Ofrecen lo que no cumplirán

Punto de Vista

Por Jesús Michel Narváez

Mientras el INE duerma con los somníferos que aplica doña Guadalupe, las corcholatas hacen fiesta y aunque molestan a los vecinos, la policía no interviene.

Son los festejos anunciados y avalados por el huésped temporal de Palacio Nacional. En ellos hay bailongos, fritangas, cortes, barbacoa, pollo en mole, gusanos de maguey, chapulines, cecina y gorditas de chicharrón. Por supuesto, canitas.

En su periplo por el país, las cuatro corcholatas y las os corcholatitas, promueven la transformación de cuarta. Y como lo hace el jefe, lo imitan: todo está requetebién.

Lo grave es que los cuatro anuncian programas que garantizarán la seguridad, permitirán la llegada de mayores inversiones, los salarios se incrementarán, la educación será nacionalista, el sistema de salud como el de Dinamarca y los vuelos de la Línea del ejército serán los más baratos del país.

Se suponía que los aspirantes a coordinar el comité de defensa de la cuatroté, irían a exponer los avances que el país ha registrados en 4 años y 8 meses. Defenderían los programas sociales y se comprometerían a que durante el próximo gobierno se mantendrán.

Todo eso está bien. 

En otros tiempos, no cuando se acercan las elecciones que relevarán, finalmente, a YSQ.

Mañosamente, no hay otra forma de decirlo sin recordar la ausencia del festejo del 10 de mayo, el jefe de la banda –presidencial- planeó todo para evitar que la gente, la que recibe los beneficios de sus programas. Ya lo dijo en sus monólogos matutinos: los pobres son una estrategia política. Porque, afirmó, son los primeros que salen en defensa del movimiento. Y justamente no quiere que olviden cómo se llama el “papi gobierno en turno” y su partido. Quiere los votos para que en el país se registre el continuismo, no la continuidad.

Sabe y bien que en 2024 podría ganar la presidencia de la República con la corcholata que elija, no la encueta, si él. Sin embargo, le preocupa no tener la mayoría en el Congreso de la Unión, aunque ya no sea presidente.

Desde ya, tiene la clara intención de controlarlo y presionar al Legislativo con todas aquellas iniciativas que su títere envié y que deberán ser aprobadas. No la tiene fácil.

Por ello las corcholatas, que sueñan con apoltronarse en la mullida silla del Águila se lanzan a hacer promesas que, tres de ellos y quizá también la cuarta, no cumplirán.

Los que no lleguen no tendrán la obligación de hacer realidad que prometieron. El o la que llegue a Palacio Nacional podrá decir: Prometer no empobrece, dar es lo que aniquila.

Lo sorprendente, porque en los tiempos de Lorenzo Córdova y Ciro Murayama no lo habrían hecho, porque las medidas cautelares se aplicarían de inmediato, es que el nuevo INE, el de Guadalupe Taddei y adláteres, se haga de la vista gorda y prohíba al Frente Amplio por México realizar actos de precampañas políticas, mientras a Morena le da toda la libertad para violar impunemente la legislación electoral.

Para las corcholatas la fiesta sigue y ahora toman el camino de descalificar a quien los puede descarrilar y obligarlos a terminar con los festejos adelantaos.

E-mail: jesusmichelmp@htmail.com, jesusmichelnarvaez266@gmail.com, Facebook Jesus Michel, Twitter @msionpolitica y en Misión, Periodismo sin Regaños martes y jueves de 16 a 17 horas por Radio Cañón en el 760 de amplitud modulada.

 

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