Porque miente

•Ganso engañó a los mexicanos: ofreció un país en desarrollo y justicia, pero…

NO creo en equivocaciones. El México de hoy fue el que diseñó en su mente el ganso de Macuspana donde él pudiera mandar más allá de su sexenio y por eso odia tanto a Felipe Calderón quien le quitó la oportunidad de acceder al poder en plenitud de facultades. Hoy mermado, necesita una marioneta para él, desde la Chingada, mover los hilos.

Para lograr su objetivo real dejó ir a quienes le estorbaban, quienes en el gabinete inicial pensaban y que pronto se desengañaron. Les mintió a sus más cercanos y le ayudaron a alcanzar el objetivo, le enseñaron las entretelas del gobierno y una vez conocido, los apretó para que se fueran.

Por eso personajes como Carlos Urzúa, Arturo Herrera o la misma Olga Sánchez Cordero, se dieron cuenta de que el tlatoani macuspano sólo los utilizó para saber las entrañas de la administración pública, las debilidades y los actos de corrupción de quienes se fueron. Pensaban esos personajes que la lucha anticorrupción iba en serio en todos los niveles y al igual que muchos de quienes ya estaban, le entregaron en bandeja los secretos y expedientes para extorsionar y aplicar venganzas.

Empero, muchos sabíamos que mentía, que a la gente le decía lo que “querían escuchar”, él lo dijo y agregaba “no es lo mismo prometer que cumplir” y que los pobres siempre estarían ahí para apoyarlo siempre que les diera dinero. Ya se tenía la idea de agrandar la base de simpatizantes, es decir profundizar la miseria donde estarían incluso los empleados, pero a quienes no les alcanza.

Lo cierto es que hoy a pesar de tener una tasa de desempleo cercana al 2.6 por ciento, más de 52 por ciento de la Población Económicamente Activa se encuentra en la informalidad, no cotiza al erario y prefiere ir por esa vía que le facilita horario y actividad donde, además, puede ganar más incluso en actividades ilícitas como la venta de robado en tianguis.

El problema es entre la formalidad donde más de cinco millones de trabajadores no ganan lo suficiente para comprar la canasta básica cuyo costo en el sexenio se duplicó en tanto que al crecer la inflación subyacente, todo se encareció hasta el papel de baño, los servicios médicos, medicinas, estudios y tratamientos tan es así que la OCDE apunta que México tiene los peores resultados de éntrelos 38 países que integran la organización, por debajo de Costa Rica.

Dice la Organización para la Cooperación y Desarrollo Económicos que en general, la población destina 20 por ciento de su gasto en salud mientras que en México se destina el 40 por ciento y se ubica entre los peores en cobertura a la población.

De tal suerte que el gasto en salud de los mexicanos es de mil 181 dólares dado que el gobierno destina menos de dos mil dólares para cubrir a la población a pesar de que los gastos crecen rápidamente y a la gente ya no le alcanza por sus medios.

Eso explicaría (tal vez) el porqué del aumento en las muertes por enfermedades incluyendo Covid-19, que en cuatro años dejó un saldo de un millón de fallecimientos “de más”.  Y es que México está en el último lugar de atención primaria en hospitales, incluyendo la detección oportuna de cáncer capitulo donde Lituania, Polonia y Eslovaquia están en los mejores lugares.

Pero más allá de esos datos que muestran las mentiras del actual machuchón de Palacio, lo cierto es que en los rubros más representativos de su des administración mintió a sabiendas de que no cumpliría como el caso de seguridad donde los asesinatos se acumulan todos los días y se espera que al final del sexenio se alcancen las 200 mil víctimas, mientras que en corrupción está cada vez peor, ni a su familia puede contener en el saque como lo muestran no sólo sus hermanos recolectores de cash sino sus vástagos José Ramón, alías El Jerre; Andrés Manuel, El Andy y Gonzalo, alias El Boby que salieron tan buenos para el atraco que formaron el cartel familiar, el de los López-Beltrán, pero eso si con toda la impunidad del jefe.

Pero como ocurre en este caso como en salud, la culpa no es del “señor presidente” de impoluta investidura, sino de los medios, los neoliberales, aspiracionistas, los enemigos del régimen y todos los de “antes”, porque el caudillo de Tepetitán es inocente de todo y ni siquiera sabía que sus Juniors resultaron además ventajosos y rateros, los mayores corruptazos de la administración pública donde se exige pobreza franciscana.