*En Marcha el Banderazo de Salida Rumbo a la Presidencia de la República
*El Varón sin Oportunidad, por más que se Esfuercen en Hacerlo Crecer
*La Candidata Oficial Maneja su Discurso de Fragmentación Entre Buenos y Malos
*La Representante de la Oposición Promueve la Unidad Entre los Mexicanos
*Además, Exhorta a Superar los Mensajes de Odio y de Rencor
*Ingresamos a un Proceso con una Sociedad Dividida y Confrontada
*En Palacio Nacional Están Conscientes de que las Cosas han Cambiado
ALEJANDRO ZAPATA PEROGORDO
Se abrió formalmente el periodo de precampañas, aunque cabe decir que ya habían arrancado desde hace tiempo:
Claudia Sheinbaum y Xóchitl Gálvez, iniciaron con el aval del INE, sus precampañas, sobra mencionar que en realidad no compiten internamente contra nadie, por lo que es válido señalar que prácticamente es el banderazo de salida rumbo a la Presidencia de la República.
Sin duda, la contienda es de dos, pues si bien es cierto que se encuentra inscrito un tercero, en realidad no tiene ninguna posibilidad, sus intenciones van encaminadas a hacer inclinar la balanza y, aun así, me atrevo a asegurar que ni siquiera tendrá esa oportunidad, por más que los interesados se esfuercen en hacerlo crecer, las elecciones serán entre mujeres.
El contraste es evidente: mientras la postura de la candidata oficial se dirige a la continuidad haciendo énfasis en el segundo piso de la cuarta transformación, conservando el discurso de fragmentación entre buenos y malos.
Por su lado, la mujer que representa a la oposición habla con relación a la necesaria unidad que debe existir entre los mexicanos, superar los mensajes de odio y rencor que constituyen una barrera que solamente beneficia a quienes detentan el poder.
Algo que no puede ocultarse es que entramos a un proceso con una sociedad dividida y confrontada, los mensajes que durante cinco años han alimentado al país, son precisamente de odio y de rencor, caldo de cultivo para justificar todo tipo de tropelías, tal como se vio hace unos días con la rapiña en Acapulco.
Esto apenas comienza, el proceso es largo y sinuoso, el país no aguanta más. Cada día que pasa se ahondan los problemas: la corrupción, la inseguridad, el sistema de salud, los migrantes, son solo algunos aspectos que han rebasado la capacidad institucional para solucionarlos o cuando menos contenerlos.
Tampoco se debe pecar de ingenuidad, la candidatura oficial viene acompañada de todo el aparato del Estado, la conservación del poder desde hace tiempo ocupa la principal prioridad de la actual administración, así que no van a escatimar en recursos públicos y operadores políticos que desde el gobierno están actuando para favorecer la continuidad.
Eso significa que desde Palacio Nacional perciben un riesgo, están conscientes que las cosas han cambiado desde la última contienda a la presidencia, la numerología ya no les da el número de votos que obtuvieron en la elección pasada, de hecho, en la intermedia no los favoreció al tener menos sufragios que la oposición.
Cobran relevancia los diagnósticos de algunos analistas en el sentido de que la candidata oficial ha llegado a su techo, es decir, no ven posibilidades de mayor crecimiento al estar en su tope; mientras que Xóchitl tiene un rango para subir sus preferencias, colocándola en una posición de competitividad.
El camino es largo, se prevé que estará lleno de sorpresas, falta mucho que recorrer, estos cinco años han sido eternos, nos quedan a deber, simplemente el reconocer que vivimos en un país plural con libertad de pensamiento, hubiera sido un gesto de respeto para contribuir a la reconciliación nacional que tanta falta hace.