En un clima de consternación y preocupación, México se ve sacudido por una serie de trágicos acontecimientos políticos. En las últimas semanas, varios aspirantes a cargos municipales han sido blanco de actos violentos que han conmocionado a la sociedad y plantean serias interrogantes sobre la seguridad en el proceso electoral.
El día de ayer, en Suchiate, Chiapas, se reportó el asesinato de David Rey González Moreno, aspirante a la presidencia municipal por el Frente Amplio por México.
González Moreno, también exdirigente de la Unión de Ejidos de Suchiate, fue atacado por hombres armados mientras se desplazaba en motocicleta hacia el ejido La Pita, en una zona limítrofe con Guatemala. A pesar de los esfuerzos de las autoridades, los perpetradores del crimen aún no han sido detenidos.
Este trágico incidente se suma a otros sucesos igualmente alarmantes. En Armería, Colima, Sergio Hueso, aspirante a la candidatura de Movimiento Ciudadano (MC) a la alcaldía, fue ultimado a balazos por varios individuos mientras circulaba en la localidad de El Pelillo.
A pesar de la presencia de testigos, los responsables del acto violento lograron escapar, dejando a Hueso sin vida y generando conmoción en la comunidad.
Violencia afecta a otros actores
Estos recientes asesinatos siguen a otros acontecimientos igualmente trágicos. El pasado 4 de enero, Giovanni Lezama Barrera, secretario general del PAN en Morelos y regidor en Cuautla, fue asesinado a tiros dentro de un gimnasio.
Además, el 21 de diciembre de 2023, Ricardo Taja Ramírez, quien había mostrado interés en la alcaldía de Acapulco por Morena, fue abatido en una pozolería en Acapulco, Guerrero.
Las autoridades, en conjunto con los partidos políticos involucrados, han emitido un llamado urgente para replantear estrategias de seguridad y protección para los candidatos y participantes en el proceso electoral del 2024.
Asimismo, se ha enfatizado la importancia de garantizar la seguridad de los ciudadanos mientras ejercen sus derechos electorales. Estos violentos sucesos no solo han generado consternación en el ámbito político, sino que plantean serias interrogantes sobre la estabilidad y seguridad en el proceso democrático del país.
A medida que las autoridades despliegan investigaciones y operativos para dar con los responsables, la sociedad de estas entidades busca respuestas ante esta ola de violencia que ha marcado el inicio del año electoral.(Agencias)
