Punto de Vista
Por Jesús Michel Narváez
Sube el tono de la confrontación entre dos corcholatas que, quiérase o no, jalan a las otras dos.
La acusación aderezada de exigencia de Marcelo Ebrard a Mario Delgado y adláteres, de frenar el acarreo en favor de Claudia Sheinbaum, revela que desde la dirigencia del partido oficial se ha instrumentado el mecanismo para que la exgobernadora de la Ciudad de México sea la ganadora de la encuesta.
EL reclamo del “hermano” –uno de ellos, porque tiene muchos y hasta sobrinos y nietos- del presidente llega a los gobernadores y dirigencias estatales que han brindado su incondicional apoyo a la muñequita de ventrílocuo.
Nadie debe llamarse a sorprendido. Cuando circulan los videos en los que aparece la señora C en los aeropuertos, se observa que no la saludan ni las moscas que, esas sí, hay en el AIFA.
La presunción de que “desde hace un año estoy en primer lugar de las encuestas”, no deja de ser una balandronada. Revisarlas con atención exhibe que Ebrard le pisa los talones y en algunas de ellas aparece en primer lugar. Nada confiables las muestran que se han realizado, en opinión de Adán Augusto López, quien advierte que no se debe hacer caso a todas aquellas que se publican en los medios.
El acarreo que denuncia Ebrard está ampliamente confirmado. Y se observa que para apoyarla se destinan carretadas de dinero. Y es que, a ciencia cierta y sin entrar en descalificaciones ni adjetivos, la doctora no levanta el ánimo de nadie. No despierta emociones y menos pasiones. Es pésima oradora. No logra transmitir “sus” ideas sino solamente repite lo que el jefe de la banda –presidencial- dice. No hay una oferta política que atraiga la atención. A diferencia de Ebrard, que se brinca todas las trancas y anuncia programas, quizá exagerados en sus resultados, que podrían recuperar espacios democráticos. La científica ambientalista dice lo que le ordenan. Quizá por ello no tiene el empuje que requiere una candidata para lograr convencer.
En su cuenta oficial de X –sí, Xóchitl se escribe con equis mayúscula- lanzó una serie de infundios en contra de la senadora, del torbellino que amenaza con arrasar con la cuatroté. Cuando está frente a los acarreados, es incapaz de frenar su verborrea en contra de los conservadores, corruptos, enemigos de la Patria.
No ofrece nada nuevo. Es la copia fiel del huésped temporal de Palacio Nacional.
El choque frontal, porque lo es y lo estamos viendo, terminará por desgastar a los “hermanos” del ciudadano y lo seguro es que la encuesta no sirva para nada y quien decida el nombre del sucesor será solamente él, él, él.
Solamente Ebrard lo sabe: ¿le dijo Andrés –así se dirige a su amigo- que sí será el sucesor?
¿Le dijo lo mismo a Claudia?
¿Le repitió la frase a Adán?
Vaya usted a saber. Solamente los interesados –y mire que lo están- en gobernar el país, están enterados y guardan el secreto en lo más íntimo de sus neuronas.
Quienes afirman que en Morena y entre los aspirantes-suspirantes hay unidad, mienten, engañan y, a lo mejor, roban… aunque sea los espacios para apoyar a la doctora.
Y los gobernadores, a quienes coordina Salomón Jara, elegido en febrero y está por terminar su gestión como presidente de la Conferencia Nacional de Gobernadores, cargo al que llegó por propuesta de Sheinbaum, según hizo público el mandatario de Querétaro, Mauricio Kuri, se han sumado no por objetivos, leales y patriotas. Lo hacen porque el huésped de Palacio Nacional ha dejado que todo mundo suponga que será la primera mujer que gobierne el país.
Sería sano para la democracia que presumen existe en Morena y en el gobierno, transparentar los gastos realizados por los mandatarios y dirigencias estatales. Difícil que lo hagan, porque, muy probablemente, hay dinero sucio o lavado, como usted quiera mirarlo.
Por lo pronto, nada bueno para las corcholatas el choque frontal.
PD: el presidente López dice que su gobierno es humanista. Presume de la fraternidad que debe haber. Llama a ser un pueblo unido en el que no haya racismo, discriminación, opulencia. Propone la austeridad republicana. Y con todos los atributos, es incapaz de responder la pregunta si tiene información sobre los jóvenes desaparecidos en Lagos de Moreno, Jalisco. Se tocó la oreja, gesticuló y respondió: no oigo. Es tanto su odio por Carlos Salinas de Gortari que, por ósmosis, le llegan las frases del innombrable.
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