*Martí Batres, Rosa Icela Rodríguez y Ariadna Montiel Reyes; se Suma
García Harfuch
*Desde 1997 y Hasta Ahora, las Izquierdas Gobernaron la CdMx; el
Riesgo: Perderla
*Sin Respeto a la Constitución y la Legislación Electoral, AMLO Llama a
Votar por Morena
POR EZEQUIEL GAYTÁN
En 1997 el ingeniero Cuauhtémoc Cárdenas ganó las elecciones a jefe de Gobierno de la Ciudad de México cobijado por el Partido de la Revolución Democrática (PRD), desde entonces la capital de México ha estado en manos de la izquierda y ahora la gobierna la doctora en física Claudia Sheinbaum. Empero, en las elecciones de 2021 esa forma de gobernar sufrió en descalabro y prácticamente media ciudad ya está gobernada por otros partidos políticos con nuevas ofertas.
La ciudad de México es una metrópolis de alrededor de nueve millones de habitantes de acuerdo con el INEGI. Situación de suyo compleja si a eso sumamos que la Zona Metropolitana del Valle de México (ZMVM) se compone por cerca de 22 millones de habitantes. Es una realidad que en muchos sentidos es prácticamente ingobernable el centro del país. De ahí que las prioridades sean la seguridad, el transporte público, el agua, la contaminación y la urbanización y, por mucho, desbordan a los gobiernos. Son tantas las demandas y necesidades que difícilmente se les puede atender con la eficacia deseada. Por si fuera poco, es una caja de resonancia política debido a que es sede de los Poderes de la Unión y esa yuxtaposición de órdenes de gobierno, Federal, estatal y local, hace que se magnifiquen los acontecimientos.
Lo arriba escrito es una verdad de Perogrullo y por lo mismo queda claro que al presidente López Obrador le ocupa y le preocupa el destino partidista de la Ciudad de México. De hecho, ante la derrota de Morena y de la señora Sheinbaum en la mitad de las alcaldías en la Ciudad de México en las elecciones de 2021 fue él quien reacomodó el gabinete de ella, la obligó a cambiar los colores de la ciudad (de verde a guinda) y son muchas las ocasiones en las cuales abiertamente manifiesta la simpatía que tiene por ella; por eso es una de las precandidatas a la presidencia de la República. Más aun, él ya “destapó” con la investidura de ser el caudillo de su movimiento social a tres posibles contendientes a ocupar la jefatura de gobierno capitalina en las elecciones de 2024. A saber, Martí Batres, Rosa Icela Rodríguez y Ariadna Montiel Reyes. El primero es abogado y actual secretario de Gobierno de la Ciudad de México, la segunda es periodista y secretaria de Seguridad y Protección Ciudadana Federal y la tercera es la secretaria de Bienestar Federal con estudios de arquitectura. Se trata de una tríada de personajes cercanos al primer mandatario y se conocen desde hace lustros. Es cierto que en las encuestas periodísticas y en algunos foros se menciona el nombre del secretario de seguridad Pública capitalina, Omar García Harfuch, pero al parecer no es de la completa confianza del presidente López Obrador.
El asunto de la sucesión en la ciudad de México es tan serio en la estrategia transexenal que el presidente ya desaseó también las formas de equidad democráticas y de manera desaliñada y sin respeto a los tiempos electorales ya promueve el voto a favor de su partido en la capital del país e invita a la población a manifestarse por los candidatos de Morena al poder legislativo, pues sabe que de no alcanzar la mayoría calificada en la Cámara de Diputados su proyecto autoritario se desdibujará.
López Obrador sabe que de perder la jefatura de Gobierno de la Ciudad de México su partido y movimiento social se puede fragmentar y su idea de Maximato será quimérica. Por eso le es muy importante encontrar el perfil ideal que será binomio, en su caso, de la señora Sheinbaum. El sucesor o sucesora de Morena en la capital del país puede significar el principio del fin o la proyección de su ansiada e inacabada concepción de transformación. De ahí que ya no hace público su desdén por las clases medias, sus giras de trabajo por la ciudad de México las hace predominantemente en donde gobierna su partido, solapa la deficiente calidad del gobierno de su precandidata, oculta y minimiza los problemas del metro y de la inseguridad y son francamente abiertas las injerencias federales en la vida político-administrativa de la capital del país.
Nuestro presidente gobernó esta ciudad en otras circunstancias e intentó articular su brinco a presidente de la República de manera inmediata, pero no lo alcanzó.
Hubo regentes como Ernesto P. Uruchurtu, Ramón Aguirre y Manuel Camacho que buscaron la candidatura y tampoco lo lograron. Tampoco lo consiguió Cuauhtémoc Cárdenas. El salto inmediato es muy difícil. No sé si le alcance a la señora Sheinbaum de ser la ungida y desde el antiguo Palacio del Ayuntamiento pueda brincar exitosamente al Palacio Nacional. Pero algo me queda claro, de ser el caso, el candidato o candidata de Morena a esta esta ciudad tiene muchos
obstáculos para triunfar con facilidad como hace apenas unos años.
