace aún más necesario reflexionar en torno a esta problemática.
El 71 por ciento de nuestro planeta está cubierto por tan preciado líquido y solo el 2,5 por ciento es agua dulce. Una cifra que ya nos deja entrever la escasez de un recurso tan importante para la vida de todos los seres vivos.
Sin embargo, resultan verdaderamente contrastante los altos niveles de sustancias que la contaminan, produciendo así una serie de grandes problemas.
El agua contaminada puede generar enfermedades como diarrea, padecimientos estomacales, tifoidea, infecciones en las vías respiratorias y hasta cólera.
Cada día los seres humanos deben tomar acción en función de erradicar la contaminación de un recurso vital: el agua; pero en una fecha tan señalada como el 22 de marzo, designado como su día mundial, se hace aún más necesario reflexionar en torno a esta problemática.
El 71 por ciento de nuestro planeta está cubierto por tan preciado líquido y solo el 2,5 por ciento es agua dulce. Una cifra que ya nos deja entrever la escasez de un recurso tan importante para la vida de todos los seres vivos.
Sin embargo, resultan verdaderamente contrastante los altos niveles de sustancias que la contaminan, produciendo así una serie de grandes problemas.
Según las Naciones Unidas, cuando el agua escasea o está contaminada pueden aumentar las tensiones entre comunidades y países.
Asimismo, puede generar enfermedades para los seres humanos como diarrea, padecimientos estomacales, tifoidea, infecciones en las vías respiratorias y hasta cólera.
Una de las causas por la cual puede desencadenar enfermedades y diferentes padecimientos es que, al no estar almacenada correctamente, este recurso contenga bacterias y otro tipo de microrganismos que terminan alojándose en el cuerpo de una persona.
También, como efecto de la contaminación, se producen cambios en las condiciones de los ecosistemas. Esto provoca que cada vez existan más zonas con precipitaciones irregulares, los terrenos se vuelven mucho más áridos, secos y sobre todo calientes provocando así que sean menos las especies que pueden resistir este tipo de temperaturas, climas y condiciones.
Por otro lado, la contaminación de ríos, mares y océanos es una realidad creciente en estos tiempos, con graves consecuencias para la vida de los animales que allí habitan como problemas de desorientación, alteraciones en las cadenas alimentarias, toxicidad para la fauna marina y destrucción de los ecosistemas marinos.