Punto de Vista
Por Jesús Michel Narváez
De nueva cuenta la inflación acelera su pasó y rebasó los estimados por analistas del sector económico-financiero.
El reporte dado a conocer por el INEGI la mañana de este miércoles (ayer) reveló el incremento en la primera quincena de enero que alcanzó el 4.98 comparado con el mes de diciembre, cuando presuntamente se elevan los precios sobre todo de viajes en avión y servicios turísticos: hoteles, restaurantes, tiendas departamentales etcétera.
¿Qué fue lo que más subió de precio en la primera quincena de enero?
¡Jitomate y tomate!
Hoy un kilo del saladet se oferta en 56 pesos; el de bola, en 78; el tomate rebasa los 30 pesos con cáscara y 43 sin ella.
¿Qué ocasiona la elevación en los precios de los agroalimentos?
Uno supondría que la sequía provocó que la producción de decenas de productos que se siembran no permitió buenas cosechas.
Sin embargo, todo indica que la elevación de precios se debe a la nueva empresa de los criminales: el cobro de derecho de piso, la extorsión y que los productores deben pagar para sacar sus verduras, frutas y legumbres, además de carne de res, de pollo y cerdo.
Los criminales controlan tortillerías, pollerías, carnicerías, verdulerías, entre otros comercios. Y acuden personalmente a las zonas agrícolas para exigir a los propietarios o arrendatarios le “impuesto” que han implantado: 2 mil pesos por hectárea cosechada. Es la cifra que pagan aguacateros y limoneros en Michoacán, Guerrero y Jalisco. Los maiceros de Sinaloa, el Estado de México, Guanajuato, entre otros, son obligados a cubrir la cuota o los criminales actúan como tales y secuestran o ejecutan a familiares.
Esto es sabido. Conocido ampliamente por las autoridades federales, estatales y municipales. Y sin embargo, nada hacen para frenar la extorsión y la ejecución.
En Palacio Nacional ignoran los hechos y se ponen prácticamente del lado de los malos y minimizan las denuncias que presentan los afectados.
Lo importante para el huésped temporal de Palacio Nacional no es que haya alimentos suficientes –imposible ser autosuficientes, porque ningún país del mundo produce todo lo que consumen sus habitantes- sino mantenerse como jefe de la campaña presidencial cuya candidata parece no darle el resultado que esperaba.
Aunque se ha hecho público la escasez de maíz blanco y amarillo y por ello se importarán miles de toneladas este año –acusan a la sequía… pero de producción por las extorsiones- y el secretario de Agricultura, Víctor Manuel Villalobos Arámbula, que en su tiempo de investigador en la Universidad de Chapingo fue promotor de los granos transgénicos terminó por ser convencido por su jefe de que dañan la salud –algo no demostrado científicamente- y por tanto la producción maicera no satisface las necesidades de consumo de los mexicanos.
Tan es verdad lo escrito, que el propio presidente López ordenó a los “sembradores de vida” no solamente plantar árboles frutales y maderables, sino maíz. El experimento parece no tener éxito.
Y nada de lo que intenten los productores medianos y pequeños y, sobre todo, los ejidatarios, para incrementar la producción y con ello autoalimentarse y obtener recursos para salir de la pobreza, tiene efectos positivos porque los criminales les quitan las pocas ganancias.
¿Qué espera el presidente para tomar medidas correctivas y detener a los malandros?
Una cita célebre de José López Portillo le queda como anillo al dedo al inquilino del virreinal inmueble:
“No hada más caso que lo que no se puede comprar porque no hay existencia”.
El hambre es incontrolable. No se quita con discursos. ¿Lo ha pensado el ciudadano que cobra como empleado de 126 millones de personas?
Doble contra sencillo que el tema le importa un rábano, aunque cueste trabajo conseguirlo.
E-mail: jesusmichelmp@hotmail.com, Facebook Jesus Michel, X @misionpolitica y en Misión, Periodismo sin Regaños martes y jueves de 16 a 17 horas por Radio Cañón en el 760 de amplitud modulada