La Cancillería rusa prometió responder a Islandia, que anunció el 9 de junio la decisión de rebajar el nivel de representación diplomática entre ambos países y suspender desde el 1 de agosto la labor de su embajada en Moscú.
Para el Ministerio de Exteriores ruso, esa decisión «destruye la cooperación ruso-islandesa en su conjunto».
«La responsabilidad (…) recae enteramente en la parte islandesa. Tendremos en cuenta su decisión hostil a la hora de construir nuestra relación con Islandia en el futuro. Las acciones antirrusas de Reikiavik conllevarán una reacción pertinente», advirtió el ente diplomático.
En su declaración, la Cancillería recuerda que Rusia fue uno de los primeros países en reconocer la independencia de Islandia y que «hizo mucho para proteger los intereses de Islandia en tiempos arduos para el pueblo islandés».
La ministra de Exteriores de Islandia, Thordis Kolbrun Reykfjord Gylfadottir, al anunciar el 9 de junio que la embajada en Moscú suspenderá su labor a partir del 1 de agosto, argumentó que los lazos comerciales, políticos y culturales con Rusia están actualmente en «el nivel más bajo».
La suspensión de operaciones, según ella, no significa la ruptura de relaciones diplomáticas con Moscú. Tan pronto como las condiciones lo permitan, Islandia planea reanudar del trabajo de su legación en la capital rusa.
Hasta entonces, Islandia pidió a Rusia que limite las actividades de la embajada en Reikiavik y reduzca el nivel de la representación diplomática. Sputnik
